En torno al epistolario Jaspers-Heidegger - cristobal holzapfel
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Sobre la filosofía leemos en una carta de 1902: "La<br />
filosofía es de un extraordinario v<strong>al</strong>or. Si acaso no la hubiera,<br />
la vida sería terrible" (<strong>Jaspers</strong>, Monografías Rowohlt, Hamburgo, 1999, p. 31).<br />
P 3<br />
Sin duda <strong>al</strong>guna, asociado con su enfermedad, en <strong>Jaspers</strong> se<br />
despierta desde muy temprano una radic<strong>al</strong> toma de conciencia de<br />
la muerte (<strong>al</strong> fin y <strong>al</strong> cabo él tenía que sentirse a sí mismo<br />
como una especie de "condenado" a una preconizada corta vida).<br />
Así leemos en su Diario de Vida y en distintas cartas de esos<br />
años:<br />
"Me sorprendo de repente que yo esté aquí. Desde unas<br />
tinieblas desconocidas asciende el hombre individu<strong>al</strong> peldaño a<br />
peldaño a la conciencia de su existencia. Él siente que no<br />
<strong>al</strong>canza a significar <strong>al</strong>go en una existencia que se ha<br />
completado" (Diario de Vida, 1905).<br />
O también en una carta, donde sostiene que los grandes<br />
problemas "de los que todo parece depender" son las preguntas<br />
"qué significa la muerte, qué significa una individu<strong>al</strong>idad"<br />
(Carta de Mayo de 1905).<br />
La conciencia de morir determina <strong>al</strong> ser humano, y se<br />
expresa en todo lo que hace. Es por ello que hay que estar<br />
permanentemente a la escucha del "memento mori" (Carta de Agosto<br />
de 1904). Recién a partir de la omnipresencia de la muerte<br />
"estamos siempre en el límite" (Carta de Junio de 1905).<br />
El biógrafo Hans Saner, uno de sus princip<strong>al</strong>es discípulos,<br />
amigo de <strong>Jaspers</strong>, que tenía un cuarto de trabajo en su casa de<br />
Basilea, y que lo acompañó hasta el día de su muerte, sostiene<br />
que ya antes de su lectura de Kierkegaard, se habían abierto los<br />
que serían los grandes temas de su pensamiento: "existencia,<br />
trascendencia, conciencia, situación límite, comunicación" (p.<br />
32).<br />
P 4<br />
Desde 1909 comenzó <strong>Jaspers</strong> sus lecturas de Edmund Husserl,<br />
el padre de la fenomenología, y en 1913 lo conoció<br />
person<strong>al</strong>mente. <strong>En</strong> él pudo admirar, nos dice Saner, el intento de<br />
la forjación de un nuevo método, "la disciplina del pensamiento,<br />
el poder de esclarecer los supuestos, la exactitud en la<br />
distinción de matices, la remisión a las cosas mismas" (p. 33),<br />
y agrega:<br />
"Si bien Husserl había forjado un instrumento del análisis<br />
exacto, que le permitía ver de cerca cosas hasta ahora nunca<br />
vistas, y él puso en marcha la actitud del ver, mas lo que el<br />
vio era filosóficamente irrelevante. Aquí f<strong>al</strong>taba la mirada para<br />
lo que era existenci<strong>al</strong>mente relevante" (ib.).<br />
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