Portada Simposios - Supplements - Haematologica

Portada Simposios - Supplements - Haematologica Portada Simposios - Supplements - Haematologica

supplements.haematologica.org
from supplements.haematologica.org More from this publisher
02.01.2015 Views

82 Haematologica (ed. esp.), volumen 85, supl. 2, octubre 2000 grama de ILD obtenidas frescas, de forma preventiva, el día + 35 del TPH, siempre que no haya evidencia de EICH y sin haber suspendido del todo la CSP. Slavin et al (tabla 3) proponen esquemas individualizados para cada paciente. Debido a la proporción de EICH aguda, en su serie de pacientes, propone alargar la inmunoprofilaxis con CSP hasta el día + 90 40 , salvo para aquellos que se encuentren en fase visible de su enfermedad, en cuyo caso sugieren retirar rápidamente la inmunosupresión e iniciar el programa de ILD terapéuticas. En general los protocolos clínicos de actuación nacionales e internacionales, proporcionan líneas de actuación orientativas, más que un programa estricto acerca de cuando y cómo iniciar las ILD tras un TPH atenuado. Una vez retirada la inmunosupresión, en ausencia de EICH > II, con QM estable en los linfocitos T y más aun si en ellos hay predominio cuantitativo creciente del receptor, o con enfermedad neoplásica visible se deben considerar las ILD y estas suelen comenzar a partir del día + 60. ¿Cuántos pacientes reciben ILD tras TPH atenuados Desdichadamente hay estudios muy relevantes en que no se especifican los detalles de los pacientes que reciben las ILD tras el TPH atenuado. En el pequeño estudio de Childs et al 9 de 15 pacientes que reciben un TPH atenuado, 14 son evaluados el día + 30. De ellos, 7 desarrollan QM y 7 QC, al retirar la CSP, 3 pacientes más logran el QC y finalmente 4 reciben las ILD preventivas, que suponen el 28 % de los pacientes evaluables. En la tabla 3 se puede observar que la proporción de pacientes que llega a las ILD oscila alrededor del 20 % de los que inicialmente se incluyen para el TPH atenuado, en unos estudios las ILD fueron preventivas 9 , en otros sobre todo terapéuticas 40 o ambas 36 . ¿Cuántos linfocitos T y cuántas ILD se deben infundir tras los TPH atenuados La administración precoz de ILD, en los días inmediatos a un TPH, se acompaña de una incidencia y severidad de EICH intolerables 61 . Los trabajos con ILD retardadas para tratar las recaídas de las neoplasias hematológicas, ocurridas tras un TPH, han mostrado que a medida que nos separamos de la fecha de trasplante aumenta la tolerancia a las ILD. Así tras TPH con inoculos purgados de linfocitos T, Barret et al 33 mostraron que la reinfusión de estos en cifras de 10 7 /kg a los 30 días del TPH, provocó EICH importante en el 100 % de los pacientes, sin embargo en otro estudio 13 la infusión de 10 7 /kg linfocitos T, más allá de 6 meses del TPH no provocó EICH y se mantuvo el efecto GVM 13 . Entre los estudios publicados con ILD preventivas tras TPH atenuados, para convertir el QM en QC, Spitzer et al 36 (tabla 3), que utilizan donantes HLA idénticos e inmunoprofilaxis con CSP y ATG antes y después del TPH, infunden linfocitos T 10 7 /kg, el día + 35, sin suspender totalmente la inmunosupresión y si no logran la QC, ni EICH, repiten la dosis en los días + 56 a + 64. De los 10 pacientes que recibieron ILD, 4 recibieron 2 dosis. Childs et al 9 (tabla 3), utilizando donantes HLA idénticos y tras suspender la inmunoprofilaxis, comienza infundiendo linfocitos T 2 × 10 6 /kg en el día + 45, continuando su pauta con dosis escaladas mensuales de 10 × 10 6 /kg y 150 × 10 6 /kg en caso de no lograr QC en la población linfocitaria T. De los 4 pacientes que iniciaron las ILD, sólo 1 precisó más de una dosis. En general los protocolos clínicos al uso, tras TPH atenuado, sin distinguir explícitamente entre ILD preventivas y terapéuticas, suelen recomendar dosis escaladas mensuales de linfocitos T. Estas comienzan por cifras de 1 × 10 7 /kg, posteriormente es preciso el estudio del QM, es recomendable hacerlo en los linfocitos T y si este se mantiene y no hay evidencia de EICH mayor o igual a II, al mes se contempla una 2.ª ILD igual o de 1 × 10 8 /kg y así incluso una 3.ª de 1-5 × 10 8 /kg, dependiendo del tipo y estadio de la neoplasia tratada. En caso de recaída neoplásica, si se trata de LMC, al ser particularmente sensible a las ILD se pueden escalar cifras de ILD entorno a 10 7 /kg. Si se trata de leucemias agudas, en cambio, habrá que valorar cifras de 1 × 10 8 /kg. También es preciso considerar que si la recaída se produce pasados 6 meses del TPH atenuado, la tolerancia a las ILD es mayor y quizás haya que aumentar la dosis de linfocitos T a infundir. Efectos terapéuticos y adversos de las ILD tras TPH atenuado En la tabla 3 se observan los porcentajes de respuesta y del desarrollo de EICH tras las ILD administradas posTPH atenuados. En el estudio de Spitzer et al 36 , de los 10 pacientes con QM, en ausencia de EICH, que recibieron ILD preventivas el día + 35, 6 lograron la conversión a QC, en una mediana de 5 semanas (rango 2-8). Tres precisaron de una ILD y otros 3 de 2 para lograr la QC. Cinco de estos se mantienen en RC de su enfermedad. De los 10 pacientes que recibieron ILD, 5 desarrollaron EICHa grado II o superior, con buena respuesta al tratamiento. Además en este estudio, 4 pacientes que no habían precisado las ILD preventivas, por ser ya QC, recayeron y recibieron posteriormente 2 o 3 ILD terapéuticas, a las que respondieron inicialmente 2 pacientes con linfoma, y sin embargo, a pesar del desarrollo de EICHa en todos, progresó la enfermedad (no recogido en la mencionada tabla). En este estudio, que incluye pacientes con neoplasias hematológicas muy avanzadas y resistentes al tratamiento, hay que destacar la marcada diferencia del logro de remisión completa, que fue del 56 % para los que recibieron ILD preventivas y sólo del 27 % para los que no las recibieron porque ya eran QC, indicando la eficacia antitumoral adicional de las ILD.

XLII Reunión Nacional de la AEHH y XVI Congreso de la SETH. Simposios 83 En el estudio de Childs et al 9 (tabla 3), que incluye 15 pacientes, 8 con neoplasias hematológicas y 7 con tumores sólidos, los pacientes que obtienen respuesta de su neoplasia tras un TPH atenuado, son los que logran el QC del donante en los linfocitos T. Para lograr este QC, los autores siguen una pauta programada, ya comentada en un apartado anterior, de suspensión de la CSP seguida si es preciso de ILD preventivas en dosis crecientes y escalonadas. Estas fueron necesarias en 4 de los 7 pacientes en QM a los 30 días del TPH, tres de los 4 pacientes lograron el QC. La mediana de intervalo para observar respuesta terapéutica desde el logro de QC fue de 27,5 días (rango de 15-206). En este y otros estudios de los mismos autores 39 , merece ser destacado que no sólo las neoplasias hematológicas responden al logro de QC y su efectivo GVM acompañante, sino también tumores sólidos como el adenocarcinoma renal 52 , en el que lograron un 60 % de respuestas utilizando TPH atenuados de donante HLA idéntico e ILD para conseguir un QC. En la tabla 3 se observan diversas tasas de respuesta (40-68 %) a las ILD administradas tras los TPH atenuados, para distintas neoplasias hematológicas linfoides y mieloides 40,41 , sin distinguir las que se administraron con un fin preventivo para tratar el QM y las que se administraron para tratar la recidiva neoplásica. Hay que destacar que los porcentajes de respuesta tumoral casi se superponen con los de desarrollo de EICH, como efecto adverso acompañante, más frecuente de las ILD. La EICH puede ser aguda o crónica y aunque suele ser leve y limitada, puede manifestarse con grados severos de afectación visceral. Las ILD actúan contra la tolerancia inmune inducida por el QM y al aumentar la aloreactividad del injerto no sólo estimulan el GVM, sino también el EICH. Los diversos autores 1,9,36,40 coinciden en apuntar la menor severidad y la mejor respuesta de este EICH al tratamiento que el observado tras el TPH convencional, quizás ello esté en relación con la menor “tormenta de citocinas” presente en este tipo de trasplante y el alejamiento de las ILD del acondicionamiento. Es prematuro tratar de definir por entidades los mejores candidatos a beneficiarse de los TPH atenuados, salvo reconocer la llamativa eficacia de la inmunoterapia con ILD en las recaídas posTPH de la LMC y su menor beneficio en neoplasias de evolución más aguda 10,21 , que quizás reproduzcan también los TPH atenuados. Es posible imaginar que las neoplasias muy agresivas, progresen antes de que transcurra el tiempo imprescindible para que se establezca el efecto GVM. Sin embargo, la baja toxicidad y el esquema terapéutico de estos TPH, incluyendo las ILD como etapa adicional inmunoterápica, abren nuevas expectativas a enfermedades y enfermos donde el TPH tradicional causaba una intolerable morbimortalidad para obtener dudosos beneficios. Este es el caso del mieloma múltiple. En la tabla 3 se expone un estudio de Giralt et al 50 , que tratan con un TPH atenuado seguido de ILD, a un grupo de 18 pacientes con mieloma múltiple. Aunque la tasa de respuesta al TPH es del 33 %, ésta se amplía significativamente con el uso de las ILD en casi un tercio de los pacientes. Perspectivas para mejorar la eficacia y disminuir los efectos adversos La estrategia de inmunoterapia antitumoral basada en el QM, aquí expuesta, supone una manipulación exhaustiva del sistema inmune, y como tal exige la correspondiente vigilancia y prevención de infecciones oportunistas, similar a la realizada en los TPH tradicionales. En el futuro las estrategias de terapia celular alogénica intentaran mejorar su eficacia antitumoral GVM a través de la selección y manipulación de líneas celulares linfocitarias a las que se sensibilice y estimule “in vitro” su capacidad citotóxica y especificidad antitumoral 62 . A su vez se intentan disminuir los peligros que acarrea la EICH, ajustando el número de linfocitos T a infundir 13 , o seleccionándolos para purgar la población CD8 58 o utilizando las moléculas bloqueantes de la coestimulación linfocitaria 22 o bien manipulándolos genéticamente introduciendo en ellos un gen “suicida”, como el de la timidin cinasa (TK) del virus herpes, que permita modular a conveniencia los efectos beneficiosos, el GVM y eliminar los linfocitos T si aparecen los perjudiciales, la EICH 63 . Bibliografía 1. McSweeney P, Storb R. Establishing mixed chimerism with immunosuppressive, minimally myelosuppressive conditioning: preclinical and clinical studies. En: Schechter GP, Hoffman R, Schrier SL, Bajus JL, eds. Hematology 1999. American Society of Hematology Education Program Book. Washington, pp 396-405 2. Weiden PL, Flournoy N, Thomas ED, Sullivan KM, Storb R, Buckner CD et al. Antileukemic effect of graft-versus-host-disease in humans recipients of allogeneic marrow grafts. N Engl J Med 1979; 300: 1068-1073. 3. Antin J. Graft-Versus-Leukemia: No longer an epiphenomenon. Blood 1993; 82: 2237-2247. 4. Horowitz MM, Gale RP, Sondel PM et al. Graft-versus-leukemia reactions after bone marrow transplantation. Blood 1990; 75: 555-562. 5. Giralt S, Estey E, Albitar M, van Besien K, Rondon G, Anderlini P et al. Engraftment of allogeneic hematopoietic progenitor cells with purine analogue-containing chemotherapy: Harnessing graft-versus-leukemia without myeloablative therapy. Blood 1997; 89: 4531-4536. 6. Slavin S, Nagler A, Naparstek E, Kapelushnik J, Aker M, Cividalli G et al. Non-myeloablative stem cell transplantation and cell therapy as an alternative to conventional bone marrow transplantation with lethal cytoreduction for the treatment of malignant and non-malignant hematologic diseases. Blood 1998; 91: 756-763. 7. Sykes M, Sachs D, Spitzer T. Mixed chimerism followed by DLI for lymphohematopoietic GVH reactions without GVHD: from animal models to patients. En: Schechter GP, Hoffman R, Schrier SL, Bajus JL, eds. Hematology 1999. American Society of Hematology Education Program Book. Washington, 1999; 405-412. 8. McSweeney P, Storb R. Mixed chimerism: preclinical studies and clinical applications. Biology of Blood and Marrow Transplantation 1999; 5: 192-203. 9. Childs R, Clave E, Contentin N, Jayasekera D, Hensel N, Leitman S et al. Engraftment kinetics after non-myeloablative allogeneic peripheral blood stem cell transplantation: full donor T-cell chimerism precedes alloinmune responses. Blood 1999; 94: 3234-3241. 10. Kolb HJ, Schattenberg A, Goldman JM, Hertenstein B, Jacobsen N, Arcese W et al. Graft-versus-leukemia effect of donor lymphocyte transfussions in marrow grafted patients. Blood 1995; 86: 2041-2050.

XLII Reunión Nacional de la AEHH y XVI Congreso de la SETH. <strong>Simposios</strong><br />

83<br />

En el estudio de Childs et al 9 (tabla 3), que incluye<br />

15 pacientes, 8 con neoplasias hematológicas y<br />

7 con tumores sólidos, los pacientes que obtienen<br />

respuesta de su neoplasia tras un TPH atenuado,<br />

son los que logran el QC del donante en los linfocitos<br />

T. Para lograr este QC, los autores siguen una<br />

pauta programada, ya comentada en un apartado<br />

anterior, de suspensión de la CSP seguida si es preciso<br />

de ILD preventivas en dosis crecientes y escalonadas.<br />

Estas fueron necesarias en 4 de los 7 pacientes<br />

en QM a los 30 días del TPH, tres de los 4 pacientes<br />

lograron el QC. La mediana de intervalo para observar<br />

respuesta terapéutica desde el logro de QC<br />

fue de 27,5 días (rango de 15-206). En este y otros<br />

estudios de los mismos autores 39 , merece ser destacado<br />

que no sólo las neoplasias hematológicas responden<br />

al logro de QC y su efectivo GVM acompañante,<br />

sino también tumores sólidos como el adenocarcinoma<br />

renal 52 , en el que lograron un 60 % de<br />

respuestas utilizando TPH atenuados de donante<br />

HLA idéntico e ILD para conseguir un QC.<br />

En la tabla 3 se observan diversas tasas de respuesta<br />

(40-68 %) a las ILD administradas tras los<br />

TPH atenuados, para distintas neoplasias hematológicas<br />

linfoides y mieloides 40,41 , sin distinguir las<br />

que se administraron con un fin preventivo para tratar<br />

el QM y las que se administraron para tratar la<br />

recidiva neoplásica. Hay que destacar que los porcentajes<br />

de respuesta tumoral casi se superponen<br />

con los de desarrollo de EICH, como efecto adverso<br />

acompañante, más frecuente de las ILD.<br />

La EICH puede ser aguda o crónica y aunque suele<br />

ser leve y limitada, puede manifestarse con grados<br />

severos de afectación visceral. Las ILD actúan<br />

contra la tolerancia inmune inducida por el QM y al<br />

aumentar la aloreactividad del injerto no sólo estimulan<br />

el GVM, sino también el EICH. Los diversos<br />

autores 1,9,36,40 coinciden en apuntar la menor severidad<br />

y la mejor respuesta de este EICH al tratamiento<br />

que el observado tras el TPH convencional, quizás<br />

ello esté en relación con la menor “tormenta de citocinas”<br />

presente en este tipo de trasplante y el alejamiento<br />

de las ILD del acondicionamiento.<br />

Es prematuro tratar de definir por entidades los<br />

mejores candidatos a beneficiarse de los TPH atenuados,<br />

salvo reconocer la llamativa eficacia de la inmunoterapia<br />

con ILD en las recaídas posTPH de la<br />

LMC y su menor beneficio en neoplasias de evolución<br />

más aguda 10,21 , que quizás reproduzcan también los<br />

TPH atenuados. Es posible imaginar que las neoplasias<br />

muy agresivas, progresen antes de que transcurra<br />

el tiempo imprescindible para que se establezca el<br />

efecto GVM.<br />

Sin embargo, la baja toxicidad y el esquema terapéutico<br />

de estos TPH, incluyendo las ILD como etapa<br />

adicional inmunoterápica, abren nuevas expectativas<br />

a enfermedades y enfermos donde el TPH tradicional<br />

causaba una intolerable morbimortalidad para<br />

obtener dudosos beneficios. Este es el caso del mieloma<br />

múltiple. En la tabla 3 se expone un estudio de<br />

Giralt et al 50 , que tratan con un TPH atenuado seguido<br />

de ILD, a un grupo de 18 pacientes con mieloma<br />

múltiple. Aunque la tasa de respuesta al TPH es del<br />

33 %, ésta se amplía significativamente con el uso de<br />

las ILD en casi un tercio de los pacientes.<br />

Perspectivas para mejorar la eficacia<br />

y disminuir los efectos adversos<br />

La estrategia de inmunoterapia antitumoral basada<br />

en el QM, aquí expuesta, supone una manipulación<br />

exhaustiva del sistema inmune, y como tal exige<br />

la correspondiente vigilancia y prevención de infecciones<br />

oportunistas, similar a la realizada en los TPH<br />

tradicionales.<br />

En el futuro las estrategias de terapia celular alogénica<br />

intentaran mejorar su eficacia antitumoral<br />

GVM a través de la selección y manipulación de líneas<br />

celulares linfocitarias a las que se sensibilice y<br />

estimule “in vitro” su capacidad citotóxica y especificidad<br />

antitumoral 62 .<br />

A su vez se intentan disminuir los peligros que acarrea<br />

la EICH, ajustando el número de linfocitos T a<br />

infundir 13 , o seleccionándolos para purgar la población<br />

CD8 58 o utilizando las moléculas bloqueantes<br />

de la coestimulación linfocitaria 22 o bien manipulándolos<br />

genéticamente introduciendo en ellos un<br />

gen “suicida”, como el de la timidin cinasa (TK) del<br />

virus herpes, que permita modular a conveniencia<br />

los efectos beneficiosos, el GVM y eliminar los linfocitos<br />

T si aparecen los perjudiciales, la EICH 63 .<br />

Bibliografía<br />

1. McSweeney P, Storb R. Establishing mixed chimerism with immunosuppressive,<br />

minimally myelosuppressive conditioning: preclinical and<br />

clinical studies. En: Schechter GP, Hoffman R, Schrier SL, Bajus JL,<br />

eds. Hematology 1999. American Society of Hematology Education<br />

Program Book. Washington, pp 396-405<br />

2. Weiden PL, Flournoy N, Thomas ED, Sullivan KM, Storb R, Buckner<br />

CD et al. Antileukemic effect of graft-versus-host-disease in humans<br />

recipients of allogeneic marrow grafts. N Engl J Med 1979; 300:<br />

1068-1073.<br />

3. Antin J. Graft-Versus-Leukemia: No longer an epiphenomenon. Blood<br />

1993; 82: 2237-2247.<br />

4. Horowitz MM, Gale RP, Sondel PM et al. Graft-versus-leukemia reactions<br />

after bone marrow transplantation. Blood 1990; 75: 555-562.<br />

5. Giralt S, Estey E, Albitar M, van Besien K, Rondon G, Anderlini P et al.<br />

Engraftment of allogeneic hematopoietic progenitor cells with purine<br />

analogue-containing chemotherapy: Harnessing graft-versus-leukemia<br />

without myeloablative therapy. Blood 1997; 89: 4531-4536.<br />

6. Slavin S, Nagler A, Naparstek E, Kapelushnik J, Aker M, Cividalli G et al.<br />

Non-myeloablative stem cell transplantation and cell therapy as an alternative<br />

to conventional bone marrow transplantation with lethal cytoreduction<br />

for the treatment of malignant and non-malignant hematologic<br />

diseases. Blood 1998; 91: 756-763.<br />

7. Sykes M, Sachs D, Spitzer T. Mixed chimerism followed by DLI for lymphohematopoietic<br />

GVH reactions without GVHD: from animal models<br />

to patients. En: Schechter GP, Hoffman R, Schrier SL, Bajus JL, eds. Hematology<br />

1999. American Society of Hematology Education Program<br />

Book. Washington, 1999; 405-412.<br />

8. McSweeney P, Storb R. Mixed chimerism: preclinical studies and clinical<br />

applications. Biology of Blood and Marrow Transplantation 1999; 5:<br />

192-203.<br />

9. Childs R, Clave E, Contentin N, Jayasekera D, Hensel N, Leitman S et al.<br />

Engraftment kinetics after non-myeloablative allogeneic peripheral blood<br />

stem cell transplantation: full donor T-cell chimerism precedes<br />

alloinmune responses. Blood 1999; 94: 3234-3241.<br />

10. Kolb HJ, Schattenberg A, Goldman JM, Hertenstein B, Jacobsen N, Arcese<br />

W et al. Graft-versus-leukemia effect of donor lymphocyte transfussions<br />

in marrow grafted patients. Blood 1995; 86: 2041-2050.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!