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1 LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ: UNA HISTORIA DE FE VIVA Parte 1

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<strong>LOS</strong> <strong>TESTIGOS</strong> <strong>DE</strong> JEHOVÁ: <strong>UNA</strong> <strong>HISTORIA</strong> <strong>DE</strong> <strong>FE</strong> <strong>VIVA</strong><br />

<strong>Parte</strong> 1: Salen de la oscuridad<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Los testigos de Jehová llevan más de 100 años proclamando el mensaje bíblico de que el Reino de Dios limpiará el<br />

mundo de la maldad, convertirá la Tierra en un paraíso y elevará a la humanidad a un estado perfecto. Sin embargo,<br />

transmitir estas verdades ha provocado con frecuencia la oposición de poderosas instituciones. ¿Por qué un mensaje tan<br />

alentador ha motivado reacciones tan amargas ¿Y cómo hemos vencido esa oposición para llegar a donde estamos<br />

hoy<br />

Esta es la historia de un pueblo deseoso de seguir la luz de la verdad bíblica, sin importar la hostilidad que tuviera que<br />

soportar. Verá cómo los siervos de Jehová de tiempos modernos se han resuelto a estudiar diligentemente, predicar con<br />

entusiasmo y mantenerse fieles a Dios.<br />

Este video no es simplemente historia. Esta es su historia. Nos recuerda que Jehová lo tiene todo bajo su control y que<br />

esta es su organización. Esta historia comienza hace más de 6000 años: es la historia de los testigos de Jehová.<br />

En la Biblia, la luz se relaciona con la verdad, mientras que la oscuridad, con la mentira. Cuando Dios terminó sus obras<br />

creativas, no había ningún tipo de oscuridad espiritual. Pero cuando Adán y Eva pecaron, la sociedad humana llegó a<br />

estar bajo el control de Satanás. Huir de la luz se convirtió en el principal objetivo de las personas malvadas. Por eso,<br />

quienes buscaran la verdad se enfrentarían a oposición.<br />

La luz de la verdad brilló intensamente cuando Jesucristo estuvo en la Tierra. Todos los que de verdad le siguieron<br />

reflejaron la luz que él irradiaba. Pero Jesús predijo que después de la muerte de los apóstoles, muchos abandonarían la<br />

adoración pura. Esa apostasía sería tan extensa que los verdaderos discípulos prácticamente desaparecerían hasta “la<br />

conclusión del sistema de cosas” (Mateo 13:40). Al mismo tiempo se desarrollaría una forma falsificada de cristianismo.<br />

Y la profecía se cumplió.<br />

Las iglesias supuestamente cristianas se alejaron de las enseñanzas de Cristo. Eso provocó abusos de poder y enorme<br />

sufrimiento. Fue una época de profunda oscuridad.<br />

En los siglos posteriores a la fundación de la congregación cristiana, muchos de los que dirigían la iglesia cristiana (o la<br />

congregación cristiana) también prefirieron la sabiduría de este mundo. Las ideas de Platón y de otros filósofos griegos<br />

comenzaron a infiltrarse en el pensamiento supuestamente cristiano. Así que los apóstatas quisieron mezclar las<br />

enseñanzas y tradiciones cristianas con creencias paganas. Su objetivo era hacerlas más aceptables para los paganos y<br />

así poder atraerlos a la religión cristiana.<br />

Al pasar los siglos, los líderes religiosos apóstatas oscurecieron aún más la luz al mantener la Biblia en latín, un idioma<br />

que la mayoría de la gente ya no entendía. Sin embargo, en medio de esta oscuridad, hubo algunas personas sinceras<br />

que sintieron la necesidad de leer y entender la Palabra de Dios.<br />

Por ejemplo, en el siglo XII, un comerciante francés llamado Valdo encargó traducir porciones de la Biblia al idioma de la<br />

gente común. Dos siglos más tarde, el sacerdote católico John Wyclef denunció enérgicamente las prácticas antibíblicas<br />

de la iglesia. Aproximadamente en 1382, el equipo de Wyclef presentó la primera traducción de la Biblia al inglés. Sus<br />

alumnos, conocidos como los lolardos, predicaron el mensaje bíblico a todo el quisiera escucharlo.<br />

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<strong>LOS</strong> <strong>TESTIGOS</strong> <strong>DE</strong> JEHOVÁ: <strong>UNA</strong> <strong>HISTORIA</strong> <strong>DE</strong> <strong>FE</strong> <strong>VIVA</strong> <strong>Parte</strong> 1: Salen de la oscuridad


Para 1495, la invención de la imprenta de tipos móviles había permitido imprimir la Biblia, entera o en parte, en doce<br />

idiomas. En poco tiempo, la gente estaba leyendo la Biblia por su cuenta. Y algunas personas empezaron a ver que la<br />

Iglesia se había desviado.<br />

En el siglo XVI, hombres como Ulrico Zuinglio, Martín Lutero y Juan Calvino proclamaron que era necesario regresar a los<br />

principios originales del cristianismo. Hombres como estos denunciaron la hipocresía y defendieron las enseñanzas<br />

bíblicas, aun cuando eso significaba enfrentarse a poderosos dirigentes religiosos.<br />

Aunque no entendían completamente la verdad, estuvieron dispuestos a ir contra la corriente. Pero su postura encendió<br />

las llamas de la persecución y en muchos casos cedieron sobre todo en cuanto a predicar sus creencias.<br />

Sin embargo, en numerosos países, en los siglos XVII y XVIII resurgió el interés por el estudio de la Biblia. En Inglaterra,<br />

muchos hombres instruidos probaron que la doctrina de la Trinidad es falsa. Entre ellos, el científico sir lsaac Newton, el<br />

poeta John Milton y el químico Joseph Priestley. Además de rechazar la doctrina de la Trinidad, Priestley negó la<br />

inmortalidad inherente del alma. Sostuvo que los cristianos del siglo primero tenían la fe verdadera y que todo cambio a<br />

ese conjunto de creencias era una corrupción. Sus opiniones desataron una acalorada disputa, tanto en la Iglesia como<br />

en el gobierno. En 1791, una muchedumbre destruyó la casa y el laboratorio de Priestley. El hostigamiento no hizo más<br />

que aumentar durante los siguientes tres años, hasta que huyó a Estados Unidos. Le acompañaron muchos que<br />

opinaban como él.<br />

Entre estos estuvo Henry Grew. En 1807, a la edad de 25 años, fue invitado a ser pastor de la Iglesia Bautista de<br />

Hartford, en Connecticut. Y tenía un interesante lema sobre el estudio de la Biblia: dejar que las Escrituras se interpreten<br />

a sí mismas. Él pensaba que el mejor intérprete de la Biblia era la propia Biblia. Y al estudiarla, se dio cuenta de que la<br />

doctrina de la Trinidad era falsa. Bueno, no se podía ser ministro bautista y no creer en la Trinidad. Al cabo de cuatro<br />

años, Grew y algunos feligreses se separaron de su iglesia.<br />

En años posteriores, Grew publicó escritos en los que empleaba la Biblia para refutar las doctrinas de la Trinidad, el<br />

infierno y la inmortalidad inherente del alma. Grew sostuvo que, según la Biblia, la inmortalidad es un don que Dios<br />

concede solamente a los fieles. Nunca otorga ese don a los malvados. Por eso, ¿cómo podían los malvados tener un<br />

alma inmortal<br />

El folleto de Grew tuvo una importante repercusión. Su obra llegó a manos del ministro metodista George Storrs. Tanto<br />

le fascinó, que pasó los siguientes tres años investigando el asunto.<br />

Sin embargo, sus colegas no se interesaron por sus hallazgos. Para 1840, su conciencia se sentía tan atormentada por las<br />

diferencias entre lo que la Biblia enseña y lo que él tenía que enseñar como ministro de la Iglesia Metodista Episcopal,<br />

que renunció a su puesto. En 1842, Storrs comenzó a publicar la revista mensual titulada Bible Examiner. No tardó en<br />

conocer a Henry Grew en persona. Los dos se hicieron buenos amigos y colaboraron en debates contra los defensores<br />

de la inmortalidad del alma.<br />

George Storrs creía que sería necesaria una campaña mundial de predicación para que quienes vivieran durante el<br />

tiempo de la vuelta de Cristo tuvieran la oportunidad de salvarse. Ignoraba cómo se llevaría a cabo esa tarea, pero<br />

impulsado por su fe escribió: “Pero son muchos los que, si no pueden comprender cómo se hará algo, lo descartan,<br />

como si para Dios fuera imposible.” Storrs murió en 1879 en su casa de Brooklyn (Nueva York), en el mismo vecindario<br />

que se convertiría en el centro de la predicación mundial que él tanto había anhelado ver. El escenario estaba preparado<br />

para que la luz surgiera de la oscuridad.<br />

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<strong>LOS</strong> <strong>TESTIGOS</strong> <strong>DE</strong> JEHOVÁ: <strong>UNA</strong> <strong>HISTORIA</strong> <strong>DE</strong> <strong>FE</strong> <strong>VIVA</strong> <strong>Parte</strong> 1: Salen de la oscuridad


C.T. RUSSELL<br />

En 1845, Joseph y Ann Eliza Russell emigraron de Irlanda a Pensilvania, en Estados Unidos. Tuvieron cinco hijos, entre<br />

ellos Charles Taze. Pero eran tiempos difíciles. Thomas, uno de los hermanos de Charles, murió a la edad de cinco años,<br />

y otros dos murieron antes de que Charles cumpliera nueve. Entonces, su madre murió.<br />

En aquel mismo año, 1861, Estados Unidos se sumió en una guerra civil que enviaría a la tumba a 618,000 personas.<br />

Muchos miles perecieron en campos de batalla no muy lejanos de donde los Russell vivían. Vieron de cerca los estragos<br />

de la guerra, el sufrimiento de la gente, la muerte.<br />

El joven Charles Russell se preguntaba a menudo adónde van los muertos. La mayoría de las religiones enseñaban que<br />

Dios creó al hombre inmortal y que hizo un infierno donde se atormentaba para siempre a las personas, excepto a<br />

aquellas predestinadas para la salvación.<br />

Russell expresó sus sentimientos sobre tales enseñanzas cuando escribió: “Un Dios que usara su poder para crear a seres<br />

humanos sabiendo de antemano que sufrirían tormentos eternos y predestinándolos a ello no sería ni sabio ni justo ni<br />

amoroso. Sus normas serían inferiores a las de muchos hombres.”<br />

Nunca pudo armonizar la doctrina del ‘tormento eterno’ con lo que la Biblia dice sobre un Dios amoroso. Cuando veía<br />

que las grandes religiones enseñaban que los malvados con atormentados eternamente, bueno, ¡simplemente no podía<br />

aceptarlo!<br />

Toda la cultura religiosa de la época estaba orientada a creer en un Dios vengativo. Y Russell sabía que la Biblia enseña<br />

que, como dice 1 Juan 4:8, “Dios es amor”. ¿Cómo podía hacer eso un Dios de amor Así que su fe se tambaleó.<br />

Creía que mediante los negocios y la filantropía podría ayudar a la gente. Antes de llegar a la adolescencia ya era socio<br />

de su padre en una floreciente cadena de tiendas de ropa. Charles Russell agrandó el negocio y él mismo llegó a<br />

administrar varias tiendas. A la edad de 25 años poseía más de 300,000 dólares, que hoy día equivaldrían a siete<br />

millones. Sin embargo, seguía buscando la verdad.<br />

En 1869 ocurrió algo que le ayudó a recuperar la fe: “Al parecer por accidente, una noche entré en un sucio y<br />

polvoriento salón para ver si el puñado de personas que se reunía allí ofrecía algo más sensato que los credos de las<br />

principales iglesias. Allí escuché por primera vez algunas creencias de los segundoadventistas; el predicador era Jonas<br />

Wendell. Aunque la presentación bíblica no fue muy clara, me bastó, con la guía de Dios, para recuperar mi fe, vacilante<br />

entonces, en la inspiración divina de la Biblia.”<br />

Recordemos que Russell no era ateo; solo estaba desanimado. No creía que la verdad pudiera hallarse en cualquier sitio.<br />

Y ese sermón de un segundoadventista le bastó para sacar su gastada Biblia del estante y volver a investigarla.<br />

Llenos de entusiasmo, Charles, su padre Joseph y unos cuantos conocidos de Pittsburgh y Allegheny formaron un grupo<br />

de estudio de la Biblia. Elegían un tema, tomaban una concordancia bíblica y buscaban todos los textos que tuvieran que<br />

ver con ese tema. Entonces escribían sus conclusiones. Y decían: “Muy bien. Eso es lo que enseña la Biblia. Y eso es lo<br />

que vamos a creer”.<br />

Tras cinco años de estudio, las ideas religiosas de estos hombres habían cambiado notablemente. Su análisis de la Biblia<br />

los condujo a conclusiones importantes que cuestionaban las creencias religiosas de la época. Por ejemplo, mientras que<br />

la mayoría de las religiones enseñaban que el hombre tiene un alma, Russell y sus compañeros concluyeron que el<br />

hombre es un alma y que el alma puede morir. Y mientras que las iglesias enseñaban que el Padre, el Hijo y el Espíritu<br />

Santo son una sola persona, estos estudiantes sostuvieron que Jehová es un solo Dios y no forma parte de una Trinidad.<br />

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<strong>LOS</strong> <strong>TESTIGOS</strong> <strong>DE</strong> JEHOVÁ: <strong>UNA</strong> <strong>HISTORIA</strong> <strong>DE</strong> <strong>FE</strong> <strong>VIVA</strong> <strong>Parte</strong> 1: Salen de la oscuridad


Además, algunas iglesias enseñaban que Cristo regresaría en la carne y que la Tierra sería destruida, pero este grupito<br />

comprendió que Cristo regresaría de manera invisible –en el espíritu– para bendecir a los seres humanos obedientes a<br />

Dios.<br />

Así que no trataban de filosofar, de hacer simples conjeturas, sino que estaban concentrados en hallar la verdad. Y el<br />

hecho de que pusieran por escrito sus conclusiones demuestra que creían que la verdad sí se podía hallar. Solo vemos<br />

luz cuando Jehová desea revelar la luz. Y ese fue el momento en que él comenzó a guiar a su pueblo desde la oscuridad<br />

hasta la luz maravillosa.<br />

<strong>UNA</strong> ALIANZA INCÓMODA<br />

Charles Russell nunca afirmó que estuviera inspirado por Dios. Reconoció la ayuda que había recibido de Jonas Wendell,<br />

de George Storrs y de otro hombre que también fue el causante de una de sus mayores pruebas de fe: Nelson Barbour,<br />

director de la revista El heraldo de la mañana. En un viaje de negocios, Russell obtuvo un ejemplar de esa revista y<br />

quedó sorprendido por lo que leyó. Al igual que Russell, Barbour sostenía que la vuelta de Cristo sería invisible.<br />

Russell concertó una cita con Barbour. El grupo de estudio bíblico de Russell, de unas 30 personas, pronto se unió al de<br />

Barbour, que era más grande. Russell donó fondos para imprimir la revista Herald of the Morning. Para esa época,<br />

Russell comenzó a vender sus negocios para dedicarse de lleno a la predicación. Estaba convencido de que la presencia<br />

del Señor era lo más importante. A la edad de 25 años, fue de ciudad en ciudad para hablar en diversas reuniones<br />

públicas, en las calles y en iglesias protestantes y a sus clérigos.<br />

Él no quería fundar otra iglesia, pues creía que ya había muchas confesiones. Más bien, presentaba a los clérigos<br />

enseñanzas bíblicas importantes y los instaba a estudiarlas con la Biblia y predicar ese mensaje desde el púlpito. Pero<br />

ellos se reían de él y seguían como siempre. Así que se dijo: “Alguien tiene que predicar esto”. Y dedicaba a esa labor su<br />

tiempo y energías.<br />

Uno podría pensar que siendo rico podría haber apoyado a algún otro, que podría haber tomado el camino fácil y<br />

haberle pagado a alguien que hiciera el trabajo. Pero se dedicó por entero a la obra y hasta vendió su negocio. Vemos<br />

claramente la pasión, el amor que sentía por la verdad.<br />

A los dos años de estar colaborando con Nelson Barbour, surgió una disputa que pondría a prueba la lealtad de cada<br />

miembro del grupo de estudio bíblico. Barbour había escrito un artículo en el Herald negando que la muerte de Cristo<br />

sirviera de rescate para los pecadores. Aunque decía creer en el rescate, Barbour escribió que la idea de que la muerte<br />

de Cristo paga los pecados de la humanidad era “antibíblica y contraria a todo sentido de la justicia”.<br />

Russell, su joven codirector, no concordó con eso. En las páginas del Herald, Russell defendió con ardor esta verdad<br />

bíblica: “Aunque me resulta desagradable, tengo que objetar a un artículo de mi hermano sobre este tema. No lo hago<br />

con ánimo de disputa, sino porque creo que la doctrina que él rechaza en ese artículo es una de las más importantes de<br />

la palabra de Dios. Jesucristo, por la gracia de Dios, murió por todos los hombres.” En el Herald, Barbour replicó: “Esa<br />

doctrina teológica es falsa, y esa justicia es una abominación del principio del bien y el mal.”<br />

Consternado por la negativa de Barbour a aceptar esta enseñanza bíblica, Russell le pidió en privado que dimitiera o que<br />

vendiera su parte de la revista. “Aunque lo sigo considerando un hermano en Cristo, los puntos en que diferimos me<br />

parecen tan fundamentales e importantes que la plena colaboración ya no puede existir entre nosotros. Creo que<br />

nuestra relación debe cesar.”<br />

Tras meses de disputas, el grupo de Russell se separó del de Barbour. Y, con el tiempo, Russell cortó todos sus vínculos<br />

con la revista Herald of the Morning.<br />

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<strong>LOS</strong> <strong>TESTIGOS</strong> <strong>DE</strong> JEHOVÁ: <strong>UNA</strong> <strong>HISTORIA</strong> <strong>DE</strong> <strong>FE</strong> <strong>VIVA</strong> <strong>Parte</strong> 1: Salen de la oscuridad


El hermano Russell comprendió que él no podía hacer nada ante la fe vacilante de aquel hombre, de hecho, ante su falta<br />

de fe. Así que entendió que la voluntad del Señor era que fundara otra revista, La Torre del Vigía de Sión y Heraldo de la<br />

Presencia de Cristo. El primer número fue el de julio de 1879. En el mismo año en que Thomas Edison patentó la<br />

bombilla de luz eléctrica, Charles Russell pasó de estudiante a editor. Así comenzó una nueva era de luz, tanto literal<br />

como espiritual.<br />

<strong>LOS</strong> ESTUDIANTES <strong>DE</strong> LA BIBLIA<br />

Desde su primer número, La Torre del Vigía de Sión defendió con firmeza el rescate. Muchos que habían estado unidos a<br />

Nelson Barbour se pusieron de parte de Russell. Entre 1879 y 1880, Russell y los lectores de La Torre del Vigía de Sión<br />

formaron 30 congregaciones. A sus miembros se les conocía simplemente como los Estudiantes de la Biblia.<br />

La gente que ama la verdad quiere respuestas a preguntas como ¿quién es Dios, ¿por qué estamos aquí o ¿adónde<br />

vamos Y le desilusiona lo que ve en las iglesias. Ellos buscaron la verdad, y la encontraron.<br />

A continuación, Russell y otros cristianos dedicados a Dios establecieron una sociedad bíblica sin fines de lucro para<br />

difundir más publicaciones bíblicas en diversos idiomas. Desde el mismo principio se decidió que no se pediría dinero a<br />

nadie. La obra tendría que sostenerse siempre con contribuciones voluntarias.<br />

La Conmemoración anual de la muerte de Cristo ofreció oportunidades de reunirse en asambleas. Con el tiempo, estas<br />

pasaron a celebrarse regularmente. En ellas se acostumbraba efectuar bautismos cristianos. Los Estudiantes de la Biblia<br />

se esforzaban por seguir el mandato bíblico de no abandonar las reuniones.<br />

En 1894 se adoptó otra medida para animar al pequeño pero creciente número de Estudiantes de la Biblia. Se enviaron<br />

representantes viajantes, llamados peregrinos, para que dirigieran las reuniones y fortalecieran a aquellas nuevas<br />

congregaciones.<br />

Para esa época, Russell comenzó a publicar unos libros que exponían los resultados de su investigación bíblica. En total<br />

escribió seis tomos. Llegaron a conocerse como Estudios de las Escrituras. A menudo, sus lectores se sentían impulsados<br />

a hablar con otros de lo que habían aprendido. Es obvio que las personas sinceras se sentían atraídas, pues comprendían<br />

que esta es la verdad. Y la verdad era algo muy distinto a lo que enseñaban otras religiones. Aquellos tomos tuvieron un<br />

gran impacto, pues algunas personas cambiaron de inmediato su vida. Los Estudiantes de la Biblia practicaban lo que<br />

aprendían en las Escrituras.<br />

A TODA LA TIERRA<br />

En 1881, el artículo “Se solicitan 1000 predicadores” invitó a los lectores de La Torre del Vigía de Sión a distribuir<br />

publicaciones bíblicas a la gente. Algunos evangelizadores de tiempo completo comenzaron a predicar de casa en casa y<br />

a llevar el mensaje a los hogares de la gente. La Torre del Vigía de julio de 1881 recordó a sus lectores que todos los<br />

cristianos debían predicar. Sabían que era la verdad y le hablaban de ella a la gente. Igual pasa hoy día: todo Testigo<br />

sabe que tiene la verdad y que debe transmitirla a otros. Ni más ni menos.<br />

En 1899, La Torre del Vigía de Sión propuso un nuevo método: entregar publicaciones a quienes salían de la iglesia los<br />

domingos. Al principio, Russell se esforzó por hablar con los pastores religiosos. Pero se dio cuenta de que no se podría<br />

modificar esos sistemas eclesiásticos, y que era más importante llevarle el mensaje a cada persona y darle la<br />

oportunidad.<br />

Podemos imaginar la reacción de los que salían. Habían ido a una iglesia o religión establecida, habían visto a un hombre<br />

instruido que, a su parecer, sabía de lo que hablaba. Y al salir se encontraban con personas comunes que querían<br />

enseñarles algo sobre la Biblia. Nuestra obra nunca tuvo un carácter de confrontación; lo que se quería era llevar el<br />

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<strong>LOS</strong> <strong>TESTIGOS</strong> <strong>DE</strong> JEHOVÁ: <strong>UNA</strong> <strong>HISTORIA</strong> <strong>DE</strong> <strong>FE</strong> <strong>VIVA</strong> <strong>Parte</strong> 1: Salen de la oscuridad


mensaje. La confrontación vino porque estábamos allí, porque hacíamos la obra. Pero la idea era dirigir la atención al<br />

mensaje bíblico.<br />

Estos folletos y tratados denunciaban que las iglesias se habían alejado de las doctrinas bíblicas. Y por eso enojaron al<br />

clero de la cristiandad. Claro, los ingresos de muchas iglesias se redujeron. Porque una vez que la gente veía la verdad y<br />

se daba cuenta de que se le había enseñado doctrinas falsas, lógicamente se retiraba y dejaba de apoyar esas<br />

instituciones religiosas.<br />

En 1903, el Carnegie Hall de Pittsburgh fue escenario de un debate que duró seis días. E. L. Eaton, pastor de la Iglesia<br />

Metodista Episcopal y representante de una alianza de clérigos protestantes, tenía un objetivo: refutar las enseñanzas<br />

de Russell, en particular sobre el estado de los muertos.<br />

Lo que querían era que Russell pareciera un ignorante y un farsante incapaz de predicar sobre temas bíblicos a un<br />

auditorio.<br />

Russell presentó muy bien sus argumentos y estableció las verdades bíblicas, demostrando que estaba capacitado para<br />

enseñar las Escrituras.<br />

La gente no solo pudo ver la diferencia entre los dos, sino también que muchas de esas verdades bíblicas eran muy<br />

claras. Se dice que cierto ministro que había ido a apoyar a Eaton se acercó después a Russell y le dijo: “Me alegro de<br />

verle dirigir la manguera al infierno y apagar el fuego”.<br />

El periódico local fue publicando una crónica completa del debate del día anterior. Y eso dio a los hermanos la idea: ¿por<br />

qué no publicar cada semana en todos los periódicos un sermón del hermano Russell Así que telegrafiaron los<br />

sermones a los periódicos de Estados Unidos y Canadá, e incluso algunas partes de Europa. Los sermones de Russell<br />

salían publicados en 2,000 periódicos, con 15 millones de lectores.<br />

Aunque el mensaje se difundía con rapidez, los Estudiantes de la Biblia estaban decididos a llevarlo a todos los rincones<br />

de la Tierra. Con ese objetivo, Russell preparó una campaña de predicación aún más vigorosa. Hasta 1908, la obra se<br />

había dirigido desde la ciudad natal de Russell, que ahora es parte de Pittsburgh, en Pensilvania. Pero la sede central,<br />

conocida como la Casa Bíblica, era muy pequeña para llevar a cabo una obra más extensa, de alcance internacional.<br />

En 1908, Russell envió a J. F. Rutherford y a otros hermanos a la ciudad de Nueva York para buscar una sede más<br />

adecuada. Se llamó al lugar Betel, que significa “Casa de Dios”. A quienes vivían allí se les llamó la familia Betel. Todos<br />

ellos eran voluntarios que trabajaban con entusiasmo para que la luz de la Biblia brillara en toda la Tierra. Ya en 1891,<br />

Russell y algunos colaboradores habían viajado al extranjero para ayudar espiritualmente a la gente. En un viaje de más<br />

de 27,000 kilómetros llegaron a Europa, Asia y África.<br />

Una de las cosas que quedaron claras en ese viaje fue que se necesitaban publicaciones en distintos idiomas. Cuando él<br />

visitaba un lugar, al poco tiempo florecían grupos de Estudiantes de la Biblia. La obra cobró un carácter internacional.<br />

Pero desde 1909 hasta 1912, Russell intensificó su actividad y viajó por Europa, Oriente Medio y alrededor de todo el<br />

mundo. En sus viajes pudo ver cómo vivían millones de personas. Y vio por sí mismo lo que realmente implicaba hacer<br />

brillar la luz de la verdad en toda la Tierra.<br />

<strong>UNA</strong> NUEVA MANERA <strong>DE</strong> REFLEJAR LA LUZ<br />

En 1914 había 5000 Estudiantes de la Biblia predicando en 68 países. La población mundial se iba acercando a los 2000<br />

millones. ¿Habría alguna forma de llegar a más personas en menos tiempo<br />

Los avances técnicos habían abierto una posibilidad.<br />

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“El Foto-Drama de la Creación es una producción de la IBSA, la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia. Su<br />

objetivo es la enseñanza pública de naturaleza religioso-científica y la defensa de la Biblia como Palabra inspirada de<br />

Dios”.<br />

Los Estudiantes de la Biblia hicieron algo nunca antes visto. Sincronizando diapositivas y películas con música y diálogos,<br />

produjeron una presentación audiovisual de ocho horas de duración. La idea era mostrar el desarrollo del propósito de<br />

Dios desde el principio de la creación de la Tierra hasta el Reinado Milenario de Cristo. Se proyectaba en sesiones de dos<br />

horas durante cuatro noches.<br />

La primera parte hablaba de los días creativos, el Diluvio de Noé y la fe de Abrahán. La segunda mostraba escenas de lo<br />

que Dios hizo por el antiguo Israel, desde el éxodo, hasta la época de los reyes de Judá. La tercera se centraba en la<br />

destrucción del templo de Salomón y en el cumplimento de las profecías mesiánicas. Y la cuarta sesión relataba la<br />

historia de la difusión del cristianismo, la persecución que se produjo y la enorme cantidad de personas a las que todavía<br />

había que llevar el mensaje del Reino.<br />

Se organizaron las exhibiciones para que cada día se mostrara el “Foto-Drama” en 80 ciudades. Y los propios Estudiantes<br />

de la Biblia costeaban todos los gastos que suponía alquilar auditorios adecuados.<br />

El “Foto-Drama de la Creación” fue una proeza técnica única hasta entonces. Tendría que pasar otra década para que<br />

una película comercial de larga duración combinara música, diálogos y tomas en color. En un solo año, nueve millones<br />

de personas habían visto por toda la Tierra el “Foto-Drama de la Creación”. Y muchos se convencieron de que habían<br />

descubierto la senda de la luz, que se iba haciendo más y más brillante.<br />

1914: UN AÑO MARCADO<br />

En 1876, Russell había escrito en la revista Bible Examiner un artículo titulado “Los Tiempos de los Gentiles: ¿cuándo<br />

terminan”, en el que declaró que los “siete tiempos” terminarían en 1914. Tras analizar el sueño del árbol, del capítulo<br />

4 de Daniel, Russell llegó a la conclusión de que la dinastía que comenzó con el rey David sería restaurada 2.520 años<br />

después de su derrocamiento. Durante esos años no reinaría ningún descendiente de David. Los Estudiantes de la Biblia<br />

llamaron a ese período “los tiempos de los gentiles”. ¿Qué ocurriría al final de esos años Ellos concluyeron que, como<br />

Jesús es el único que puede heredar el trono de David, él mismo comenzaría a reinar en 1914. ¿Qué significaría eso para<br />

la Tierra Basándose en los capítulos 2 de Daniel y 24 de Mateo, proclamaron que vendría un período de anarquía que<br />

culminaría en el fin de este sistema de cosas. Creían que en ese momento la congregación sería llevada al cielo.<br />

Comprendieron que 1914 era un año importante, que significaba el fin de los tiempos de los gentiles. Creían que la obra<br />

quizás quedaría terminada y que ellos se irían a casa, por así decirlo. Así que anhelaban recibir su recompensa. La verdad<br />

es que entendían que aquel año era importante. Ante todo, pensaban que marcaría el comienzo del juicio contra este<br />

mundo, el Armagedón.<br />

Pero en general, la gente preveía un futuro muy distinto. Muchas personas que escribieron sus recuerdos del verano de<br />

1914 dicen que fue “excepcionalmente tranquilo”, “lleno de esperanza y buenas promesas”. Algunos analistas pensaban<br />

que nunca había habido mejores condiciones para lograr la paz mundial. Los Estudiantes de la Biblia habían predicado<br />

que vendría una anarquía mundial, y eso parecía casi imposible. Sin embargo, ellos siguieron trabajando muy pendientes<br />

del calendario. Entonces, el 28 de junio de 1914, el heredero del Imperio austro-húngaro y su esposa fueron asesinados.<br />

Aquellos disparos desencadenaron la guerra más sangrienta que la humanidad había sufrido hasta entonces. La<br />

sensación de tranquilidad se desplomó a medida que una nación tras otra se enzarzaba en “la Gran Guerra”.<br />

Estos y otros sucesos históricos coincidieron con lo que Jesús dijo que marcaría “la conclusión del sistema de cosas”.<br />

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<strong>LOS</strong> <strong>TESTIGOS</strong> <strong>DE</strong> JEHOVÁ: <strong>UNA</strong> <strong>HISTORIA</strong> <strong>DE</strong> <strong>FE</strong> <strong>VIVA</strong> <strong>Parte</strong> 1: Salen de la oscuridad


Cuando en julio estalló la primera guerra mundial, vieron que habían estado en lo cierto. Eso fortaleció su fe en la Biblia<br />

–en la Palabra profética de Jehová–, pero también su confianza en que Jehová estaba usando al hermano Russell y sus<br />

colaboradores para explicar la verdad. Si ya es sorprendente que reconocieran la señal de los tiempos predicha por<br />

Jesús, aún es más asombroso que pudieran señalar el año exacto.<br />

UN PERIODO <strong>DE</strong> PRUEBAS<br />

El 2 de octubre de 1914, en el Betel de Brooklyn, Charles Russell hizo un impresionante anuncio: “Los tiempos de los<br />

gentiles han terminado; el día de sus reyes ha pasado”. Había grandes expectativas. Muchos Estudiantes de la Biblia<br />

esperaban una recompensa celestial inmediata.<br />

Solo puedo decir que mi madre estaba dispuesta a venderlo todo porque pensaba que el fin vendría en 1914, y muchos<br />

hermanos creían lo mismo en aquel entonces.<br />

Pese a tales expectativas, las angustiosas condiciones mundiales que se desataron en 1914 no significarían que la obra<br />

de los Estudiantes de la Biblia había terminado. Russell estaba seguro de que aún quedaba mucho por hacer. Por eso<br />

escribió: “¡No debemos perder tiempo soñando que la puerta se ha cerrado! Hay personas que están buscando la<br />

Verdad, personas que están sentadas en las tinieblas”. (La Torre del Vigía, 15 de febrero de 1915).<br />

Pero no sería él quien llegaría a esas personas. En 1916, en el transcurso de una gira de predicación, murió a la edad de<br />

64 años. Había gastado toda su fortuna predicando el mensaje bíblico. Y aunque la mayoría de los Estudiantes de la<br />

Biblia siguieron estudiando las Escrituras y proclamando su mensaje, otros no pudieron sobreponerse a la decepción. La<br />

decepción de que en 1914 no se cumpliera todo lo que esperaban, unida al lógico dolor por la muerte de Russell.<br />

Bueno, fue un gran golpe porque estaban acostumbrados a seguir su guía, y se imaginaban que iba a seguir guiándolos<br />

hasta que viniera el Señor y se los llevara a todos al cielo. Y durante un tiempo no supieron qué hacer. Estaban<br />

aturdidos, sin saber cómo seguir adelante.<br />

Hubo quienes se apartaron de los Estudiantes de la Biblia e intentaron llevarse a otros con ellos. ¿Qué pasaría con los<br />

Estudiantes de la Biblia ¿Se dispersarían como si hubieran sido seguidores de Russell<br />

Esta no es una obra de hombres. Es la obra de Jehová. Es obvio que Jehová ya había elegido a su organización por la<br />

fidelidad y la sinceridad de quienes estaban tras ella. Y que la había escogido para hacer su obra. Había suficientes<br />

hombres sinceros, que buscaban la verdad y deseaban cumplir la voluntad de Dios, para impedir que la organización se<br />

desintegrara.<br />

En vez de ceder al desaliento por lo que no pasó en 1914, los Estudiantes de la Biblia se concentraron en entender el<br />

significado de lo que sí había ocurrido. La guerra mundial y sus secuelas habían sido los acontecimientos estremecedores<br />

que Russell había anunciado casi 40 años atrás. Los Estudiantes de la Biblia fueron comprendiendo que la presencia de<br />

Cristo había empezado en 1914 y que ya vivían en los últimos días de este mundo.<br />

Dos meses después de la muerte de Russell se nombró a Joseph Rutherford para supervisar la obra. Rutherford había<br />

sido un estrecho colaborador de Russell, había viajado con él y había hablado en su defensa. Al igual que Russell, creía<br />

que las buenas nuevas debían predicarse. Era una persona dinámica y no se dejaba intimidar. Sin embargo, no todos<br />

valoraban estas características, ni siquiera algunos Estudiantes de la Biblia. El hermano Rutherford tenía una<br />

personalidad muy distinta, pues era un tanto brusco y no temía ofender a nadie. Creo que fue una enorme prueba para<br />

los hermanos, ya que en realidad habían estado adorando a la criatura más que al Creador.<br />

Rutherford dio instrucciones de que las notas de Russell para el séptimo tomo de Estudios de las Escrituras se<br />

compilaran en un nuevo libro llamado El misterio terminado. El día que el libro quedó listo y le llevaron bastantes<br />

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<strong>LOS</strong> <strong>TESTIGOS</strong> <strong>DE</strong> JEHOVÁ: <strong>UNA</strong> <strong>HISTORIA</strong> <strong>DE</strong> <strong>FE</strong> <strong>VIVA</strong> <strong>Parte</strong> 1: Salen de la oscuridad


ejemplares a su oficina, dispuso que se colocara uno en cada lugar de las mesas del comedor. Así, cuando la familia bajó<br />

a comer, cada miembro tenía un ejemplar. Algunos estaban entusiasmados e intrigados a la vez, preguntándose qué<br />

significaba aquello.<br />

Pero ya existía una tensión creciente en la familia, pues había hermanos con responsabilidades que estaban resentidos<br />

con Rutherford. Querían ser más prominentes. Así que aprovecharon la oportunidad para acusarlo de publicar el libro<br />

sin consultar con ellos ni pedirles permiso. Durante cinco horas le lanzaron un montón de acusaciones injustas. El<br />

hermano Macmillan contó que, bueno, ese día todos se fueron del comedor sin apenas tocar la comida y muy tristes.<br />

Pero el libro tuvo una buena acogida entre el público en general. Inicialmente pensaban en una tirada de menos de<br />

100,000 ejemplares. Pero en poco tiempo se tuvieron que imprimir más de 850,000.<br />

El clero llegó a detestar el libro, pues exponía sus enseñanzas y prácticas antibíblicas. Y condenaba abiertamente su<br />

participación en la guerra mundial. ¡Así que el clero contraatacó! Aprovechándose del intenso patriotismo generado por<br />

la guerra, acusaron falsamente a los Estudiantes de la Biblia de sedición, espionaje y traición, e instaron al gobierno<br />

estadounidense a poner fin a su obra. El 8 de mayo de 1918, Joseph Rutherford y siete de sus colaboradores fueron<br />

arrestados. El 20 de junio se les declaro culpables de cuatro cargos de sedición.<br />

El 4 de julio de 1918 se les llevo a la prisión federal de Atlanta, en Georgia. ¿Cuál fue la sentencia 20 años de prisión<br />

para George Fisher, Hugh Macmillan, Robert Martin, Frederick Robison, Joseph Rutherford, William Van Amburgh y<br />

Clayton Woodworth. Diez años de prisión para Giovanni DeCecca.<br />

El hecho de que se les encarcelara fue un golpe muy duro para ellos. ¿Habían hecho algo que no debían hacer ¿Estaba<br />

el Señor disgustado con ellos, o solo lo estaba permitiendo No lo sabían.<br />

El Diablo incita a la gente a oponerse a nosotros directa o indirectamente. Y la acusación de sedición suele emplearse<br />

contra los siervos de Jehová. Pero no es más que otra artimaña. Aquellos hermanos no iban por ahí intentando derrocar<br />

al gobierno de Estados Unidos.<br />

El 26 de agosto de 1918, las oficinas centrales de Brooklyn fueron clausuradas, de modo que las operaciones volvieron a<br />

Pittsburgh. El clero pensaba que había logrado silenciar a los Estudiantes de la Biblia.<br />

¡ANUNCIEN! ¡ANUNCIEN! ¡ANUNCIEN!<br />

El 11 de noviembre de 1918 acabó la guerra mundial. A los prisioneros de guerra se les puso en libertad, pero a<br />

Rutherford y sus compañeros no. Parecía que sus adversarios habían triunfado. Sin embargo, los Estudiantes de la Biblia<br />

llevaron a cabo una recogida de firmas para lograr su liberación, y obtuvieron nada menos que 700,000.<br />

El 12 de marzo de 1919, Woodrow Wilson, presidente de Estados Unidos, reconoció que las condenas de prisión eran<br />

excesivas. El 26 de marzo, los ocho hombres salieron en libertad, y más tarde se retiraron los cargos.<br />

Pero el Señor los estaba preparando para el futuro. Iba a ser una batalla con el mundo político, religioso y comercial, y<br />

cuando el hermano Rutherford salió, estaba listo y capacitado para esa batalla.<br />

Estos hombres salieron de prisión con un celo ardiente. Al cabo de seis meses, las oficinas centrales ya habían vuelto a<br />

Brooklyn y se había organizado una asamblea en Cedar Point, en Ohio. Fue allí donde se presentó la revista compañera<br />

de La Torre del Vigía, llamada The Golden Age. ¿Su propósito Aclarar qué significan los sucesos mundiales e infundir<br />

esperanza en que Dios eliminará todos los problemas.<br />

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Rutherford y sus compañeros acababan de salir de la prisión. En un par de meses lograron organizar esta enorme<br />

asamblea, y entonces anunciaron la aparición de la nueva revista. Es algo realmente increíble. De estar en una situación<br />

en la que apenas sucedía nada, pasaron a ir a toda máquina.<br />

El 8 de septiembre de 1922 se celebró otra asamblea en Cedar Point. En ella, Rutherford pronunció el que quizás sería su<br />

discurso más memorable.<br />

– ¿Creen ustedes que el glorioso Rey ya empezó a reinar<br />

– ¡Sí!<br />

– Entonces, ¡otra vez al campo! El mundo tiene que saber que Jehová es Dios y que Jesucristo es el Rey de reyes y Señor<br />

de señores. Este es el día más importante. ¡Miren, el Rey rige! Ustedes con sus agentes de publicidad. Por tanto...<br />

¡anuncien, anuncien, anuncien al Rey y su reino!<br />

Y eso fue precisamente lo que hicieron.<br />

Para ellos debe haber sido abrumador contemplar el mundo como su territorio y ver apenas unos pocos miles de<br />

obreros. Sabían que Jehová los ayudaría, y que otros se les unirían. Sabían que la obra se expandiría.<br />

Uno puede imaginarse a alguien sentado allí diciendo: “¿Cómo piensan lograr todo eso”. Y parecería una pregunta<br />

oportuna. Pero aquellos hermanos no se preocupaban de eso. Confiaban por completo en Jehová.<br />

En ese momento, y en vista del discurso de Rutherford, solo sabíamos que teníamos una obra que se nos había confiado<br />

y había que terminarla. Así que nos concentramos en cumplir nuestra comisión como sus siervos aquí en la Tierra.<br />

Tenían una fe enorme. No sabían del todo cómo irían las cosas, pero su fe en Jehová los impulsaba a salir sin más y<br />

dejarle los resultados a él.<br />

Como algunos que los habían precedido, aquellos estudiantes de la Biblia tuvieron el valor de rechazar las doctrinas<br />

falsas. La diferencia fue que ellos se mantuvieron unidos. Y no dejaron de predicar, ni siquiera frente a intensa oposición.<br />

Por su aguante, siguieron sintiendo el profundo gozo que les producía haber salido de la oscuridad. Tenían una obra<br />

enorme ante ellos. Su vida estaría marcada por los sacrificios, y también los grandes logros. Pero su fe en que Cristo<br />

había empezado a reinar, junto con su gratitud por la guía y el apoyo de Jehová, les dio el valor que necesitaban para<br />

hacer brillar la luz de la verdad en toda la Tierra.<br />

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