10.01.2015 Views

Drets humans al carrer, cuentos infantiles sobre derechos humanos

Drets humans al carrer, cuentos infantiles sobre derechos humanos

Drets humans al carrer, cuentos infantiles sobre derechos humanos

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

66<br />

drets <strong>humans</strong> <strong>al</strong> <strong>carrer</strong>. Cuentos <strong>infantiles</strong> <strong>sobre</strong> <strong>derechos</strong> <strong>humanos</strong><br />

en el techo… ¡con los platos y los cubiertos y la sopera y todo! Los niños y niñas que no son<br />

magos ni magas piensan, también, que muchos martes por la tarde los niños magos se<br />

divierten convirtiendo las monedas en ranas y que a los mayores les s<strong>al</strong>tan las ranas de los<br />

bolsillos y de los monederos. Todo el mundo cree que los niños y niñas magos son como<br />

Harry Potter, que tiene una escoba voladora, varita mágica y gafas redondas.<br />

Pero no. Magín no tenía ni gafas, ni varita y la escoba de casa no volaba, sólo barría.<br />

No, los niños magos, los de verdad, tienen una vida muy difícil porque viven en cuevas<br />

muy profundas, apartados del resto de niños y niñas. No van <strong>al</strong> colegio con los niños y<br />

niñas que no son magos ni pueden ir a comprar caramelos a la tienda de la esquina. Por<br />

no tener, ¡no tienen ni mp3!<br />

—¿Y por qué no pueden ir <strong>al</strong> colegio| —pregunta Anna, la que se sienta en la mesa<br />

de los astronautas.<br />

—¿Y por qué viven en cuevas| ¿No tienen casa| —pregunta Mireia, que es la niña del<br />

pelo corto y tan negro que parece de noche.<br />

—¿Y por qué no llevan gafas| —pregunta Joan, el más <strong>al</strong>to de la clase.<br />

—¿Y por qué no tienen mp3| —pregunta Saoka, un niño que había llegado <strong>al</strong> colegio<br />

la semana pasada.<br />

Pues porque hace muchos años, más de cien, pero menos de doscientos, los más<br />

sabios y sabias entre los magos decidieron que era un peligro para las personas que no<br />

son magos ni magas vivir con los magos. Muchas veces <strong>al</strong>gunos niños magos se aprovechaban<br />

de sus poderes para ganar a las canicas o para hacer que <strong>al</strong> maestro le picara la<br />

oreja. Y por eso decidieron que lo mejor era abandonar sus casas e ir a vivir a las cuevas.<br />

Fue muy duro, pero pareció una buena solución.<br />

Magín vivía en una cueva-casa muy bonita, con tres habitaciones pintadas de azul,<br />

amarillo y naranja. La cueva está justo a la derecha de la cueva-colegio y justo <strong>al</strong> cruzar<br />

la c<strong>al</strong>le hay una cueva-parque con columpios y árboles dibujados en la pared de piedra.<br />

Magín era feliz con sus amigos y amigas, con sus padres y con su hermanita Rita. Pero a<br />

veces, cuando se metía en la cama por la noche notaba como si una hormiga se le paseara<br />

por dentro de la cabeza y le hiciera cosquillas en el cerebro. Y la hormiga no le dejaba<br />

dormir. Y Magín se ponía a pensar en los días que el maestro los llevaba de excursión a<br />

ver los pueblos y las ciudades de las personas que no son magos. El maestro, que sabía<br />

mucho de hechizos y que hacía unas g<strong>al</strong>letas buenísimas, los convertía a todos en pájaros<br />

o en gatos, o en lagartijas y los llevaba de excursión.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!