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CUADERNOS DE BDSM - nº8
Evidentemente, son amos por vocación propia y encajaran con los dependientes
como anillo al dedo.
3-Adicción al BDSM.
Muchas veces me preguntan, si las prácticas BDSM, que en principio son solo un juego,
una expresión de una sexualidad sana, pueden convertirse en algo adictivo y peligroso.
La respuesta es que sí, por supuesto. Igual ocurre, con la comida, el alcohol, el sexo, el
juego etc., al final, casi todos los comportamientos pueden llegar a ser adictivos y
peligrosos. El BDSM, produce adicción por las siguientes causas:
a) La “dosis”, de humillación y dolor, que es necesaria para producir el morbo o
excitación sexual, cada vez es más alta. Por habituación, lo que al principio nos
podía parecer novedoso y excitante, con la práctica se vuelve cotidiano y pierde
su punto de excitación. Entonces, hay que subir el nivel, con prácticas cada vez
más arriesgadas.
b) El BDSM une placer y dolor, miedo y excitación sexual, que son emociones
fuertes que liberan al torrente sanguíneo una gran cantidad de hormonas y
neurotransmisores que son potencialmente adictivos. El proceso es muy parecido
al que se sigue con los deportes de riesgo y lo trataremos más adelante.
c) El BDSM, condiciona el placer al dolor o/y la humillación y al final de un
proceso largo o de una inmersión profunda, ocurre que se pierde la capacidad de
percibir placer si este no va precedido de dolor /humillación.
d) En el mundo BDSM, se contempla con una mezcla de repulsión-admiración
aquellas prácticas que exigen más entrenamiento, ya que se considera que el
sumiso/a es más “entregado” y el dominante más capaz de controlar. Esto
supone un refuerzo social importante hacia extremos cada vez más altos, ya que
se busca impresionar a los demás, sobre todo porque muchos de los contactos y
de las relaciones sociales de esta naturaleza se llevan a cabo a través de la red,
que mitiga el impacto psicológico que le produce al espectador.
Sin embargo, la gran mayoría de personas no se “engancha” de manera enfermiza al
BDSM y son capaces de distinguir perfectamente realidad y fantasía sexual y tener
relaciones de las llamadas “vainilla” de manera satisfactoria.
Algunas recomendaciones para no dejarse arrastrar:
1- Combinar de vez en cuando prácticas sexuales no BDSM.
2- Ver pornografía no BDSM
3- Tener fantasías no BDSM y masturbarse con ellas.
4- Dejar periodos de “descanso”, donde uno se aleja un poco del mundillo.
5- Combinar técnicas de excitación y castigos “duros”, con otros más suaves, para
no perder la sensibilidad física al estímulo.
6- Alternar alguna vez el papel de dominante y sumiso, para no crear fijación.
7- Mantener relaciones sociales fuera del mundo BDSM.
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