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CUADERNOS DE BDSM - nº8<br />
acto de imposición como una boda, con padrinos, amigos escogidos, comida etc.<br />
Debería ser un momento muy hermoso para recordar siempre. El collar es el<br />
recordatorio físico de tu sumisión, pero no olvides que el mejor collar es el que se lleva<br />
dentro, en tu mente y en tu corazón, el que hace que sientas la sumisión a tu Amo en<br />
cualquier situación, en cualquier momento y en cualquier lugar.<br />
*TU COMPORTAMIENTO COMO SUMISA<br />
(74) Ser sumisa consiste sólo en eso: SER sumisa, es decir, que ante la presencia de tu<br />
Amo, tu cuerpo y tu mente reflejen una ACTITUD sumisa, tener pensamientos sumisos,<br />
obedecer sumisamente, y sobre todo, que se note tu felicidad de ser sumisa junto con la<br />
satisfacción de aumentar el bienestar de tu Amo. Una sumisa que no es feliz de serlo, es<br />
una mujer que escenifica su sumisión, pero NO es sumisa. Este tema está descrito con<br />
más detalle en mi blog bajo el título “¿Cómo llega una sumisa a “ser” sumisa”.<br />
(75) No creas que los grandes gestos de entrega te harán una gran sumisa. Los grandes<br />
gestos pasan y se olvidan, por el contrario la auténtica sumisión se demuestra día a día,<br />
mostrando tu actitud sumisa en los pequeños detalles, los pequeños gestos y entregas<br />
diarias que reforzarán vuestro vínculo. Deberías valorar mucho más el Amo que aprecie<br />
los pequeños gestos diarios, que el que te pida un gran gesto (a veces muy sospechoso).<br />
(76) El principal enemigo de tu sumisión está en ti misma. El principal problema de una<br />
sumisa no es cómo debe comportarse. Tu principal enemigo es creer que eres sumisa<br />
exclusivamente para tu propio placer, el placer de usar a tu Amo para tus juegos de<br />
sumisión. Dependiendo del nivel en el que quieras vivir tu sumisión, cuanto más te<br />
despegues de tu propia satisfacción para entregarte a conseguir la de tu Amo, más feliz<br />
serás en tu entrega. Esta es la gran PARADOJA de la sumisión. Cuando la comprendas,<br />
la interiorices y la lleves a la práctica (según tu nivel), habrás superado el principal reto<br />
que tiene una sumisa. Todo ello, con la condición de que tu Amo sepa reconocer tu<br />
entrega. Es tu derecho.<br />
(77) Que no te vendan la idea de que eres mala sumisa porque no aceptas todo lo que tu<br />
amo te pida; “todo“ no debe ser aceptado o asumido. Es un error fruto de la ignorancia.<br />
Mala sumisa es la que miente a su Amo cuando la pregunta es pertinente, la que<br />
incumple sus compromisos de sumisión cuando estos están dentro de los límites<br />
pactados, la que falta al respeto hacia su Amo si este lo merecía etc. Pero una sumisa no<br />
es mala sumisa si se niega a obedecer una orden que está fuera de límites.<br />
(78) No te consideres menos sumisa por usar tu palabra de seguridad. Si una sesión se te<br />
hace insoportable la culpa no es tuya sino de tu Amo, y eso te legitima para usarla. Es<br />
lógico que tu Amo quiera que avances pero con la condición de que respete tu ritmo.<br />
Además forzar la sumisa más allá de sus posibilidades, va contra el principio general de<br />
que la sumisa debe estar a gusto en su papel. Una sumisa debe esforzarse si, pero NO<br />
odiar lo que hace.<br />
(79) Antes de obedecer una orden de tu Amo, lo único que tienes derecho a preguntarte<br />
(como sumisa) es, si la orden está dentro de los límites consensuados, si va contra tu<br />
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