FRAGMENTO

Horizontes del saber I
Fábula del alacrán
Una mañana de primavera, al borde de un río, una joven contemplaba
embelesada el discurrir de las aguas cristalinas. En ese momento observó,
con gran sorpresa, que un alacrán se estaba ahogando. Presurosa la joven
decidió sacarlo del agua, pero cuando lo tomó en su mano derecha el
alacrán la picó, la joven lo soltó debido al dolor. El alacrán cayó al agua
y, nuevamente, se empezó a ahogar. Viendo esto la joven lo tomó en su
mano y lo sacó otra vez, pero nuevamente el alacrán le picó.
Muy cerca un agricultor, que observaba lo que ocurría, se acercó a
la joven y le dijo: “Perdone señorita ¿No se da cuenta, que cada vez
que intente sacarlo del agua le volverá a picar La joven respondió: “La
naturaleza del alacrán es picar, la mía es ayudar y eso no cambiará”. Y
entonces, ayudándose de una hoja, la joven sacó al alacrán del agua y
le salvó la vida.
No cambies tu naturaleza, si alguien te hace daño, sólo
aprende a tomar precauciones.
Vienrrich, Adolfo; Fábulas Quechuas
Tipografía la Aurora de Tarma, Perú, 1946
(Adaptación)
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