Primeros-tiempos-de-la-fotografía-en-Zaragoza

Apéndice documental
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Segundo. El exclusivo objeto de la Sociedad es la explotación en todos los órdenes que permite el arte fotográfico del
mencionado gabinete situado hoy en la citada casa número treinta de la Calle de la Independencia o donde quiera que
venideramente y por el tiempo de la subsistencia de la Sociedad les convenga establecerlo.
Tercero. La duración del compromiso social se pacta en seis años continuos que a partir del día primero de este año, finalizará
en treinta y uno de Diciembre de mil ochocientos ochenta y siete.
Cuarto. El compareciente D. Ventura Pescador y Saldaña es socio comanditario o propia y meramente capitalista, habiendo
aportado ya a la caja social por una sola vez y sin que por concepto alguno pueda ni deba exigírsele otra cantidad
alguna, la suma de diez mil pesetas que el D. Mariano confiesa por su parte quedan ingresadas para atender a los gastos
en parte hechos y hacederos en otra parte de instalación, compra de mobiliario, materiales, productos químicos, y cuanto
exijan las necesidades de la explotación como también para trabajos, pago de contribuciones, alquileres y demás.
Quinto. El dictante D. Mariano Pescador es socio puramente industrial, viniendo consiguientemente obligado a llevar
la dirección superior y ejecución material de los trabajos fotográficos hasta entregarlos al público, debiendo ayudarse,
cuando los beneficios que se obtengan lo permitan o la necesidad lo requiera, de los auxiliares indispensables retribuidos
del fondo social. Estará también a su cargo y responsabilidad el mismo gabinete con cuanto contenga, la adquisición de
los materiales, sustancias e instrumentos, la caja social y el pago de cuantos gastos se ocasionen de todo lo cual llevará la
debida documentación.
Sexto. La firma social con la razón mencionada en el pacto primero estará a cargo del socio industrial, y los libros y demás
concerniente a la contabilidad al del socio capitalista cuando se encontrare en Zaragoza y en sus ausencias o enfermedades
al de su consocio industrial pudiendo no obstante el socio capitalista delegar sus atribuciones y personalidad para la intervención
y examen de las operaciones de entrada y salida de caudales, libros y asientos de gastos y productos que ofrezca el
gabinete y cuidar los trabajos, en un sujeto de su particular confianza, que había de ser aceptado por el socio industrial.
Séptimo. A la disolución de la Sociedad por la terminación del plazo prefijado sin prorrogarse de nuevo, o a su conclusión por
otra cualquier causa, el socio capitalista o los suyos deberán retirar con toda preferencia las diez mil pesetas aportadas, si lo
hubiese en dinero y no habiéndolo o hasta donde no alcanzaran, en efectos del gabinete, distribuyendo todo lo restante así de
fondos como de mobiliario, máquinas, material, objetos de arte, productos, sustancias y cuanto pertenezca a la Sociedad, por
iguales partes entre los dos Sres. otorgantes o sus recíprocos derecho habientes.
Octavo. Las utilidades si las hubiere en el decurso de esta Sociedad, después de cubiertas todas las obligaciones y gastos,
se dividirán por iguales partes y trimestralmente entre ambos socios o los suyos.
Noveno. Al fallecimiento de cualquiera de los dos socios otorgantes podrá disolverse la Sociedad si el sobreviviente de
ambos o los derechos habientes del finado lo exigiesen atemperándose a lo prescrito en la estipulación séptima, más si
se acordare la continuación por haber sobrevenido la muerte del socio capitalista, la Sociedad continuará bajo las mismas
condiciones aquí establecidas, y si por el contrario el primero a morir fuera el socio industrial, la viuda de éste deberá
poner a sus expensas a un profesor fotógrafo acreditado que se encargue de los trabajos y demás funciones que desempeñaba
su esposo difunto.