06.01.2015 Views

PE-LA-0001

PE-LA-0001

PE-LA-0001

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

servicio de la casa del rey –dice Cieza–, así de cántaros para su uso como de cocina,<br />

todo era de oro y plata". Beber en vaso de oro era hidalguía de señores y signo de paz.<br />

De oro eran los atambores y los instrumentos de música, engastados en pedrería. El<br />

Inca Pachacútec dio en usar, después de su triunfo, en vez de la borla de lana<br />

encarnada de sus antepasados, una mascapaicha cuajada de oro y de esmeraldas. El<br />

asiento del Inca o tiana, escaño o silla baja, que era de oro macizo de 16 quilates<br />

"guarnecido de muchas esmeraldas y otras piedras preciosas" y fue el trofeo de Pizarro<br />

en Cajamarca, valió 25 mil ducados de buen oro, según Garcilaso. La litera del Inca o<br />

andas cargadas por 25 hombres eran –según los cargadores del Inca, con quienes<br />

Cieza habló– tan ricas, "que no tuvieran precio las piedras preciosas tan grandes y<br />

muchas que iban en ellas, sin el oro de que eran hechas".<br />

La opulencia de los palacios incaicos tendía, además, a ser eterna. No perece, y se<br />

dispersa como la de los monarcas occidentales, con la muerte. Cada Inca al morir deja<br />

intacto su palacio, con su vajilla y joyas que su sucesor no podrá tocar. El nuevo Inca<br />

deberá edificar nuevo palacio y mandar a los orfebres de todo el reino que le fabriquen<br />

nuevos cántaros y tupus y diademas. Cada palacio incaico queda, así, como un museo o<br />

joyel de los antiguos Incas: en él se custodia, además, por su clan o panaca, su busto o<br />

quaoqui fundido en oro, mientras su momia hace guardia junto a sus antecesores en la<br />

capilla del Sol del Coricancha. En Písac, en "una bóveda de tres salas", estaba el tesoro<br />

fabuloso de Pachacútec; en Chincheros el de Túpac Yupanqui y los de Huayna Cápac,<br />

en Caxana y en Yucay. El oro del triunfo se convierte, así, en oro ritual y en prisionero<br />

del fatum incaico; por ello, según el cronista Pedro Pizarro, "la mayor parte de la gente y<br />

tesoros y gastos y vicios estaba en poder de los muertos", al punto de que el Inca<br />

Huáscar, poseído de un demoníaco y fatídico propósito, anunció que habría de mandar<br />

enterrar a todos los bultos de los Incas, porque los muertos y no los vivos "tenían lo<br />

mejor de su reino".<br />

EL IM<strong>PE</strong>RIO DE HUAYNA CÁPAC Y SUS HITOS DE ORO<br />

El gran instante jubilar del Imperio, en orden a la riqueza y el despliegue de un lujo<br />

oriental, es el del Inca Huayna Cápac. La plaza del Aucaypata, en el Cuzco, resplandece<br />

de oro, plata, sederías de cumbi y de plumas y de piedras preciosas. Los palacios<br />

desnudos de los Incas antiguos y patriarcales se llenan de decoraciones imprevistas,<br />

cercos de oro, puertas de jaspe y de mármol de colores, y motivos escultóricos de<br />

lagartijas y mariposas y culebras grandes y chicas que parecían "andar subiendo y<br />

bajando por ellas". El ejército incaico presenta sus cincuenta mil hombres armados de<br />

oro y plata. En el centro de la plaza se levanta un dosel o teatro "cubierto de paños de<br />

plumas llenos de chaquira y mantas grandes de tan fina lana, sembrados de argentería<br />

de oro y pedrería". Allí va a posarse, sobre un escaño de oro, la imagen del sol.<br />

"Tenemos por muy cierto –dice el cronista Cieza– que ni en Jerusalén, ni en Roma, ni en<br />

Persia, ni en ninguna parte del mundo, por ninguna república ni rey del se juntaba en un<br />

lugar tanta riqueza de metales de oro y plata y pedrería como en esta plaza del Cuzco".<br />

Para rematar y circuir la gloria áurea de la plaza y del Imperio, el Inca Huayna Cápac<br />

manda forjar una maroma o cadena de oro de trescientos cincuenta pasos de largo, para<br />

que los indios bailen asidos de ella alrededor de la gran plaza del Cuzco, al cantarse las<br />

221

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!