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En torno al epistolario Jaspers-Heidegger - cristobal holzapfel

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Destaquemos en ello lo problemático del término que traducimos como 'apatridia',<br />

'Heimatlosigkeit'. Lo cierto es que carecemos en castellano para traducir una p<strong>al</strong>abra como<br />

'Heimat', ya que no <strong>al</strong>ude exactamente a lo que llamamos 'patria'. Este término que proviene de<br />

'pater' lo llama el <strong>al</strong>emán 'Vaterland', de la misma procedencia, ya que 'Vater' significa también<br />

'padre'. La patria como 'Vaterland' guarda relación con la soberanía de un territorio y con el<br />

estado-nación, incluyendo por supuesto el vínculo que ello puede suscitar en los ciudadanos en<br />

tanto el Imaginario que la patria representa para ellos.<br />

Pues bien, 'Heimat' apunta más bien <strong>al</strong> terruño, en el caso de <strong>Heidegger</strong>, la Selva Negra.<br />

Desde luego, un chileno también siente <strong>al</strong>go así, como el vínculo que siente el penquista<br />

con Concepción y <strong>al</strong>rededores, pero no tenemos para ello un nombre.<br />

Cabe agregar a su vez que si el año 52 <strong>Heidegger</strong> habla de la apatridia, ya viene<br />

pensando en ello desde "Ser y tiempo" de 1927, aunque con otro nombre, y también en el escrito<br />

que tiene que ver con el rechazo <strong>al</strong> llamado que le hiciera la Universidad de Berlín, "Por qué<br />

permanecemos en la provincia" del año 1930.<br />

Pues bien, el hombre existiría hoy en una apatridia, en la pérdida del vínculo con el<br />

terruño, con el suelo, lo que cobra hoy una fuerza extraoridinaria con el trend de la<br />

glob<strong>al</strong>ización.<br />

P 3<br />

Y por cierto <strong>Jaspers</strong> puede estar perfectamente de acuerdo con el hacerse presente de esa<br />

apatridia, mas lo que le aparece excesivo es que <strong>Heidegger</strong> pueda hablar a partir de ello de un<br />

adviento, que no sabe de dónde viene, ni en razón de qué signos podría detectarse que<br />

efectivamente viene.<br />

Pero, no obstante los juicios severos que ya hemos escuchado, sin embargo <strong>Jaspers</strong> no<br />

da la amistad por perdida y expresa la esperanza de que, en sus p<strong>al</strong>abras, "/.../nosotros podamos<br />

entendernos en la medida de lo humano y de las posibilidades humanas".<br />

Lo cierto es que sorprende en ello esta actitud de <strong>Jaspers</strong> que semeja <strong>al</strong>go propio del<br />

profesor que juzga sobre un discípulo, y que, atreviéndose a decirle cosas muy duras, expresa <strong>al</strong><br />

mismo tiempo sus mejores intenciones de mantenerse dentro de una comunicación muy humana.<br />

Por una parte, podemos ver las cosas así, pero, por la otra, aunque no necesariamente en<br />

contradicción con ésta, podemos interpretar el <strong>al</strong>cance de estas p<strong>al</strong>abras en el sentido de quien<br />

hace un juicio muy duro (incluso varios), y sabe de antemano que con eso se está dando pie <strong>al</strong><br />

término de una amistad, pero que <strong>al</strong> mismo tiempo deja un márgen, un espacio, el espacio,<br />

diríamos, de un entendimiento propiamente humano capaz de soportar incluso juicios severos<br />

acompañados de mucho enojo.<br />

Vistas las cosas de este modo, podríamos decir, <strong>Jaspers</strong> sigue siendo siempre el que<br />

pone las cosas en su lugar, el que juzga acerca de distintas situaciones sin tapujos, y que,<br />

sabiendo que esos juicios pueden traer consigo un quiebre, él mismo evita dar ese último paso, y<br />

deja <strong>al</strong> fin aquel espacio para el encuentro renovadamente humano con el otro.<br />

P 4<br />

Siguiendo en la misma línea de este espacio de lo humano, <strong>al</strong> que <strong>Jaspers</strong> da en último<br />

término cabida (lo que tiene que ver con su concepción de la comunicación que supone el<br />

apostar hasta las últimas consecuencias por ella, por su re<strong>al</strong>ización y s<strong>al</strong>vaguarda), hace <strong>al</strong>usión<br />

a las siguientes p<strong>al</strong>abras de <strong>Heidegger</strong>, con el propósito t<strong>al</strong> vez de que a partir de ellas se siga<br />

hilvanando la historia de esta larga amistad:<br />

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