Primeros-tiempos-de-la-fotografía-en-Zaragoza

Apéndice documental
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de Laurent (catálogo núms. 5 y 6), en formato “carte
de visite”, también se hallaban dos albúminas
de gran formato, hoy perdidas, firmadas por los
fotógrafos Charles Clifford y Jean Laurent, que el
zaragozano tomó como modelos para llevar a cabo
sus respectivos retratos pictóricos. También resulta
en cierto modo previsible la presencia del arzobispo
Manuel García Gil, a quien Montañés retrato hasta
en dos ocasiones y con quien hubo de entablar estrecha
relación durante su etapa como director de
la decoración pictórica de la cúpula mayor del Pilar,
entre los años 1870 y 1872. Y aún debemos dar
cuenta de una imagen fotográfica más, en esta apenas
esbozada relación entre pintura y fotografía, se
trata del retrato del compositor y Maestro de Capilla
de La Seo, Domingo Olleta Mombiela (Zaragoza,
1819 - 1895), realizado por el fotógrafo Júdez y que,
indiscutiblemente, sirvió de modelo para el posterior
retrato pictórico de Montañés, que hoy día se conserva
en las salas de la Real Academia de Nobles y
Bellas Artes de San Luis.
Junto a los citados, los álbumes de Montañés albergan
también los retratos fotográficos de los pintores
Mariano Pescador Escárate (Zaragoza, 1816 – 1886),
León Abadías Santolaria (Huesca, 1836 – Córdoba,
1894), Vicente Arbiol Rodríguez (Madrid, 1812 –
Oviedo, 1876), Eustasio Medina Peñas (+ Zaragoza,
1880), Benito Soriano Murillo (Palma de Mallorca,
1827 – Madrid, 1891), y Ramón García Hernández;
del pionero de la arqueología y conservador del Museo
de Zaragoza, Paulino Savirón Esteban (Alustante,
1827 – Zaragoza, 1890) y del malogrado arquitecto
madrileño Gerónimo de la Gándara (Ceceñas,
1825 – Madrid, 1879), entre otros.
Para concluir con los álbumes de Bernardino Montañés,
comentario aparte merece el retrato también inédito
del pintor y restaurador Vicente Poleró Toledo
(Cádiz, 1824 – Madrid, 1899), compañero de estudios
de Bernardino Montañés en la Escuela Superior
de Pintura de Madrid, en cuyas memorias inéditas
dio noticia de la existencia del pintor zaragozano
pensionado en Italia, José Ramos Zapetti, apodado
por sus compañeros “el nigromántico”, debido a su
afición a los experimentos químicos. Según Poleró,
en torno a 1837 Ramos Zapetti llegó a conseguir
reproducir, mediante la cámara oscura y sobre una
placa de cobre, la imagen del interior de su estudio.
Es decir, según Poleró, este pintor zaragozano, nada
menos que habría aventajado en unos años a Daguerre
en la invención de la fotografía.
En cuanto al álbum del pintor Mariano Pescador
Escárate (Zaragoza, 1816 - 1886), profesor de la
Escuela de Bellas Artes de Zaragoza, y por cierto,
uno de los más populares artistas de la ciudad
gracias a sus escenografías y telones de fondo para
el Teatro Principal, tengo la convicción de que su
presencia resultaría imprescindible en cualquier recopilación
sobre fotografía zaragozana de los primeros
tiempos que se precie.
Hace ya algunos años di a conocer pormenorizadamente
su contenido en un artículo a doble página
para el periódico Heraldo de Aragón 26 . Este pequeño
álbum de veinticuatro páginas, repujado en piel y
que conserva intactos sus cierres metálicos (algo
poco habitual), fue un obsequio personal del fotógrafo
zaragozano Mariano Júdez y Ortiz al pintor
Mariano Pescador Escárate. En sus guardas, como
en el caso del álbum de Andrés Martín Ipás, el fotógrafo
de su puño y letra dejó la siguiente dedicatoria:
“A D. Mariano Pescador / su amigo Mariano
Júdez”. A diferencia del álbum de Martín Ipás, aquí
no encontramos nuevos autorretratos del fotógrafo,
aunque sí una interesante galería de retratos
compuesta por algunos de los más destacados artistas
locales y nacionales: los pintores Federico de
26 “Memoria de la Zaragoza de ayer en un álbum fotográfico isabelino”, 13 de abril de 1997.