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económico, social y político, alternativamente. Todas las historias hablan de que en el<br />
Imperio se sucedieron dos dinastías: los Hurin Cuzco y los Hanan Cuzco.<br />
La simple enunciación de los términos Hurin y Hanan denuncia una diversidad<br />
topográfica que trascendió luego en división social. Difieren los cronistas en la<br />
interpretación de esta diferenciación urbana y en sus vicisitudes históricas. El Sochantre<br />
Molina dice que los del Cuzco de arriba "se tienen por más hidalgos y nobles" que los<br />
del Cuzco bajo y Garcilaso, que los del Cuzco alto "fueron respetados y tenidos como<br />
primogénitos hermanos mayores y los del bajo como segundos y, en suma, fueron<br />
respetados como el brazo izquierdo y el derecho, en cualquiera preeminencia de lugar y<br />
oficio". El Oidor Matienzo, perspicaz en matices sociales y jurídicos, declara que el<br />
curaca de Anansaya es en todos los poblados indígenas, en el siglo XVI, "el principal de<br />
toda la provincia", que el curaca de Urinsaya debe obedecerle y que en las ceremonias<br />
se sientan, "los de anansaya a mano derecha y los de urinsaya a la izquierda". Otra es la<br />
experiencia del folklorista Ramos Gavilán en el siglo XVII: "Los de Hurinsaya<br />
consideraban a los de Hanansaya como pobres advenedizos, sin tierra ni patria propia".<br />
Los historiadores y sociólogos, analizando notas de los cronistas y documentos,<br />
interpretan en diversas formas estas oscilaciones demóticas. Sarmiento de Gamboa<br />
cree que la división en dos parcialidades clásicas en todos los pueblos del Incario servía<br />
"para contarse unos a otros". Las Casas cree, también, en una finalidad estadística, para<br />
facilitar empadronamientos. Más tarde se trasformaría en instrumento de regulación<br />
cívica, por la creación de dos fuerzas rivales que se emularían y vigilarían entre sí, como<br />
dos partidos políticos. Este sentido parecen revelar las noticias de Garcilaso, quien dice<br />
que en este ritmo binario los Hanan agrupaban a los descendientes de Manco y los<br />
Hurin a los de Mama Ocllo, y la afirmación del Sochantre Molina, que habla de dos<br />
castas de orejones: los de los cabellos largos o chilques, que eran los sojuzgados, y los<br />
trasquilados, que eran los Incas o vencedores. Cobo dice que Hanan son los que atrajo<br />
Manco y Hurin los que atrajo Mama Ocllo. Montesinos, por último, considera que la<br />
división tendía a excitar emulaciones e impedir revueltas, porque cada parte vigilaba a la<br />
otra. Esta competencia, según Cobo, se extendía aun a las fiestas y regocijos.<br />
Latcham cree que los Hurin serían los originarios y los Hanan los forasteros o<br />
usurpadores. Baudin, máxima autoridad incanista, considera el problema muy oscuro y<br />
cree que se trata de una supervivencia de las fratrías de las tribus primitivas: los Hanan<br />
serían originarios del Cuzco y los Hurin inmigrantes. Von Buschan piensa que fueron<br />
grupos exógamos en el interior de las tribus. Means habla de vencedores y vencidos: los<br />
Hurin, los vencidos, ocuparían las tierras menos buenas. Zurkalowski cree que es una<br />
costumbre serrana impuesta a la costa. Uriel García, gran cuzqueñista, dice que los uraiccosccos<br />
vinieron del Sur y conquistaron el Cuzco; los hanan-ccosccos representan la<br />
reacción de los hombres del Norte refugiados en torno de la fortaleza.<br />
EL CUZCO DE LOS HURIN<br />
El criterio más divulgado es este de que los Hurin fueron en el Cuzco los ayllus<br />
originarios y los Hanan los advenedizos. La primera dinastía se considera que fue la de<br />
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