12.01.2015 Views

Descargar PDF - Inicio - UNAM

Descargar PDF - Inicio - UNAM

Descargar PDF - Inicio - UNAM

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

que Don Quijote a Ginés de Pasamonte, según Don Pedro. En su<br />

lugar, amarró a un indio tirado en la calle que estaba borracho y<br />

dormido. La víctima ni siquiera entendió las acusaciones. Fernández<br />

Lizardi acude a otro episodio similar, el del Payo y Lorenza<br />

(historias dentro de la historia principal al modo de Don Quijote).<br />

Los escribanos que cumplían honestamente con sus deberes,<br />

sufrieron indirectamente los vejámenes que atañían al resto,<br />

efectos de la inculpación en falso, sentencia Pedro Sarmiento.<br />

En general los escribanos atropellaban las leyes, recurrían a testimonios<br />

falsos. Por unas onzas invocaban cédulas y órdenes<br />

reales interpretándolas a voluntad, porque del arte por medio<br />

de la “cábala con la pluma se aprende mañas” (1990a: 415). Con<br />

tal ejemplo del “cagatinta perverso” (1990a: 415), Perico Sarniento<br />

aprendió a acriminar y defender reos, formar sumarias<br />

y a conducir procesos. Por ejemplo, a don Severo, un pobre, lo<br />

trataron con soberbia, utilizaron “testigos instrumentales” o citaron<br />

nombres de supuestos culpables (1990a: 419), y le enredaron<br />

con latinajos ajenos a su comprensión.<br />

De nuevo, por su tendencia al delito, fue encarcelado en la<br />

Cárcel de Corte (ya con el subdelegado Chanfaina muerto). Harto<br />

de su condición de mal viviente decide suicidarse. Entonces<br />

la bondad aparece: una india lo lleva a su jacal y le da un frugal<br />

tentempié.<br />

La cuadriga buena del alma de Periquillo, opuesta a la parte<br />

mala (en metáfora de El Fedro de Platón), le dice que hubo tantos<br />

escribanos y represores “tan pelotas” o faltos de entendimiento<br />

y honestidad, tan maliciosos, que habían logrado que el vulgo los<br />

mirara con un enorme desafecto, que el pueblo detestara una<br />

profesión que, por definición, debería ser noble, ordenadora y<br />

ética. Nada extrañaba que la población confundiera sus deberes<br />

con los actos de los criminales trapaceros. Casalla replica, en di-<br />

56

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!