verbo-libertario-2
verbo-libertario-2
verbo-libertario-2
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Verbo Libertario Núm. 2 enero-abril 2014<br />
Es entonces cuando la izquierda “bien portada” aparece<br />
en el mapa, pues se deslindan del chivo expiatorio. Esta<br />
izquierda está entre el evidente deseo de un orden y un<br />
sistema nuevo, pero no quiere ser linchada y prefiere hacer<br />
las cosas desde el sistema mismo. ¿Por qué Porque no<br />
quiere desaprovechar la oportunidad de que alguien le<br />
preste un micrófono, para ser parte del “nosotros” que han<br />
generado los medios y el Estado. Lamentablemente, quien<br />
está en esta posición debe cuidar que sus medidas para<br />
“cambiar al sistema desde adentro” no terminen siendo<br />
paliativos. En mi opinión, eso les sucede la mayor parte<br />
de las veces: la exigencia de un mundo nuevo se vuelve el<br />
reforzamiento de una democracia capitalista. El grito por<br />
la igualdad se traduce en la igualdad de oportunidades<br />
para entrar en el mercado ya establecido. No se protesta<br />
por el odio al capitalismo, sino porque el capitalismo no<br />
está funcionando como prometía.<br />
Con respecto al anarquismo, puedo decir que, mientras<br />
no se dogmatice y sea reflexivo, éste tiene una posibilidad<br />
mayor de no convertirse en un paliativo. Una filosofía<br />
política de este tipo requiere un ejercicio de renuncia de<br />
hábitos y conceptos de un sistema preestablecido. En<br />
este sentido, el anarquismo también puede verse como<br />
un ejercicio filosófico para la vida práctica. Un ejercicio<br />
filosófico porque invita a preguntarnos<br />
¿hasta qué punto podemos ser<br />
antisistémicos ¿Hasta qué punto<br />
podemos liberarnos de las prenociones,<br />
las categorías impuestas, el orden<br />
establecido ¿Existe tal cosa como la<br />
libertad o la autonomía ¿Cuál es nuestra<br />
posibilidad de influir en un mundo ya construido<br />
Esto, siempre y cuando el anarquismo<br />
sea anárquico consigo mismo.<br />
Por eso me parece importante refutar a los medios<br />
que utilizan el término en un sentido necesariamente<br />
peyorativo, pues en una sociedad de descontento, en la que<br />
abundan los paliativos para parchar los males de manera<br />
asistencialista y los actos caritativos que favorecen las<br />
crisis que suponen curar, en un mundo en el que está<br />
de moda “salvar el mundo”, las<br />
propuestas anarquistas, tan mal<br />
vistas por la mayoría, son lo<br />
más antisistémico, y por consiguiente,<br />
lo que más nos puede ayudar<br />
auténticamente a construir un mundo<br />
nuevo. A causa de esta violencia de la representación,<br />
el anarquismo seguirá siendo<br />
chivo expiatorio por mucho tiempo, pero no<br />
me cansaré de decir que es nuestro deber como<br />
lectores y consumidores de noticias hacer una<br />
segunda revisión de los discursos que permean y<br />
que constituyen nuestra forma más inmediata<br />
(previamente digerida) de ver el mundo. Y esta<br />
ya es una actitud anárquica.<br />
• • • 30 • • •