Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
El cráneo del traidor beberemos en él llevaremos sus dientes como collar de sus huesos<br />
haremos flautas de su piel haremos un tambor entonces bailaremos (314).<br />
No se trata ya de cronistas españoles, estipendiados por el Virrey Toledo, para probar la<br />
crueldad de los Incas, sino del más auténtico vocero indio y violento detractor de la<br />
conquista española, ¡tan semejante a la conquista incaica en la dureza como en el<br />
empeño civilizador!<br />
No es menos cruda la versión de Huamán Poma de Ayala sobre los sacrificios humanos<br />
entre los Incas. El indio yarovilca confirma las noticias de Sarmiento de Gamboa y de<br />
Cristóbal de Molina. En el mes de junio, dice, hacían el "sacrificio llamado capacocha<br />
que aterravan a los niños ynocentes, quinientos".<br />
La obra de Huamán Poma, contiene, también, después de la historia de los Incas, coyas<br />
y capitanes, una colección de las leyes y ordenanzas incaicas. Estas leyes ponen de<br />
relieve la organización aristocrática del Imperio Incaico, la desigualdad social y la<br />
condición de cosas en que se hallaban ciertos seres humanos como los niños ofrecidos<br />
para los sacrificios, los mitimaes y las mujeres repartidas por el Inca a sus servidores.<br />
las leyes fijaban también las obligaciones civiles y familiares, reglamentaban el<br />
matrimonio, la herencia y las relaciones entre los miembros del ayllu. Huamán Poma se<br />
ocupa también de la división del trabajo, enumerando, del mismo modo que Ondegardo<br />
y Santillán, los grupos de trabajadores en que se subdividía el Imperio, según las edades<br />
de los individuos, ya fuesen hombres o mujeres. Por último, señala el cronista las<br />
principales disposiciones en materia penal, los delitos y las penas y los funcionarios<br />
encargados de ejecutarlos. Varallanos, en su estudio sobre el derecho inca, ha hecho<br />
notar la drasticidad de la ley penal en la que abundan las penas de muerte y las<br />
corporales. Señala entre ellas la decapitación, el descuartizamiento, despeñamiento,<br />
asfixia, emparedamiento, hoguera, muerte por tormento, arrastrar, colgar de los cabellos,<br />
pisar o entregar a los animales feroces. No obstante su extensión, las anotaciones de<br />
Huamán Poma sobre las leyes y las instituciones incaicas son suficientes. El cuadro<br />
jurídico y administrativo del Imperio está trazado con más solvencia de información y de<br />
juicio en otros cronistas. Actúan siempre en contra del cronista indio el fragmentarismo e<br />
incoherencia de sus apuntes y sus lagunas mentales. Al hacer el comentario de sus<br />
aportaciones jurídicas en un valioso ensayo, José Varallanos ha tenido que suplir los<br />
vacíos e incorreciones de Huamán Poma con las noticias más orgánicas y certeras de<br />
Cieza, Santillán, Garcilaso y Cobo.<br />
La parte más sustantiva e interesante de la obra de Huamán Poma es seguramente la<br />
que se refiere a las fiestas incaicas. El cronista nos refiere, mes por mes, las fiestas y<br />
canciones –aravis, hayllis y taquis– de los indios de las diversas regiones del Perú.<br />
Recoge, en quechua o en aymara y en otros dialectos, los textos mismos de las<br />
canciones indígenas y nos describe los instrumentos musicales con las que las<br />
acompañaban. Están allí las canciones de la siembra y de la cosecha, el aymoray<br />
cuando se llevaba el maíz a los trojes, los cantos de los pastores o llamamiches y los<br />
cantos regionales de los collasuyos, los condesuyos y los bárbaros andesuyos.<br />
Las primera parte de la crónica contiene, aún en el desorden y cháchara repeticionista<br />
del indio viejo, noticias folklóricas de gran interés sobre los ídolos y los huacas, los<br />
104