FRAGMENTO

Horizontes del saber I
La rebelión de Túpac Amaru II
El curaca José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, nació el 19 de
marzo de 1738 en el pueblo de Surimana, distrito de Tungasuca, provincia
de Canas, departamento de Cusco. Era el segundo hijo de Miguel
Condorcanqui y de Rosa Noguera, descendiente por línea materna de
Túpac Amaru I que fue el último inca de Vilcabamba y ejecutado en la
plaza del Cusco en 1572, por orden del Virrey Toledo. Fue educado por los
jesuitas en el colegio de curacas de San Francisco de Borja ubicado en
el Cusco. A los 20 años contrajo matrimonio con doña Micaela Bastidas
Puyucahua. Era dueño de 350 mulas que utilizaba para transportar
mercaderías a Potosí, por eso era conocido como el “curaca arriero”.
En noviembre de 1780, Túpac Amaru II, lideró una insurrección popular
en el valle de Tinta, la que en seguida se propagó por toda la sierra. Las
principales exigencias fueron poner fin a los tributos excesivos, la mita y
los abusos de los corregidores. Si bien al comienzo reconoció la autoridad
española de la Corona, más adelante se convirtió en un movimiento
independentista y en la revolución más grande en la historia del virreinato
español.
Al iniciarse la insurrección, el corregidor Arriaga fue apresado y ejecutado
por orden de Túpac Amaru. Al frente de una nutrida tropa y después de
vencer a un ejército de 1,200 españoles en Sangarará, Túpac Amaru
prefirió no marchar sobre Cusco y regresar a su residencia de Tungasuca.
Con ello intentó facilitar una negociación de paz. Esto permitió que los
españoles organizaran la resistencia y que los rebeldes fueran vencidos
por el ejército enviado por el Virrey Jáuregui.
Después de ser perseguido, Túpac Amaru fue hecho prisionero y juzgado
severamente, el 18 de mayo de 1781. Fue condenado a morir descuartizado
por cuatro caballos que tirasen de cada una de sus extremidades, pero
antes fue obligado a presenciar el asesinato de toda su familia. Luego,
su cuerpo fue descuartizado, su cabeza colocada sobre una lanza en
el Cusco y Tinta, sus brazos en Tungasuca y sus piernas en Livityaca. Con
este suplicio los españoles no pudieron sofocar la rebelión que continuó
acaudillado por su hermano Diego Cristóbal Túpac Amaru, extendiéndose
al altiplano boliviano, y al norte de Argentina.
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