10.01.2015 Views

Drets humans al carrer, cuentos infantiles sobre derechos humanos

Drets humans al carrer, cuentos infantiles sobre derechos humanos

Drets humans al carrer, cuentos infantiles sobre derechos humanos

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

200<br />

drets <strong>humans</strong> <strong>al</strong> <strong>carrer</strong>. Cuentos <strong>infantiles</strong> <strong>sobre</strong> <strong>derechos</strong> <strong>humanos</strong><br />

Aquel mismo día, el jefe del poblado los convocó a todos para celebrar una reunión<br />

<strong>sobre</strong> las actividades anu<strong>al</strong>es del pueblo. Entonces, a la mitad del discurso, el suelo<br />

empezó a temblar, los habitantes se miraron atónitos entre ellos, pues no tenían ni idea<br />

de lo que podía estar causando aquel temblor. Las vibraciones eran cada vez más intensas<br />

y todos empezaron a <strong>al</strong>armarse. De repente, la mano del jefe del pueblo se <strong>al</strong>zó y con la<br />

punta del dedo señ<strong>al</strong>ó lo que podía ser el causante de todo. Allí, cerca de las majestuosas<br />

montañas se h<strong>al</strong>laba un poderoso volcán que insinuaba el momento de su erupción.<br />

Nadie tardó en darse cuenta de lo que podía llegar a suceder si no s<strong>al</strong>ían pitando de aquel<br />

lugar, pero antes de que la pérdida de control se extendiera por los pobladores, el cabeza<br />

del poblado llamó su atención para que se c<strong>al</strong>maran y les hizo dirigirse <strong>al</strong> refugio situado<br />

a las afueras.<br />

Allí aguardaron durante una semana, que fue el tiempo que duró aquella terrible<br />

erupción. Habían racionado las provisiones, lo que hizo que <strong>sobre</strong>vivieran muy bien<br />

compartiendo los unos con los otros, pero había llegado el momento de s<strong>al</strong>ir y comprobar<br />

las consecuencias de la erupción volcánica. Al s<strong>al</strong>ir todos quedaron boquiabiertos, pues<br />

el poblado estaba tot<strong>al</strong>mente arrasado por la lava del volcán. No había quedado ni rastro<br />

de lo que hasta ahora había formado parte de sus hogares, sus recuerdos, toda una vida,<br />

sólo las cenizas. En cambio el maravilloso lugar vecino no había sufrido ni una pequeña<br />

quemadura. Todo permanecía en su lugar y los anim<strong>al</strong>es seguían su ritmo de siempre. Al<br />

ver esto, el jefe del poblado se enojó mucho pues no era justo que sólo hubieran sufrido<br />

ellos las consecuencias del volcán ya que éste se situaba más cerca de aquel bello lugar<br />

vecino. De repente y llevado por un ataque de ira, quebró la norma que no le permitía<br />

cruzar esa línea divisoria entre su poblado y aquel lugar y empezó a destrozar todo cuanto<br />

caía en sus manos. Los demás pobladores <strong>al</strong> verlo se unieron a él y todos, poco a poco,<br />

empezaron a destruir aquel maravilloso lugar.<br />

Arrancaron todas las flores, las cu<strong>al</strong>es no volverían a moverse <strong>al</strong> ritmo del suave<br />

viento. T<strong>al</strong>aron todos los árboles, que proporcionaban sombra a aquel anim<strong>al</strong> exhausto,<br />

hogar a aquel otro que creaba su nido <strong>sobre</strong> sus ramas y comida <strong>al</strong> que <strong>al</strong>argaba su cuello<br />

o con ingenio conseguía obtenerla. Mataron a todos los anim<strong>al</strong>es que pudieron y luego<br />

los quemaron para que no quedara ni rastro de ellos. La ira cada vez iba creciendo más<br />

dentro de ellos y nada ni nadie podía detenerlos. No controlaban aquella situación y<br />

empezaba a írseles de las manos. Pero nadie hacía lo posible por pararla.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!