Informe_final_protestas
Informe_final_protestas
Informe_final_protestas
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Violaciones del derecho a la manifestación pacífica<br />
Una observación de los acontecimientos muestra que no en todas las denominadas “guarimbas” hubo<br />
hechos de violencia, muchas se limitaron a cerrar las vías de acceso a zonas residenciales entre los<br />
meses de febrero y marzo. Según veremos más adelante, a nivel nacional, alrededor del 2,5% del total<br />
de personas involucradas en manifestaciones participaron o se relacionaron de alguna manera con una<br />
guarimba, aproximadamente 20.000 personas. El dato cuestiona la versión de que éste, sería el método de<br />
protesta principal y característico de la pugna reciente en el país. Las imágenes de enfrentamientos entre<br />
manifestantes, cuerpos policiales y militares producen una estética del conflicto cuyo valor simbólico y<br />
noticioso es privilegiado para la difusión en los medios de comunicación tradicionales y digitales. De allí<br />
su sobredimensionamiento.<br />
Si bien las organizaciones de derechos humanos hemos repudiado los hechos de violencia protagonizados<br />
en algunas <strong>protestas</strong> y reiterado la necesidad que las manifestaciones mantengan el carácter pacífico<br />
que las ampara como derecho, es falso que la violencia, como desenlace de las <strong>protestas</strong>, haya sido<br />
inventada en Venezuela por los críticos al proyecto bolivariano. La base de datos “El bravo pueblo”,<br />
recopilada por la historiadora Margarita López Maya entre los años 1985 y 1999 lo demuestra. De<br />
las 1.505 manifestaciones registradas en ese período, más de la mitad, el 54% (814 casos), asumieron<br />
características violentas. La modalidad con mayores casos registrados fueron los “disturbios” 1 con 505<br />
casos, seguidos por las marchas (305 casos), cierre de vías (224 casos), quemas de edificios (194 casos),<br />
tomas u ocupaciones (163 casos) y los saqueos (116 casos). La violencia ha estado presente en la protesta<br />
venezolana. Su agudización responde a contextos de crisis, la ausencia de canales institucionales para<br />
responder a las demandas ciudadanas, el cierre progresivo de las posibilidades de incidencia en la toma<br />
de decisiones de las manifestaciones de carácter pacífico y la ausencia de una cultura democrática de<br />
mantenimiento del orden público por parte de los funcionarios policiales y militares.<br />
Una segunda continuidad de la estrategia denominada guarimba fue haber sido desplegada en los<br />
territorios considerados favorables por los manifestantes. En el caso de Caracas, por ejemplo, en las<br />
zonas del este de la ciudad donde sus alcaldes son de signo opositor. Esta lógica repite el razonamiento<br />
utilizado por el movimiento estudiantil universitario de la década de los 90´s, el cual realizó parte de sus<br />
<strong>protestas</strong> a las puertas de los centros públicos de educación superior para beneficiarse de la protección<br />
brindada por la autonomía de las universidades. Una característica que sí se presenta como novedosa<br />
y de significativa ruptura con la cultura tradicional de protesta en el país se evidenció en la extensión<br />
geográfica del fenómeno, lo que disminuyó la centralidad de la capital como eje histórico de la protesta,<br />
por su carácter de sede del ejercicio del poder político. De hecho, la ola de manifestaciones se originó<br />
en la periferia el 04.02.2014 para incorporar a Caracas a partir del 12.02.2014. Esta situación generó dos<br />
dinámicas diferenciadas: la de la Capital y la del resto del país.<br />
Como corroboró Provea en su trabajo de campo, las demandas en Caracas fueron principalmente políticas<br />
–la liberación de los estudiantes detenidos, la renuncia del presidente Maduro y el cese a la represión<br />
entre las más constatadas- con manifestaciones ubicadas territorialmente y en mayor proporción al este<br />
de la ciudad. En el resto de las ciudades, más castigadas con el desabastecimiento de productos de<br />
consumo masivo y alimentos, así como por la crisis de suministro de servicios básicos como el agua y<br />
la luz, las demandas eran tanto políticas como sociales 2 y su distribución geográfica incorporaba a más<br />
1<br />
Según la base de datos “El bravo pueblo” los disturbios son: Situación de desorden agudo por la ruptura de la normalización de una<br />
movilización debido a enfrentamientos entre los mismos manifestantes, con otras personas o con la policía. Forma de protesta violenta.<br />
2<br />
A pesar que los medios de comunicación las reflejaron como <strong>protestas</strong> estudiantiles por la libertad de los detenidos, el cese a la<br />
represión y otras demandas de naturaleza política la observación de campo realizada por Provea, las entrevistas y testimonios, así como<br />
Venezuela 2014<br />
Protestas y<br />
Derechos Humanos<br />
17