Primeros-tiempos-de-la-fotografía-en-Zaragoza

5 Apéndice documental
Para Julia y Miguel,
mis hijos.
José Antonio
Hernández Latas
Investigador ARAID
en la Universidad de Zaragoza
El patrimonio fotográfico zaragozano de los primeros
tiempos es un patrimonio frágil y disperso,
cuya pervivencia debemos fundamentalmente
al celo por la preservación de la memoria familiar
de sus propietarios y a la encomiable pasión por
la historia gráfica de la ciudad de algunos ilustres
coleccionistas. Solo gracias a la desinteresada colaboración
de unos y otros, ha resultado posible
reconstruir este panorama de excepción sobre la
fotografía zaragozana en las tempranas décadas de
1860 y 1870.
Nos encontramos frente al conjunto más primitivo
de imágenes fotográficas de la ciudad de Zaragoza
nunca antes expuesto, solo precedido por la serie
que el fotógrafo británico Charles Clifford tomó
con motivo de la visita a la ciudad de Isabel II, en
1860. Entre sus autores, los gabinetes fotográficos
de Mariano Júdez y Ortiz, Gregorio Sabaté Férriz,
Manuel Hortet y Molada, Anselmo Coyne Barreras
y Jean Laurent y Cía.
La dificultad y excepcionalidad que supone haber
conseguido reunir este conjunto de imágenes, integrado
por más de ciento setenta y cinco fotografías
a la albúmina, en su mayor parte inéditas, nos concede
la oportunidad única de evocar aquella Zaragoza
de mediados del siglo XIX, sus monumentos,
sus pintorescos rincones urbanos, así como la galería
de retratos de sus más ilustres habitantes y su
mundo de relaciones personales.
Este valioso conjunto de materiales fotográficos
históricos, compuesto por fondos de hasta doce
colecciones o legados particulares, estructura la
presente muestra en cuatro apartados: galería de
retratos, tipos aragoneses y foráneos, vistas de Zaragoza
y artefactos fotográficos.
Un poco de historia… Dejando atrás los tiempos
de los pioneros, del exclusivo daguerrotipo en
cobre y del experimental calotipo o talbotipo, el
nuevo descubrimiento de la fotografía al colodión
húmedo (Scott Archer, 1851) y su positivado a la
albúmina, propiciaron el paulatino establecimiento
de los primeros gabinetes fotográficos en las ciudades.
Pero la patente que verdaderamente revolucionó y
popularizó la fotografía fue el reducido y económico
formato de la “carte de visite” o tarjeta de
visita fotográfica. En 1854, el fotógrafo parisino
André Adolphe Disdéri patentó este formato, inspirado
en las reducidas dimensiones de las tarjetas