Miguel Zugaza - Centro de Estudios Garrigues

ENTREVISTA
cializado hasta el menos preparado, a un
madrileño y a un japonés. En este sentido
el Prado después de la ampliación
dispondrá del espacio necesario para
poder atender mejor las visitas y cuidar
con la mayor delicadeza y atención la
relación del Museo con el público, una
relación en la que todavía tenemos que
avanzar muchísimo
-¿Qué ofrece El Prado a quien se acerca
a visitarlo
El Museo da acceso a una de las mejores
colecciones de arte del mundo, pintura
fundamentalmente, a través de una
colección irrepetible. No es un Museo de
carácter enciclopédico como son los
Museos anglosajones o americanos. El
Prado tiene una colección que representa
fundamentalmente el gusto coleccionista
de los Reyes de España, la cultura
italiana, flamenca y española principalmente.
Esa es la gran oferta del Museo
del Prado. Además el Museo tiene un programa
de exposiciones temporales que
permite bien profundizar en aquello que
tiene, como es el caso de la actual exposición
de Tintoretto, o bien contemplar
temporalmente sus lagunas como han
sido en el pasado las exposiciones de
Vermeer o Manet.
-Miguel ¿qué nos puedes adelantar
sobre la ampliación del Museo
La ampliación es el proyecto estratégico
del Museo, se lleva hablando de la necesidad
de ampliar el Museo desde hace
décadas, de hecho yo veo la ampliación
del Prado como el final de un largo camino
o historia de ampliaciones en los principales
Museos históricos internacionales,
el primero lo inició en Washington la
National Gallery ,que se amplió a finales
de la década de los 70, y ahora ese ciclo
se cierra con el Prado. Lo que resuelve
esta ampliación es fundamentalmente la
posibilidad de una reordenación de los
servicios del Museo, poder responder al
cambio social que se ha producido, los
museos han pasado de ser instituciones
muy poco frecuentadas a ser masivamente
visitadas. El Prado recibe más de
2 millones de visitantes anuales, pero
dentro de muy poco tiempo previsiblemente
serán casi 3 millones de personas
las que nos visiten cada año, por eso el
Museo necesita responder a esta creciente
demanda.
La ampliación del Prado se planteó como
un Campus museístico, donde interviene
el Edificio Villanueva, que es el edificio
histórico, que será notablemente ampliado
en la zona del área del Claustro de los
Jerónimos gracias al proyecto de Rafael
Moneo. Pero, además de esta ampliación
que es la más conocida, el Museo
incorporará próximamente dos edificos
emblemáticos de su entorno: el Casón
del Buen Retiro y el Museo del Ejército,
antiguos Salón de Bailes y Salón de Reinos
de desaparecido Palacio del Buen
Retiro. Se trata sin duda de una ampliación
singular. Frente a otros Museos que
se han ampliado sólo en su propia sede,
el Prado constituye un proyecto un poco
más complejo de ampliación: en tres edificios
diferentes.
Concretamente el nuevo edifico del
Claustro van a permitir disponer de un
gran espacio de atención al visitante,
desarrollar el programa de exposiciones
temporales sin necesidad alterar la vida
del Museo y, de forma más íntima pero no
menos importante. ofreciendo al Museo
espacio amplio y adecuado para restauración
y para la documentación técnica y
estudio de las obras que conserva el
Museo, además de unos grandes depósitos
donde vamos a conservar las obras
que no exponemos normalmente. Es
decir, que la ampliación tiene una doble
vocación, una vocación pública, más
presente y conocida por todos, y una
vocación privada de la actividad del
Museo, tal vez menos relevante desde el
punto de vista público pero desde luego
tan imprescindible y perseguida como la
primera. La gran aportación que hace el
nuevo edificio es velar por el espacio del
edificio existente, es decir, todas las servidumbres
que ha tenido que ir aceptando
el edificio Villanueva que es una obra
maestra en si misma de la arquitectura
original del Prado, pasarán al nuevo edificio,
y esto nos va a permitir aumentar la
colección permanente en más de un 25
%. Cabe destacar que toda la obra se ha
realizado con el máximo respeto al edificio
original y al entorno. Moneo ha conseguido
mimetizarlos hasta tal punto que yo
creo que, al poco tiempo de inaugurarse
la ampliación, va a parecer que nunca
existió. Creo que a la gente le va a gustar
y que todo el que venga al Museo del
Prado después de abrir la ampliación va
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