Inmunodeficiencias Primarias - Ipopi
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<strong>Inmunodeficiencias</strong> primarias en adultos<br />
<strong>Inmunodeficiencias</strong> <strong>Primarias</strong><br />
<strong>Inmunodeficiencias</strong><br />
primarias<br />
en los adultos
<strong>Inmunodeficiencias</strong> <strong>Primarias</strong><br />
<strong>Inmunodeficiencias</strong> primarias – <strong>Inmunodeficiencias</strong> primarias en los adultos (1ª edición).<br />
Diciembre 2012<br />
© Organización Internacional de Pacientes con <strong>Inmunodeficiencias</strong> <strong>Primarias</strong> (IPOPI), 2012<br />
Publicado por IPOPI: www.ipopi.org.
<strong>Inmunodeficiencias</strong> primarias en adultos<br />
Introducción<br />
Este folleto explica qué son las inmunodeficiencias primarias (IDPs), y cómo<br />
es su gestión en los adultos.<br />
Las IDPs las integran un grupo numeroso de diferentes trastornos causados<br />
cuando algunos componentes del sistema inmunitario (principalmente las células<br />
y proteínas) no funcionan correctamente. Las personas con IDPs son más<br />
propensas a padecer infecciones que otras personas. Las IDPs también pueden<br />
causar que el sistema inmunológico ataque el propio cuerpo – “esto se llama<br />
‘auto-inmunidad” y puede provocar diversos síntomas, como dolor e inflamación<br />
en las articulaciones (‘artritis’).<br />
Las IDPs son causadas por defectos en los genes (ADN) que son los responsables<br />
del sistema inmunológico. Estos defectos se pueden heredar de los padres y se<br />
manifiestan por sí mismos a cualquier edad, aunque en la mayoría de los casos se<br />
diagnostican en adultos jóvenes o tardíamente en edades adultas. Aunque algunas<br />
IDPs se diagnostican en niños, a menudo, otras son más identificadas durante la<br />
edad adulta. Por ejemplo, la inmunodeficiencia común variable (IDCV), que es la<br />
IDP más común diagnosticada en la edad adulta, se produce aproximadamente<br />
en 1 de cada 25.000 personas y se diagnostica fundamentalmente en adultos.<br />
La deficiencia de inmunoglobulina A, la deficiencia de las subclases de<br />
inmunoglobulina G y las deficiencias del complemento son otras IDPs que<br />
con frecuencia se diagnostican en adolescentes o en adultos. La enfermedad<br />
granulomatosa crónica (EGC) y la agammaglobulinemia ligada al cromosoma X,<br />
son ejemplos de otras IDPs que son generalmente identificadas en los niños, o<br />
adultos jóvenes.<br />
A menudo, los adultos sufren las manifestaciones de las IDPs durante varios<br />
años antes de ser diagnosticados. Este es un tema importante porque cuanto<br />
antes se diagnostique la enfermedad, más rápido se puede administrar el<br />
tratamiento para reducir el riesgo de infecciones y otras complicaciones.<br />
Las IDPs son trastornos crónicos graves. Sin embargo, con los tratamientos<br />
modernos y medidas encaminadas a la prevención de salud, la mayoría de las<br />
personas con IDPs pueden tener una vida larga, plena y activa. Los adultos con<br />
IDPs tienen un papel importante en la toma de decisiones sobre su propia terapia,<br />
en la adhesión al tratamiento otorgado, y en el cuidado de su propia salud. Para<br />
cumplir estas funciones, los pacientes deben aprender todo lo posible acerca de las<br />
IDPs y su tratamiento.<br />
Este folleto explica cómo son diagnosticadas las IDPs, las terapias disponibles<br />
y las implicaciones de estas enfermedades para la vida de los pacientes y sus<br />
familiares. Tiene el objetivo de ayudar a los adultos que han sido recientemente<br />
diagnosticados con IDPs y a los jóvenes con IDP ya diagnosticada que han<br />
alcanzado la edad adulta.<br />
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<strong>Inmunodeficiencias</strong> <strong>Primarias</strong><br />
Diagnóstico y tratamiento de las IDPs<br />
Signos de alerta<br />
Cualquiera que sea la edad del paciente, es muy importante que las IDPs sean<br />
diagnosticadas lo más rápido posible. Generalmente, la primera sospecha de<br />
que una persona sufre una IDP es la repetición de las infecciones, que son<br />
inusualmente frecuentes o graves, o que no responden normalmente al tratamiento,<br />
o que son causados por tipos inusuales de bacterias, virus u hongos. Los tipos de<br />
infecciones más comunes observadas en los adultos con IDPs son las infecciones<br />
del tracto respiratorio, que incluyen los senos nasales, las vías aéreas (bronquitis)<br />
o pulmones (neumonía), y las del sistema digestivo (que causan diarreas).<br />
Pruebas diagnosticas<br />
Para el diagnóstico y tratamiento de las IDPs es importante, siempre que sea<br />
posible, consultar a un médico especializado en enfermedades del sistema<br />
inmunológico (inmunólogo), donde esté disponible, así como a un médico general<br />
(médico de familia) que esté en contacto con el inmunólogo.<br />
Los médicos utilizan varias pruebas de laboratorio para investigar el sistema<br />
inmunológico en pacientes en los cuales se sospecha que puedan tener una IDP.<br />
Se realiza el recuento del número de células del sistema inmune en sangre (en<br />
particular, las células denominadas células T y B) y probar si estas células son<br />
capaces de multiplicarse y destruir a los microorganismos infectantes. También<br />
es importante destacar que se determina la cantidad de inmunoglobulinas en la<br />
sangre. Las inmunoglobulinas (también llamadas ‘anticuerpos’), son proteínas<br />
que reconocen a los microorganismos infectantes y ayudan a las células inmunes<br />
a destruirlos. La mayoría de las IDPs (con excepción de los síndromes de hiper<br />
IgM e hiper IgE), constituyen la causa de que el cuerpo humano produzca poca o<br />
ninguna inmunoglobulina. Otras pruebas incluyen las utilizadas para los niveles del<br />
“complemento”, que son proteínas que eliminan a los microorganismos y ayudan a<br />
otras células inmunes.<br />
Los pacientes que presentan síntomas de IDPs también pueden ser analizados<br />
para el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Las IDPs son enfermedades<br />
genéticas y nada tienen que ver con el VIH. Sin embargo, como el VIH, también<br />
hace que las personas sean propensas a infecciones, se puede realizar una prueba<br />
de VIH para excluir esta hipótesis. Durante el diagnóstico de las IDPs, los pacientes<br />
también pueden realizarse pruebas de enfermedades autoinmunes y de ciertos<br />
tipos de cáncer que pueden causar síntomas similares a los de las IDPs.<br />
Tratamientos<br />
El tratamiento substitutivo con las inmunoglobulinas es el tratamiento principal<br />
para la mayoría de las personas con IDPs. Este tratamiento ayuda a protegerse<br />
contra las infecciones y reduce algunos síntomas autoinmunes si éstos están<br />
presentes. Las inmunoglobulinas se administran en forma de infusión en vena<br />
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<strong>Inmunodeficiencias</strong> primarias en adultos<br />
(inmunoglobulina intravenosa, o ‘IGIV’) o bajo la piel (vía subcutánea, abreviada<br />
como “SC” o “subcutánea”). En algunos casos, la inmunoglobulina puede<br />
administrarse en el hogar por los propios pacientes adultos, o por sus familiares<br />
o cuidadores. La reducción de visitas al hospital o a la clínica, puede ser más<br />
conveniente y disminuye la intrusión del tratamiento en la vida familiar de los<br />
pacientes, y en su vida laboral.<br />
A veces se utilizan otros tratamientos especializados para las IDPs, dependiendo<br />
de la IDP que presente cada paciente en particular. Estos incluyen:<br />
Factor estimulante de colonias de granulocitos: se utiliza para aumentar la<br />
producción por la médula ósea de las células inmunes, llamadas granulocitos,<br />
cuando los niveles de estas células son bajos, por ejemplo, en pacientes con<br />
neutropenia congénita grave o con deficiencia de ligando CD40.<br />
Interferón gamma: se utiliza para estimular el sistema inmunitario, en particular,<br />
en pacientes con EGC.<br />
Adenosina desaminasa con polietilenglicol (ADA-PEG): se utiliza en pacientes<br />
en los que la ausencia de esta enzima (ADA) produce inmunodeficiencia<br />
combinada grave (IDCG).<br />
Trasplante de células madre: las células madre normalmente maduran para<br />
convertirse en muchos tipos de células inmunológicas. Los defectos de las<br />
células madre causan algunas IDPs graves (por ejemplo IDCG), que pueden<br />
corregirse mediante la administración al paciente de células madre tomadas de<br />
un donante sano.<br />
Terapia génica: se trata de corregir el gen defectuoso que causa algunas IDPs<br />
(por ejemplo, EGC e IDCG). Esta terapia aún está siendo probada y no se<br />
encuentra disponible de una forma rutinaria.<br />
Estos tratamientos son generalmente caros y su disponibilidad varía en las<br />
diferentes partes del mundo. Los tratamientos de la IDP están en constante<br />
evolución y los pacientes deben tratar de mantenerse al día con los nuevos<br />
conocimientos.<br />
Las personas con IDPs también suelen requerir de medicamentos para tratar o<br />
prevenir las infecciones causadas por bacterias (antibióticos), hongos (antifúngicos,<br />
por ejemplo, contra aftas) y virus (antivirales, por ejemplo contra la varicela).<br />
Las personas con IDPs deben estar atentas a los síntomas de infección<br />
e informar de cualquier signo a su inmunólogo o médico especialista.<br />
IPOPI ha producido folletos específicos en IPOPI diagnóstico y tratamientos.<br />
Estos se pueden encontrar en www.ipopi.org.<br />
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<strong>Inmunodeficiencias</strong> <strong>Primarias</strong><br />
Efectos a largo plazo de las IDPs<br />
Los tratamientos modernos permiten que las personas con IDPs puedan vivir, como<br />
nunca antes, vidas más largas y saludables. Sin embargo, estas enfermedades<br />
causan una gran variedad de problemas de salud a largo plazo y los pacientes deben<br />
controlar su salud y reportar cualquier cambio en su clínica, hospital o médico. En<br />
esta sección sólo se proporciona una indicación general de los problemas de salud de<br />
las personas que se encuentran viviendo con una IDP. Cada paciente individual será<br />
afectado por su enfermedad de forma diferente y por lo tanto, es importante que los<br />
problemas específicos se discutan personalmente con un médico.<br />
Las personas con IDPs necesitan supervisar cuidadosamente su propia salud<br />
y reportar cualquier problema a su hospital, clínica o médico de familia.<br />
Complicaciones de las enfermedades pulmonares<br />
Las personas con IDP pueden padecer infecciones respiratorias recurrentes<br />
crónicas (es decir, a largo plazo), que con el tiempo pueden dañar los pulmones.<br />
Las bronquiectasias son dilataciones de los alveolos pulmonares que facilitan<br />
la acumulación de mucosidades. Esto provoca tos y falta de aire y hace a los<br />
enfermos aún más susceptibles a las infecciones. El tratamiento substitutivo<br />
con las inmunoglobulinas y los antibióticos se utilizan para ayudar a prevenir las<br />
enfermedades pulmonares crónicas.<br />
Los pacientes con IDPs también pueden desarrollar otros tipos de inflamaciones<br />
crónicas, perjudiciales en varios órganos del cuerpo, incluyendo los pulmones, el<br />
hígado y el bazo. En particular, los pacientes con IDCV a veces desarrollan nódulos<br />
(llamados “granulomas”) en los pulmones y en otros órganos. En los pulmones, esta<br />
enfermedad puede causar en el paciente falta de aire y reducción de la capacidad<br />
para hacer ejercicios.<br />
Progresión de la enfermedad autoinmune<br />
La enfermedad autoinmune puede afectar diversas partes del cuerpo, incluyendo:<br />
• Las articulaciones, causando dolor e inflamación (artritis).<br />
• La piel, causando erupciones e inflamación.<br />
• El hígado y el bazo, causando agrandamiento de estos órganos (‘hepatomegalia’<br />
y ‘esplenomegalia’, respectivamente).<br />
• Los intestinos, causando enfermedad inflamatoria intestinal.<br />
• Las células de la sangre, causando una pérdida de glóbulos rojos que normalmente<br />
transportan oxígeno desde los pulmones a los tejidos (anemia), o las plaquetas que<br />
intervienen en la coagulación sanguínea.<br />
La terapia de reemplazo de la inmunoglobulina es el principal tratamiento usado para<br />
controlar la enfermedad autoinmune. Otros medicamentos supresores del sistema<br />
inmune (por ejemplo, corticosteroides y un tratamiento con anticuerpos llamado<br />
rituximab), también se utilizan algunas veces. Estos tratamientos “inmunosupresores”<br />
deben ser cuidadosamente administrados por un inmunólogo.<br />
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<strong>Inmunodeficiencias</strong> primarias en adultos<br />
Patologia neurodegenerativa en algunas IDPs<br />
La ataxia telangiectasia (AT) es una IDP que causa alteraciones en el cerebro.<br />
Los pacientes con AT puede presentar varios síntomas, incluidos la falta de<br />
equilibrio al ponerse de pie o caminar, problemas en los ojos y con el habla y la<br />
deglución.<br />
Estos síntomas pueden empeorar con el tiempo. Existen algunas evidencias de<br />
que las personas con otras IDPs también pueden sufrir un deterioro del sistema<br />
nervioso, aunque existe poco conocimiento acerca de esto.<br />
Cánceres<br />
Pacientes con numerosas IDPs presentan un mayor riesgo de ciertos tipos de<br />
cáncer. El riesgo de cáncer es diferente entre las IDPs. Por ejemplo, los pacientes<br />
con IDCV presentan un mayor riesgo de cáncer del sistema linfático (linfoma),<br />
estómago, mama, vejiga y el cuello uterino.<br />
Efectos de los tratamientos de la IDP<br />
El tratamiento substitutivo con las inmunoglobulinas causa pocos efectos<br />
secundarios. Algunas personas presentan dolores de cabeza o síntomas de alergia<br />
durante o poco tiempo después de las infusiones, pero en la mayoría de los casos<br />
son de corta duración y se resuelven con tratamientos simples. En casos raros los<br />
pacientes pueden tener reacciones severas al tratamiento y por lo tanto, cualquier<br />
producto nuevo debe administrarse bajo la supervisión de un médico. Con el tiempo,<br />
la inmunoglobulina intravenosa puede dañar las venas en las que se infunde. Otros<br />
tratamientos de IDP son generalmente bien tolerados y no suelen provocar efectos<br />
a largo plazo. Tomar antibióticos con frecuencia o durante períodos prolongados<br />
puede causar diarreas potencialmente graves. Los antibióticos llamados quinolonas<br />
pueden causar daños en las articulaciones, especialmente en niños y adolescentes<br />
cuando se administran por largos períodos de tiempo para la protección contra las<br />
infecciones (llamada “profilaxis”).<br />
Discapacidad<br />
Algunos de los síntomas de la IDP pueden interferir con las actividades normales<br />
de los pacientes. Por ejemplo, la artritis en las rodillas, los tobillos y las manos, y la<br />
enfermedad pulmonar crónica severa puede ser incapacitante. Los pacientes con<br />
síntomas incapacitantes deben buscar asesoramiento sobre las medidas a tomar<br />
para ayudar a superar estos problemas, por ejemplo mediante cambios en el hogar<br />
o el ambiente trabajo.<br />
Acceso a los tratamientos de la IDP<br />
Las personas mayores con IDPs pueden encontrar cada vez más dificultades para<br />
asistir a citas médicas, y a viajes, especialmente si tienen problemas de movilidad.<br />
Dependiendo de la forma de asistencia sanitaria prestada en el lugar donde<br />
viven, también les puede resultar más difícil financiar la atención de la IDP en la<br />
edad adulta. En algunos países, el hospital o la clínica pueden prestar servicios<br />
de asistencia a domicilio para ayudar en estas situaciones. Las organizaciones<br />
nacionales de pacientes con IDP pueden ofrecer consejos útiles.<br />
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<strong>Inmunodeficiencias</strong> <strong>Primarias</strong><br />
Vivir con una IDP<br />
Cómo mantenerse sano<br />
Las personas con IDPs deben tomar varias precauciones sencillas para<br />
ayudarse a sí mismas a mantenerse sanas. Las precauciones sencillas para<br />
evitar las infecciones son particularmente importantes. Estas incluyen:<br />
• La higiene personal, incluyendo el lavado de las manos y una buena higiene<br />
dental.<br />
• Para no hacer cortes y rasguños asegurarse de estar vestido apropiadamente.<br />
• No fumar (a fin de reducir el riesgo de infecciones y enfermedades<br />
pulmonares) y evitar en lo posible ambientes cargados de humo.<br />
• Comer una dieta nutritiva y equilibrada.<br />
• Descansar y dormir lo suficiente.<br />
• Realizar tipos de actividades y ejercicios adecuados. Aunque los pacientes<br />
con IDPs pueden disfrutar de la mayoría de los deportes y actividades, deben<br />
preguntarle a su médico acerca de las precauciones necesarias.<br />
Es muy importante que los pacientes con IDPs no fumen, porque el fumar<br />
aumenta el riesgo de infecciones pulmonares y enfermedades pulmonares<br />
crónicas.<br />
Estas cuestiones, y otras, también se discuten en el folleto de IPOPI, titulado<br />
“Manternerse saludable! Guia para los pacientes e sys familias” (www.ipopi.org).<br />
Impacto emocional de las IDPs<br />
Los pacientes recién diagnosticados con IDPs pueden presentar diversas<br />
emociones negativas. Ellos pueden sentir miedo de la enfermedad y sus<br />
complicaciones, o frustración y sentirse enojados por la enfermedad que le ha<br />
afectado. También pueden ocurrir sentimientos de aislamiento y autocompasión,<br />
como sentimientos de culpa, además de sentirse una carga para los demás.<br />
Puede tomar algún tiempo para llegar a aceptar el diagnóstico. Con el tiempo,<br />
estas emociones pueden causar estrés o depresión. Las personas con IDPs<br />
y sus amigos y miembros de la familia deben estar atentos a los síntomas de<br />
estas enfermedades y si esto ocurre buscar consejo.<br />
Los pacientes deben aprovechar muy bien el apoyo emocional de las personas<br />
a su alrededor, por ejemplo, los miembros de la familia, los amigos o los<br />
servicios profesionales. El médico de familia, o el equipo de IDP de la clínica u<br />
hospital, también deben ser capaces de brindar ayuda. Por ejemplo, en algunos<br />
casos, puede ser capaz de organizar el asesoramiento. También puede ayudar<br />
a estar en contacto con otras personas con IDPs para compartir experiencias,<br />
preocupaciones y emociones, y lo pueden hacer a través de los grupos de<br />
apoyo de pacientes nacionales (visite www.ipopi.org.).<br />
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<strong>Inmunodeficiencias</strong> primarias en adultos<br />
Aspectos relacionados con la convivencia<br />
Las personas con IDPs deben decidir cuánto pueden contarle a las personas<br />
acerca de su enfermedad y cuándo. Ellos pueden tener miedo de que su pareja<br />
se pueda desanimar por la afección, o estar preocupados por las exigencias<br />
de estas enfermedades que pueden afectar tanto a los pacientes, como a las<br />
personas que los rodean. En algunos casos, estas preocupaciones pueden<br />
provocar malentendidos sobre las IDPs. En particular, los pacientes pueden<br />
tranquilizar a su pareja de que las IDPs no tienen ninguna relación con el<br />
VIH/SIDA y no están sujetos a este o transmitirlo. Sin embargo, cuando se trate<br />
de relaciones sexuales, los pacientes con IDPs deben, asegurarse de que la<br />
práctica del sexo es segura para evitar infecciones.<br />
Herencia de las IDPs<br />
Los médicos han identificado con precisión los defectos genéticos que provocan<br />
algunas IDPs, y la forma en que éstas pueden transmitirse de padres a hijos. En<br />
algunos casos se trata de un asunto complicado. Por ejemplo, aunque se crea<br />
que la IDCV es hereditaria, aún no se ha demostrado ninguna causa genética<br />
definitiva. Alrededor del 10% de las personas diagnosticadas con IDCV tienen<br />
familiares con IDCV (u otra IDP).<br />
Las personas con una IDP que desean tener hijos deben buscar asesoramiento<br />
genético para que sean conscientes de los riesgos de transmisión de su IDP a<br />
sus hijos. Las pruebas genéticas para identificar la presencia del defecto sólo<br />
se puede realizar por laboratorios especializados. Es cara y no está disponible<br />
en todos los países. Las organizaciones nacionales de pacientes con IDP<br />
pueden brindar más información acerca de la disponibilidad de las pruebas<br />
genéticas en determinados países.<br />
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<strong>Inmunodeficiencias</strong> <strong>Primarias</strong><br />
Cuestiones relativas al empleo<br />
Los pacientes con IDPs graves o discapacidades asociadas pueden encontrar<br />
algunos tipos de trabajos difíciles o imposibles. Sin embargo, en la mayoría<br />
de los casos, las IDP no limitan los tipos de trabajos que los pacientes pueden<br />
realizar. A veces, los pacientes necesitan ausentarse del trabajo para asistir a<br />
las citas programadas de la clínica o durante los períodos de la enfermedad,<br />
debido a infecciones u otras complicaciones. Igualmente, los pacientes y los<br />
empresarios trabajarán en conjunto para encontrar soluciones que minimicen<br />
las interrupciones al trabajo causadas por estos episodios. Por ejemplo, la<br />
posibilidad de trabajar desde la casa, en ocasiones, suele ser útil siempre que<br />
sea posible.<br />
Si alguien con una IDP cree que son discriminados por un empresario debido<br />
a su enfermedad, deben conocer las leyes relativas a la discriminación en su<br />
país. La organización nacional de pacientes con IDP debe ser capaz de ofrecer<br />
asesoramiento en estas materias.<br />
Viajes<br />
En la mayoría de los casos, con las IDPs no es necesario restringir los viajes.<br />
Sin embargo, es importante tomar ciertas precauciones, especialmente cuando<br />
se viaja al extranjero. Por ejemplo, la diarrea es común cuando se viaja a<br />
algunas partes del mundo (especialmente en África, el Medio y Lejano Oriente y<br />
la América del Sur) y pueden ser severas y prolongadas en pacientes con IDP.<br />
El riesgo de diarreas puede ser reducido evitando comer ensaladas, alimentos<br />
crudos, mariscos, cubos de hielo y helados, y tomando sólo agua hervida o<br />
embotellada. Los viajeros también pueden tener la necesidad de tomar tabletas<br />
para la protección contra la malaria en ciertas partes del mundo. Los pacientes<br />
deben recibir el asesoramiento de su médico sobre éstas y otras precauciones,<br />
como la vacunación, antes de su partida. Por ejemplo, la vacunación contra<br />
la fiebre amarilla, que es una enfermedad viral grave, es normalmente<br />
recomendada en individuos sanos que viajan a algunas partes del África<br />
subsahariana, América del Sur y ciertos lugares del Caribe, y es necesaria para<br />
la entrada en algunos países. Sin embargo, como la vacuna contra la fiebre<br />
amarilla es una vacuna “in vivo”, no debería administrarse a pacientes con IDPs<br />
causadas por defectos de las células T, o a los miembros de su hogar.<br />
Los pacientes deben asegurarse de que poseen todos los medicamentos<br />
necesarios a su alcance durante sus viajes, en el caso de que éstos no se<br />
encuentren disponibles en los países visitados. Una carta explicativa de su<br />
inmunólogo dirigida a la frontera o al médico de las autoridades en los países<br />
visitados, es útil a menudo, y en algunos casos es necesaria - especialmente<br />
cuando los pacientes viajan con su medicación. Una muestra de la carta se<br />
encuentra disponible en el sitio web IPOPI (www.ipopi.org.), junto con otras<br />
precauciones para el viaje. Los pacientes que experimenten problemas durante<br />
el viaje deben ponerse en contacto con la asociación de pacientes de la IDP<br />
nacional y local.<br />
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<strong>Inmunodeficiencias</strong> primarias en adultos<br />
Seguro de salud<br />
En muchos países la atención sanitaria se financia por vía personal a través<br />
de las pólizas de seguro médico. Después de un diagnóstico de una IDP,<br />
las personas que viven en tales países necesitarán de verificar si su póliza<br />
de seguro cubre sus nuevas necesidades. Los pacientes o los médicos<br />
deben comprobar si el diagnóstico de la IDP se encuentra en la lista nacional<br />
de enfermedades crónicas y si el tratamiento se encuentra en la lista de<br />
medicamentos esenciales. Generalmente, el inmunólogo o el médico de<br />
familia será capaz de ayudar para asegurar que la directiva sea actualizada y<br />
modificada, cuando sea necesario. A partir de entonces, los pacientes con IDPs<br />
se deben asegurar de que no dejen caducar su cobertura.<br />
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<strong>Primarias</strong><br />
<strong>Inmunodeficiencias</strong> <strong>Primarias</strong><br />
Información adicional y apoyo<br />
Este folleto ha sido elaborado por la Organización Internacional de Pacientes con<br />
<strong>Inmunodeficiencias</strong> <strong>Primarias</strong> (IPOPI). Otros folletos están disponibles en esta<br />
serie. Para más información y detalles sobre las organizaciones de pacientes con<br />
IDP en 43 países a nivel mundial, por favor visite www.ipopi.org.<br />
Con el apoyo de una subvención educativa de Octapharma.