Vida - Volúmen 5 - Grupo ICE

La importancia del proceso de relación social con comunidades desde fases tempranas de
planificación de proyectos hidroeléctricos del Instituto Costarricense de Electricidad
M.Sc. Sonia Avendaño Mata
Proceso de Planeamiento Ambiental
CENPE, Sector Electricidad, ICE
savendano@ice.go.cr
Resumen
El artículo presenta algunos elementos sobre la importancia
y conveniencia de iniciar, desde fases tempranas, el proceso
de relación con las comunidades del área de influencia de
un proyecto de desarrollo de carácter público. Esta premisa
considera que un proyecto es un proceso holístico, en el que
intervienen desde su identificación, construcción y operación, un
gran número de dependencias y actores. El flujo de información e
intervención de la institución con las comunidades circundantes
del proyecto, implica, en muchos casos, años de permanentes
e intensos contactos, en los cuales no se escapan los conflictos
socio ambientales, así como las constantes iniciativas de
información y negociación. La relación con las comunidades o
grupos interesados en el proyecto es igualmente un proceso
constante, paralelo al desarrollo de la obra. En gran medida,
la viabilidad social y política del proyecto, depende de la forma
y métodos asumidos por los desarrolladores. Concretamente el
artículo describe el quehacer diario, el trabajo de “hormiga”
de un grupo de funcionarios encargados del área de gestión
social de un proyecto de desarrollo; cuyo objetivo fundamental
es ser el ente formal y oficial en materia de relaciones con
las partes eventualmente afectadas e interesadas, establecer
“relaciones sanas” y tranparentes, establecer canales de
comunicación y negociación eficientes con las comunidades del
Área de influencia del proyecto, específicamente de un proyecto
hidroeléctrico.
Descriptores: Relación con comunidades, viabilidad sociopolitica,
proyectos hidroeléctricos, Costa Rica.
Introducción
En nuestro país, la variable social ha tomado auge en los últimos
años, especialmente en el desempeño de las labores propias
del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Este creciente
interés puede atribuirse básicamente a dos elementos: a)
el marco legal, que en los últimos años se ha desarrollado y
facultado en referencia a la participación de la sociedad civil en
los procesos de consulta, negociación y acuerdos y b) el nivel
de organización e información que han alcanzado los sectores
sociales y las fuerzas vivas del país.
En lo que respecta al ICE, la responsabilidad asumida y
el acatamiento a dicha legislación han permitido que las
comunidades tengan cada vez más presencia, ya que haciendo
uso de esos recursos de participación defienden su derecho
a ser tomados en cuenta, tanto para el desarrollo de nuevas
obras de infraestructura eléctrica (generación, transporte y
distribución de energía), como en la propuesta de acciones
de desarrollo en las comunidades, ante las probabilidades de
construcción de la obra. Como parte de esta dinámica aparecen
nuevos actores o grupos con fines sociales, comerciales y
ambientales, cuyo ámbito de acción muchas veces trasciende
el ámbito local, siendo incluso de carácter regional o
nacional. Dichos grupos defienden sus intereses, a la vez que
se convierten en voceros, oficiales o no, de las posiciones y
necesidades de las comunidades, alegando con ello exigencias
a la institución en tanto cuotas de participación. Sumado al alto
grado de complejidad del tratamiento de la variable social, el
ICE debe continuar con su cometido de satisfacer la demanda
eléctrica del país, que crece anualmente entre el 5% y 6%.
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