FRAGMENTO
FRAGMENTO
FRAGMENTO
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Horizontes del saber I<br />
La nobleza incaica de Quito y Tumibamba convenció a Atahualpa que<br />
la única salida era la guerra total contra Huáscar. Se preparó un gran<br />
ejército dirigido por los generales Quisquis, Calcuchímac y Rumiñahui, y<br />
se realizó una gran ceremonia para colocarle una mascaypacha roja<br />
(símbolo de autoridad imperial) reconociéndolo como nuevo soberano<br />
del Tahuantinsuyo. De esa manera se inició la guerra civil.<br />
La batalla decisiva se realizó en Apurímac, donde los quiteños lograron<br />
tomar prisionero a Huáscar. Las tropas vencedoras entraron al Cusco y<br />
dieron cruel muerte a muchos familiares de Huáscar, principalmente a los<br />
miembros de la panaca real (descendientes de Túpac Yupanqui).<br />
Por aquellos días, llegaron los españoles por Tumbes. Hernando Pizarro<br />
convenció a Atahualpa para asistir a una comida y entrevista con su<br />
hermano Francisco Pizarro, prometiendo devolver los bienes que habían<br />
tomado sin autorización.<br />
El 16 de noviembre de 1532 Atahualpa asistió a la plaza de Cajamarca<br />
acompañado por un impresionante cortejo de 6 mil personas, pero<br />
sólo con 200 guerreros con porras y sogas para eliminar a los españoles<br />
que insolentemente se hacían pasar por enviados del dios Wiracocha<br />
y partidarios de Huáscar. Al atardecer de aquel día, en la plaza, el<br />
sacerdote español Vicente Valverde le exigió al Inca su conversión a la<br />
religión católica y sus sometimientos a la autoridad del Rey de España.<br />
Atahualpa rechazó aquel “requerimiento”, por lo que las fuerzas invasoras<br />
lo atacaron sorpresivamente con armas de fuego, caballos y espadas.<br />
Ocurrió una horrenda masacre que ocasionó al menos 3,000 muertos, en<br />
medio de la cual el Inca fue secuestrado y llevado al Amaruhuasi, donde<br />
soportaría un cautiverio de ocho meses.<br />
Al conocer la avidez de los extranjeros por los metales preciosos, el Sapa<br />
Inca ofreció un fabuloso rescate de un cuarto lleno de oro y dos de plata,<br />
por su vida y libertad; sin embargo los españoles se repartieron el botín y<br />
prepararon la muerte del Inca.<br />
Las instigaciones de Diego de Almagro, el indio Felipillo y el cura Vicente<br />
Valverde consiguieron la sentencia de muerte para el Sapa Inca. Los<br />
cargos contra él no consideraron los usos y costumbres andinos; en<br />
realidad fueron pretextos para eliminarlo rápidamente. Fue el 26 de julio<br />
68