10.01.2015 Views

Drets humans al carrer, cuentos infantiles sobre derechos humanos

Drets humans al carrer, cuentos infantiles sobre derechos humanos

Drets humans al carrer, cuentos infantiles sobre derechos humanos

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Magín<br />

67<br />

Un día fueron a un museo convertidos en moscas, pero no fue una buena idea,<br />

porque tuvieron que s<strong>al</strong>ir volando cuando el vigilante sacó el matamoscas y comenzó a<br />

perseguirlos. ¡Y es que los maestros también se equivocan! Otro día, disfrazados de hojas<br />

se pasaron la tarde jugando en el bosque…hasta que un niño que pasaba por <strong>al</strong>lá pegó <strong>al</strong><br />

pobre Mario en el álbum de otoño.<br />

Fin<strong>al</strong>mente, el maestro decidió que, a partir de entonces, lo mejor sería disfrazarse<br />

de niños y niñas no magos… lo que evitó cu<strong>al</strong>quier disgusto. Y además era más fácil,<br />

porque aunque eran niños y niñas magos, no se diferenciaban en absoluto de los niños<br />

y niñas no magos.<br />

El día en que Magín cumplió 10 años fueron de excursión a ver un colegio de niños<br />

no magos. Fue un día fantástico> jugaron a pilla-pilla, jugaron a fútbol, jugaron <strong>al</strong> pañuelo<br />

con otros niños no magos en un patio que no era un patio-cueva.<br />

Por la noche, en casa, Magín estaba cansado, cansadísimo pero contento, contentísimo.<br />

Y a la hora de dormir, ¡zas! ahí estaba la hormiga, cerebro arriba, cerebro abajo.<br />

Pero igu<strong>al</strong> como cuando se enciende la luz en una habitación a oscuras y de repente<br />

todo aparece ante tus ojos, Magín vio claramente qué es lo que quería hacer> ir a una<br />

escuela de niños y niñas no magos.<br />

—Mañana mismo me voy a la ciudad…bueno, mañana no, que papá va a hacer crema<br />

cat<strong>al</strong>ana de postre y no me la quiero perder. Iré el miércoles. Decidido, el miércoles.<br />

Y así fue como Magín se pasó todo el martes preparando sus cosas en secreto> los<br />

libros del cole, el estuche con sus lápices preferidos, la goma de nata y el rotulador gordo<br />

de color rojo y las libretas, por si acaso.<br />

La noche del martes casi no pudo dormir y cada quince minutos miraba el despertador.<br />

Las cuatro, las cuatro y cuarto, las cuatro y media… ¡las siete! Magín se levanta<br />

sin hacer nada de ruido, desc<strong>al</strong>zo hasta la puerta. Coge dos g<strong>al</strong>letas para comer por el<br />

camino, la mochila y cierra la puerta con mucho, mucho cuidado. Fuera todavía era de<br />

noche y hacía frío. La luna, tan fina y curvada, parecía una de aquellas bocas que ríen que<br />

tanto le gusta dibujar. Los árboles, a lado y lado del camino que lleva a la ciudad, hablaban<br />

bajito entre ellos cuando le veían pasar><br />

—sus...fffff<br />

Que en el idioma del árbol quiere decir><br />

—Pero adónde va este niño mago, solo y de noche|<br />

—¡Voy <strong>al</strong> colegio! —respondía una y otra vez Magín.— ¡Y además a vosotros no os importa!

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!