español - Global Water Partnership
español - Global Water Partnership
español - Global Water Partnership
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
1. LA POBLACIÓN Y LAS CRECIDAS<br />
Las crecidas son un fenómeno natural. Sin embargo, los desastres causados por ellas son el resultado de<br />
una interacción entre ese fenómeno natural y los procesos medioambientales, sociales y económicos.<br />
Por ello, para definir una metodología integrada de gestión de crecidas es necesario comprender la<br />
vulnerabilidad de la sociedad a los peligros de crecidas, así como las características hidrológicas de los<br />
riesgos de crecida y la percepción social de este fenómeno.<br />
1.1 Índole y causas de las crecidas<br />
El ciclo hidrológico, alimentado por la energía solar, aporta agua dulce a la tierra gracias a las precipitaciones<br />
anuales, que en un lugar dado son constantes durante largos períodos de tiempo, aunque varían de un año<br />
para otro. Parte de la precipitación se infiltra en el terreno y se almacena en forma de agua subterránea. En<br />
ciertos casos, la distribución espacial y temporal y la intensidad de las precipitaciones aportan cada año a las<br />
corrientes fluviales grandes oleadas de agua. Esta aportación es decisiva para la supervivencia de los seres<br />
humanos y de la flora y la fauna.<br />
Cuando los ríos y arroyos reciben más agua de la que pueden transportar, ésta rebosa por las tierras<br />
adyacentes y causa inundaciones, es decir, crecidas. Así pues, las crecidas están causadas por un exceso de<br />
lluvia o por la fusión de las nieves, o por una menor capacidad de transporte del cauce debida a la deposición<br />
de lodo, obstrucciones de hielo, o un sistema inadecuado de vías de drenaje. En el Anexo I se describen<br />
otros tipos de crecidas y se señalan sus efectos potenciales. Los cambios antropógenos en las áreas de<br />
captación y en las planicies de inundación afectan también a la frecuencia, intensidad y características<br />
naturales de las crecidas. En la Tabla 1 se indican varios factores meteorológicos, hidrológicos y humanos<br />
que contribuyen a las crecidas.<br />
En función de la topografía y de las características de su cauce, una cuenca fluvial puede dividirse en tres<br />
partes: tramo superior, tramo intermedio y tramo inferior. El tramo superior constituye la fuente principal<br />
de agua, y presenta cauces de fuerte pendiente, generalmente circunscritos a los valles y propensos a<br />
deslizamientos de tierras y de lodo. El porcentaje de escorrentía superficial que proviene de la lluvia depende<br />
de varios factores, como el gradiente de la cuenca de drenaje, la geología, o las características del suelo. El<br />
tramo intermedio, que recorre valles extensos con cauces generalmente estables, forma estrechas planicies<br />
de inundación y se caracteriza por crecidas súbitas o repentinas. El tramo inferior abarca principalmente las<br />
planicies de inundación poco elevadas que rodean la corriente principal, sus afluentes, y la desembocadura<br />
en el mar. Estas planicies de inundación pueden ser franjas estrechas de tierra que conforman las riberas<br />
del cauce, con una extensión de decenas o centenares de metros y, ocasionalmente, hasta decenas o<br />
centenares de kilómetros en el tramo aluvial. La escorrentía superficial de los cursos fluviales desagua en<br />
los océanos y en los mares, formando estuarios y ríos confluyentes.<br />
1.2 Efectos positivos y negativos de las crecidas<br />
Cuando se aborda el tema de las crecidas y de sus efectos, se suele poner de relieve su carácter destructivo.<br />
Las crecidas son un fenómeno muy especial, ya que es de los pocos que no tiene sólo consecuencias<br />
negativas, sino también efectos beneficiosos. Para abordar la gestión de crecidas desde una perspectiva<br />
<br />
La población y las crecidas