En torno al epistolario Jaspers-Heidegger - cristobal holzapfel
En torno al epistolario Jaspers-Heidegger - cristobal holzapfel
En torno al epistolario Jaspers-Heidegger - cristobal holzapfel
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
“La fiesta del pensamiento”<br />
Re<strong>al</strong>ización: Cristób<strong>al</strong> Holzapfel<br />
Programa No. 271 para la Radio de la Universidad de Chile<br />
Ciclo: “<strong>En</strong> <strong>torno</strong> <strong>al</strong> <strong>epistolario</strong> <strong>Jaspers</strong>-<strong>Heidegger</strong>”<br />
Audición: martes 17 de abril del 2001 a las 8,15 hrs. AM<br />
Veíamos como en carta del 7 de marzo de 1949 <strong>Heidegger</strong> fin<strong>al</strong>mente le da una suerte<br />
de explicación a <strong>Jaspers</strong> acerca de su conducta durante los años del nazismo, y ésta es como<br />
sigue:<br />
"Desde 1933 no fui más a su casa no porque <strong>al</strong>lí vivía una mujer judía, sino porque<br />
simplemente me "avergonzaba". Desde entonces no solamente no fui más a su casa, sino<br />
tampoco a la ciudad de Heidelberg que es para mí lo que es por su amistad. / Cuando <strong>al</strong> fin<strong>al</strong> de<br />
los años 30 con las terribles persecuciones comenzó lo más horrendo, pensé de inmediato en su<br />
señora. <strong>En</strong> ese tiempo obtuve el firme aseguramiento por parte del Prof. Wilser, conocido mío,<br />
que en ese tiempo tenía relaciones cercanas con la dirección comun<strong>al</strong> de <strong>al</strong>lá, de que a su señora<br />
no le sucedería nada. Pero se impusieron el miedo, la impotencia y el fracaso - por eso no<br />
menciono tampoco esto con el fin de no adjudicarme siquiera la apariencia de un ayudar -".<br />
Y casi dos semanas más tarde, el 19 de marzo del 49, contesta <strong>Jaspers</strong>, diciendo:<br />
"Por su explicación sin reservas le agradezco. También mi Señora le manda<br />
agradecimientos. Que Ud. exprese que se "avergonzó" significa mucho para mí. Ud. ingresa con<br />
ello en la comunidad de todos nosotros que hemos vivido y vivimos en una constitución para la<br />
cu<strong>al</strong> "vergüenza" es también una p<strong>al</strong>abra adecuada".<br />
<strong>En</strong> relación a estos pasajes de cada una de estas cartas, aquí seleccionados y citadas,<br />
detengámonos a pensar sobre ellos: por de pronto, en cuanto a lo que significa que <strong>Heidegger</strong><br />
reconozca no solamente haberse avergonzado, sino también el horror que significó la<br />
persecución.<br />
Se agregan a ello además otros dos reconocimientos: por una parte, lo relativo <strong>al</strong> destino<br />
trágico de los que eran perseguidos, y, por la otra, el miedo, la impotencia y el fracaso en cuanto<br />
a no haber hecho lo suficiente para intentar impedir aquello o <strong>al</strong> menos haber ayudado<br />
suficientemente a los afectados.<br />
P 1<br />
Lo cierto es que, bien sopesado lo anterior, <strong>Heidegger</strong>, podemos decir, da efectivamente<br />
una explicación que no solamente se circunscribe a la vergüenza, sino que incluye también,<br />
como hemos visto, el reconocimiento del horror, miedo, impotencia y fracaso. Es decir, ésta es<br />
una explicación que en efecto dice lo más importante, y ella constituye una respuesta a la<br />
objeción que se le hizo durante muchos años a <strong>Heidegger</strong> de que nunca habría dado una<br />
explicación ni mucho menos se habría disculpado por su proceder. Mas, cabe advertir <strong>al</strong> respecto<br />
que por de pronto la explicación está, y aunque ésta se refiera <strong>al</strong> caso particular de su amigo<br />
<strong>Jaspers</strong> y su esposa, si bien, ello no significa que en lo dicho pueda detectarse la figura de una<br />
disculpa.<br />
Esto es interesante en el sentido de que una explicación respecto de un determinado<br />
proceder no constituye por sí misma una disculpa, si bien en el caso que examinamos aquí el<br />
reconocimiento del avergonzarse constituye un elemento que va más <strong>al</strong>lá de la explicación y<br />
entra en el terreno de la disculpa.<br />
94