12.01.2015 Views

Descargar PDF - Inicio - UNAM

Descargar PDF - Inicio - UNAM

Descargar PDF - Inicio - UNAM

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

protegido cuando Perico había estado en prisión. Está acongojado<br />

por la culpa. Se cuestiona qué puede hacer un secular de<br />

existencia escandalosa como la suya cuando observa que un religioso,<br />

que ha profesado la virtud, que ha jurado separarse del<br />

mundo y de refrenar sus pasiones, escandaliza con su “perverso<br />

ejemplo” (1990a: 119).<br />

Don Antonio muere siendo dueño de la hacienda que había<br />

administrado, siendo el patrón más solidario, generoso y justo<br />

de una hacienda. Un protector que lo convierte en heredero universal<br />

de sus bienes y de su bonhomía. Sus últimos días los vive<br />

en la bonanza, como dueño de la hacienda que le hereda don<br />

Antonio. Y la pasa divertido porque la virtud jamás ha estado<br />

reñida con la alegría y la honestidad (1990b: 351): Dios no nos<br />

quiere mustios ni zonzos (1990b: 351).<br />

En la parte última de la novela le toca el turno a Tánatos. En<br />

aquellos sus últimos momentos declara que no existen los diablos<br />

(tema que repite en su Pastorela) porque Dios no necesita<br />

valerse de títeres aéreos para castigar y aterrorizar al pecador.<br />

La mala conciencia, los remordimientos son demonios y espantajos<br />

alojados en el alma.<br />

Como disposición testamentaria, prohíbe que en sus minutos<br />

postreros las devotas empiecen a “jesusearlo”, obligándolo<br />

a marcharse con ese sonsonete y con un altero de quejas<br />

desaforadas. Tampoco en su cabecera debe escucharse la<br />

cantinela de “Jesús te ayude, Jesús te ampare y te favorezca”<br />

(1990a: 401), porque su constricción deposita su confianza en<br />

la misericordia que ha despertado en su corazón la fe, la esperanza<br />

y la caridad. Demanda que lo dejen bien morir sin que<br />

le pongan caldo en la boca, sino que se la humedezcan con<br />

algodones mojados.<br />

65

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!