En torno al epistolario Jaspers-Heidegger - cristobal holzapfel
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Es más, lo que se conoce como "regla áurea de la mor<strong>al</strong>" y que corresponde a la<br />
sentencia de Cristo: "No hagas a los otros lo que no quisieras te hicieran a tí mismo", como<br />
también el imperativo categórico de Kant, están posibilitados por la <strong>al</strong>terposición.<br />
Lo mismo cabría decir de una auténtica política que verdaderamente se preocupe por el<br />
bien común, y no exclusivamente el bien particular y atómico de ciertos individuos para que<br />
acumulen más poder económico aún, y mucho menos todavía el de una política que se presenta<br />
con la cara f<strong>al</strong>sa de preocupación por el bien común, para en el fondo hacer todo lo contrario,<br />
digo aquella auténtica política, que la podemos llamar simplemente una "política soci<strong>al</strong>" tiene<br />
como condición la <strong>al</strong>terposición, el ponerse en el lugar de los otros.<br />
P 2<br />
Y, aún así, este reconocimiento de su relevancia es todavía insuficiente, ya que, cabe<br />
agregar, que lo que vivimos como amistad y amor son también únicamente posibles debido a la<br />
<strong>al</strong>terposición.<br />
Por de pronto, amistad y amor, filía y eros, comparten ese "s<strong>al</strong>ir de sí mismos <strong>al</strong><br />
encuentro con el otro", sólo que, como lo ha destacado Montaigne, en el caso de la amistad hay<br />
siempre un marcado compromiso con la mor<strong>al</strong>idad, en otras p<strong>al</strong>abras, en ella se potencian los<br />
sentimientos más nobles de la le<strong>al</strong>tad, la sinceridad, la honestidad, la preocupación por el amigo.<br />
Desde luego en el amor está también presente este vínculo con la mor<strong>al</strong>idad, mas, dado<br />
que en él se hace presente lo pasion<strong>al</strong>, en cierto modo porque amamos no sólo espiritu<strong>al</strong>mente,<br />
sino con nuestro cuerpo, con nuestras entrañas, puede ser ello además una fuente de conflictos.<br />
Con el amor sucede, por decirlo en <strong>al</strong>guna forma, así como <strong>al</strong>canzamos las más elevadas<br />
cumbres, así podemos caer también en los más insondables abismos.<br />
¿Qué observamos que hacen norm<strong>al</strong>mente los amigos Que practicando, la<br />
<strong>al</strong>terposición, interpretan el mundo e intercambian esas interpretaciones, hablan de política, del<br />
deporte, de literatura, de filosofía, o participan mancomunados en <strong>al</strong>guna obra, en un proyecto<br />
común.<br />
<strong>En</strong> las parejas ciertamente puede darse eso, y de hecho se da también, pero he aquí que<br />
lo que más las caracteriza son sus viajes exploratorios del otro, su ingresar en el laberinto, en la<br />
recámara de los pliegues íntimos de ella o él, y ello a su vez, siempre con los cuerpos presentes,<br />
en cierto modo, diríamos, a través de los cuerpos.<br />
Pensando siempre en la relación entre amistad y amor, si se quiere, podríamos decir, que<br />
en la amistad descolla especi<strong>al</strong>mente la <strong>al</strong>terposición, en el amor, se trata de que más que la<br />
<strong>al</strong>terposición, se da aquel fenómeno tan singular de habitar en el otro: definitivamente sucede<br />
con él, cuando es verdadero, que incluso a ratos más habitamos en el otro que en nosotros<br />
mismos.<br />
P 3<br />
Ahora bien, cuando hablamos de un verdadero amor como de una verdadera amistad,<br />
esta verdad de uno y otro tienen a su vez una singular característica, y que tiene que ver con lo<br />
grande, con lo inmenso.<br />
Podríamos decir que hay una cierta espaci<strong>al</strong>idad del amor, pero lo cierto es que ese<br />
carácter no sólo de grandeza, sino además de lo inconmensurable, de lo inmenso, de lo infinito,<br />
conlleva también lo tempor<strong>al</strong>. Quiero decir con ello que la inmensidad que, más que en la<br />
amistad, la vivimos en el amor, la vivimos en el sentido de una espaci<strong>al</strong>idad y de una<br />
tempor<strong>al</strong>idad infinitas: el amor ha sido definido, entre otros, como un "anhelo de eternidad".<br />
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