En torno al epistolario Jaspers-Heidegger - cristobal holzapfel
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se entrega ciega y distraídamente a una empresa, que se le presenta de una manera tan distinta a como es en la realidad, y que pronto está desorientado delante de un montón de escombros y que igual se deja llevar". Esta metáfora y comparación que Jaspers se permite hacer revela uno de los rasgos que ya Hannah Arendt resaltaba de su íntimo amigo y maestro Jaspers, cual es su franqueza total, asociado ello a su vez con su modo peculiar de entender la comunicación como abierta y sin reservas, y que obliga a quienes la practican a decirse cara a cara todo lo que tengan que decirse. Ello corresponde también al modo de entender la "sociedad de lucha" que ambos pensadores procuraron formar, como él tantas veces se lo expresara al propio Heidegger. P 3 A propósito de ello, ahora que ya nos aproximamos al término de nuestro examen del epistolario Jaspers-Heidegger, podríamos decir que esa sociedad, si acaso tuvo alguna realización, y no se limitó a ser un mero sueño, como suele suceder muy frecuentemente por lo demás, fue precisamente en este epistolario. Y lo cierto es que, si estamos de acuerdo con ello, el resultado de esta sociedad no es tan magro dentro de todo, ya que, por lo que hemos podido ver, no pocas ideas decisivas de ambos pensadores, como las de la comunicación y de la técnica han sido objeto de discusión y análisis dentro de este epistolario, aunque, por otro lado, siempre con la limitación de desarrollar la discusión de los asuntos que sea el caso hasta cierto punto, y siempre con la idea de que si aquella "sociedad de lucha" llegaba a constituirse, entonces sería dentro de ese marco que tratarían las cuestiones en discusión hasta las últimas consecuencias. Vistas las cosas así, podemos decir que éste, como quizás todo epistolario, ha tenido el carácter de lo que nos prepara para el vivir, para el efectivo instalarnos en el mundo, diríamos del proyecto de vida, y a partir de esa consideración resulta claro que es mucho lo que hay en él de sueño no cabalmente realizado o no realizado en absoluto. Un epistolario es pues también eso: proyecto. P 4 Dentro del Ciclo "El 'esclarecimiento existencial' de Karl Jaspers" continuamos el próximo martes a las 8,15 hrs. de la mañana con el Capítulo "La sociedad de lucha". 96
“La fiesta del pensamiento” Realización: Cristóbal Holzapfel Programa No. 272 para la Radio de la Universidad de Chile Ciclo: “En torno al epistolario Jaspers-Heidegger” Audición: martes 24 de abril del 2001 a las 8,15 hrs. AM Estamos analizando la "explicación" que da Heidegger respecto de su proceder con Jaspers durante los años del nazismo, particularmente en lo que se refiere a que él no se volvió a hacer presente ni personal ni epistolarmente desde 1937. Esta explicación, en lo sustancial, dice que él no se habría vuelto a aparecer por la casa de Jaspers en Heidelberg no porque su mujer fuera judía, sino porqué se "avergonzó". Jaspers acoge asertivamente esta explicación, mas diciendo esto por medio de un giro singularmente fuerte, al aducir que con ello habría ingresado a una comunidad para la cual tiene sentido el sentimiento de la vergüenza. Ahora bien, como Heidegger ha agregado en su última carta del 1 de marzo del 50 que se había preocupado de contactar al Profesor Wilser, que ejercía alguna influencia sobre las autoridades en Heidelberg, con el fin de que a la mujer de Jaspers no le ocurriera nada, en la carta de respuesta del 19 de marzo Jaspers agradece también por ese gesto, mas agregando que igual él ya hacía rato que había perdido la confianza en la palabra de un nacional-socialista, ya que todos ellos se encontraban sometidos a un regimen de terror. P 1 O sea, según vemos, Jaspers mantiene siempre una posición firme y no tiene ningún tapujo para darle a conocer a su amigo exactamente lo que piensa. En la misma línea cabe interpretar el envío de varios escritos a su amigo que hace Jaspers junto con la siguiente carta del 25 de marzo del 50, entre ellos la "Pregunta por la culpa" ("Schuldfrage"). Y nuevamente, según reconoce más adelante el pensador de Basilea, hay en esto un afán de que Heidegger se pronuncie sobre el tema, en este caso, en lo que concierne a la culpa. Por el momento, en la presente carta, Jaspers se limita a decir de que en vistas de haber estado pensando acerca de la palabra 'vergüenza' que pudiera por ello interesarle el escrito sobre la culpa (el cual es de 1946, y, dicho sea de paso, tuvo 4 ediciones en un año en Suiza). Esto es además importante en el sentido de que la explicación que le diera Heidegger no ha sido suficiente, y lo cierto, esto es perfectamente comprensible desde el momento que el reconocimiento de que le dio vergüenza aparecerse por su casa no constituye una explicación que pudiera así simplemente dejar tranquilo a alguien. En su respuesta del 8 de abril del 50 Heidegger demuestra una actitud asertiva frente a varias de las críticas que ha hecho Jaspers, e incluso su comparación con el chiquillo soñador que de pronto se encuentra, tras todas las barbaridades ocurridas, ante un montón de escombros y no sabe qué hacer. Dice además que la palabra ´vergüenza´ es también frecuentemente usada por su mujer, lo que está dicho en conexión con el envío de saludos a la mujer de Jaspers. Esta acotación habría que entenderla probablemente en el sentido de que Heidegger está muy conciente de que su relación con Jaspers puede haber sido afectada debido a la fuerte adhesión al nacional-socialismo de su propia mujer - Elfride -. 97
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“La fiesta del pensamiento”<br />
Re<strong>al</strong>ización: Cristób<strong>al</strong> Holzapfel<br />
Programa No. 272 para la Radio de la Universidad de Chile<br />
Ciclo: “<strong>En</strong> <strong>torno</strong> <strong>al</strong> <strong>epistolario</strong> <strong>Jaspers</strong>-<strong>Heidegger</strong>”<br />
Audición: martes 24 de abril del 2001 a las 8,15 hrs. AM<br />
Estamos an<strong>al</strong>izando la "explicación" que da <strong>Heidegger</strong> respecto de su proceder con<br />
<strong>Jaspers</strong> durante los años del nazismo, particularmente en lo que se refiere a que él no se volvió a<br />
hacer presente ni person<strong>al</strong> ni epistolarmente desde 1937.<br />
Esta explicación, en lo sustanci<strong>al</strong>, dice que él no se habría vuelto a aparecer por la casa<br />
de <strong>Jaspers</strong> en Heidelberg no porque su mujer fuera judía, sino porqué se "avergonzó".<br />
<strong>Jaspers</strong> acoge asertivamente esta explicación, mas diciendo esto por medio de un giro<br />
singularmente fuerte, <strong>al</strong> aducir que con ello habría ingresado a una comunidad para la cu<strong>al</strong> tiene<br />
sentido el sentimiento de la vergüenza.<br />
Ahora bien, como <strong>Heidegger</strong> ha agregado en su última carta del 1 de marzo del 50 que<br />
se había preocupado de contactar <strong>al</strong> Profesor Wilser, que ejercía <strong>al</strong>guna influencia sobre las<br />
autoridades en Heidelberg, con el fin de que a la mujer de <strong>Jaspers</strong> no le ocurriera nada, en la<br />
carta de respuesta del 19 de marzo <strong>Jaspers</strong> agradece también por ese gesto, mas agregando que<br />
igu<strong>al</strong> él ya hacía rato que había perdido la confianza en la p<strong>al</strong>abra de un nacion<strong>al</strong>-soci<strong>al</strong>ista, ya<br />
que todos ellos se encontraban sometidos a un regimen de terror.<br />
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O sea, según vemos, <strong>Jaspers</strong> mantiene siempre una posición firme y no tiene ningún<br />
tapujo para darle a conocer a su amigo exactamente lo que piensa.<br />
<strong>En</strong> la misma línea cabe interpretar el envío de varios escritos a su amigo que hace<br />
<strong>Jaspers</strong> junto con la siguiente carta del 25 de marzo del 50, entre ellos la "Pregunta por la culpa"<br />
("Schuldfrage"). Y nuevamente, según reconoce más adelante el pensador de Basilea, hay en<br />
esto un afán de que <strong>Heidegger</strong> se pronuncie sobre el tema, en este caso, en lo que concierne a la<br />
culpa.<br />
Por el momento, en la presente carta, <strong>Jaspers</strong> se limita a decir de que en vistas de haber<br />
estado pensando acerca de la p<strong>al</strong>abra 'vergüenza' que pudiera por ello interesarle el escrito sobre<br />
la culpa (el cu<strong>al</strong> es de 1946, y, dicho sea de paso, tuvo 4 ediciones en un año en Suiza).<br />
Esto es además importante en el sentido de que la explicación que le diera <strong>Heidegger</strong> no<br />
ha sido suficiente, y lo cierto, esto es perfectamente comprensible desde el momento que el<br />
reconocimiento de que le dio vergüenza aparecerse por su casa no constituye una explicación<br />
que pudiera así simplemente dejar tranquilo a <strong>al</strong>guien.<br />
<strong>En</strong> su respuesta del 8 de abril del 50 <strong>Heidegger</strong> demuestra una actitud asertiva frente a<br />
varias de las críticas que ha hecho <strong>Jaspers</strong>, e incluso su comparación con el chiquillo soñador<br />
que de pronto se encuentra, tras todas las barbaridades ocurridas, ante un montón de escombros<br />
y no sabe qué hacer. Dice además que la p<strong>al</strong>abra ´vergüenza´ es también frecuentemente usada<br />
por su mujer, lo que está dicho en conexión con el envío de s<strong>al</strong>udos a la mujer de <strong>Jaspers</strong>. Esta<br />
acotación habría que entenderla probablemente en el sentido de que <strong>Heidegger</strong> está muy<br />
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nacion<strong>al</strong>-soci<strong>al</strong>ismo de su propia mujer - Elfride -.<br />
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