Haciendo Justicia - Acceso al sistema

Haciendo Justicia - Acceso al sistema Haciendo Justicia - Acceso al sistema

biblioteca.diputados.gob.mx
from biblioteca.diputados.gob.mx More from this publisher
27.12.2014 Views

CAMBIO YCONTINUIDAD EN LOS PROCEDIMIENTOS LEGALES' 63 Sin embargo, al final de los setenta, los zinacantecos sí debían preocuparse de encontrar un foro donde hubiera un mediador favorable para promover una reconciliación. Una vez que los hombres prósperos y prominentes dejaron de competir entre sí para asentar una reputación de sabios mediadores y empezaron a sugerir a las partes que acudieran a las autoridades correspondientes, los zinacantecos comenzaron a experimentar diferencias entre las agencias formadas por miembros de su propio partido y aquellas formadas por partidos contrarios, donde podían esperar malos tratos. Así, los zinacantecos comenzaron a reelaborar su antigua contraposición entre los procedimientos conciliatorios locales y los punitivos estatales, en un contexto mayor donde contrastan la kostumbre zinacanteca con la ley ladina. Kostumbre era un concepto nuevo. Durante los años sesenta ni yo ni ningún otro investigador que trabajara en Zinacantán habíamos escuchado a los lugareños usar la palabra española "costumbre" al hablar tzotzi1. Pero ya en los ochenta los partidos políticos presumían ofrecer a sus miembros acceso a la kostumbre zinacanteca, al tiempo que acusaban a sus opositores de recurrir a la ley ladina (G. Collier, 1999). La kostumbre se definía en oposición a la ley. La primera representaba todo lo que la segunda no era, pero sobre todo la solidaridad comunitaria en contraste con la opresión de clase. Claro está que los zinacantecos ya desde hace mucho veían al derecho estatal como una herramienta de opresión usada por los ladinos para abusar de los indios. Pero cuando los hombres prósperos y prominentes desdeñaron sus empeños por ayudar a parientes y vecinos y se esforzaron en enriquecerse, con frecuencia a costa de los demás, los zinacantecos tomaron prestado el concepto español de "costumbre" para expresar su nostalgia por lo que parecía perdido. Puesto que el cuerpo de "la ley" estaba formado por los códigos y los procedimientos formales que los ricos, poderosos y letrados usaban para oprimir a los pobres, débiles e iletrados, su contrario, la kostumbre, fue asociado con las tradiciones y procedimientos orales usados por los ancianos para ayudar a los demás a resolver sus desavenencias de tal manera que pudieran vivir en armonía. La disputa por las agencias continuó hasta la rebelión zapatista de 1994~ cuando los zinacantecos, al igual que otros ciudadanos de muchos municipios de Chiapas, expulsaron a los caciques priístas y formaron un consejo municipal pluripartidista para gobernar la comunidad. Pero en enero de 1996, después de las elecciones municipales de 1995, un autoproclamado "nuevo PRI" tomó posesión de las oficinas

M• JANE F. CüLLIER municipales. El conflicto irrumpió nuevamente, a pesar de que el"nueva PRI" encarnaba a un sector más amplio de la población que el encarnado por el "viejo PRI". Los miembros del PRD raptaron al presidente del PRI, Y los priístas, en represalia, raptaron a un alto miembro del PRD. La Secretaría de Atención a Pueblos Indígenas (Seapi) del estado de Chiapas, intervino para acordar un intercambio de rehenes y negociar un acuerdo. Se convino en que, a pesar de haber perdido las elecciones, el PRD podría nombrar representantes municipales plurinominales. El puesto más importante entre éstos fue el de juez municipal y suplente, que fungirían junto al juez priísta electo y su suplente. Es este juzgado formado por cuatro jueces el que observé entre 1997 y 1998. Independientemente de que esa fuera la intención de la Seapi al negociar el acuerdo, la incorporación de los jueces perredistas creó un juzgado municipal que prometía servir a todos los zinacantecos, sin distinción partidaria. Elpresidente municipal que estuvo en funciones entre 1996 y 1999, el mismo que había sido raptado por los perredistas al inicio de su periodo, también dio la mayor prioridad a formar un gobierno municipal que sirviera a todos los zinacantecos. Alentó a los simpatizantes de todos los partidos a participar en los programas gubernamentales, en vez de reservar los servicios y fondos estatales para los miembros del PRI, tal como habían hecho los caciques anteriormente. También buscó desalentar que quienes tuvieran conflictos consiguieran el apoyo de agentes externos a la comunidad, tales como funcionarios del poder judicial, abogados o líderes políticos y religiosos. Como ya he señalado, se consideraba riesgoso acudir a personas ajenas a la comunidad. Mientras que en los años sesenta las autoridades ladinas habían encarcelado a algunos o escrito cartas a los agentes municipales, en los noventa personas ajenas a la comunidad habían llegado al extremo de enviar tropas o camiones con seguidores armados a los parajes de Zinacantán. Frente a la amenaza de violencia, el presidente municipal actuaba para limitar la intervención externa mediando personalmente en disputas que confrontaban entre sí a personas influyentes o a miembros de diferentes partidos políticos, a pesar de que rara vez asistía a los procedimientos ordinarios en los juzgados. También usaba sus influencias con funcionarios del golñerno para conminar a las autoridades estatales a regresar a Zinacantán a los querellantes zinacantecos para ser escuchados ahí, en vez de atender el caso ellos mismos. Pidió a las autoridades judiciales que se rehusaran a revisar los casos donde estuvieran involucrados zinacantecos a menos que hubiera ocurrido una primera audiencia en Zinacantán y

CAMBIO YCONTINUIDAD EN LOS PROCEDIMIENTOS LEGALES' 63<br />

Sin embargo, <strong>al</strong> fin<strong>al</strong> de los setenta, los zinacantecos sí debían preocuparse<br />

de encontrar un foro donde hubiera un mediador favorable para<br />

promover una reconciliación. Una vez que los hombres prósperos y<br />

prominentes dejaron de competir entre sí para asentar una reputación<br />

de sabios mediadores y empezaron a sugerir a las partes que acudieran<br />

a las autoridades correspondientes, los zinacantecos comenzaron a experimentar<br />

diferencias entre las agencias formadas por miembros de su<br />

propio partido y aquellas formadas por partidos contrarios, donde podían<br />

esperar m<strong>al</strong>os tratos. Así, los zinacantecos comenzaron a reelaborar<br />

su antigua contraposición entre los procedimientos conciliatorios<br />

loc<strong>al</strong>es y los punitivos estat<strong>al</strong>es, en un contexto mayor donde contrastan<br />

la kostumbre zinacanteca con la ley ladina. Kostumbre era un concepto<br />

nuevo. Durante los años sesenta ni yo ni ningún otro investigador<br />

que trabajara en Zinacantán habíamos escuchado a los lugareños usar<br />

la p<strong>al</strong>abra española "costumbre" <strong>al</strong> hablar tzotzi1. Pero ya en los ochenta<br />

los partidos políticos presumían ofrecer a sus miembros acceso a la<br />

kostumbre zinacanteca, <strong>al</strong> tiempo que acusaban a sus opositores de recurrir<br />

a la ley ladina (G. Collier, 1999). La kostumbre se definía en oposición<br />

a la ley. La primera representaba todo lo que la segunda no era,<br />

pero sobre todo la solidaridad comunitaria en contraste con la opresión<br />

de clase. Claro está que los zinacantecos ya desde hace mucho veían <strong>al</strong><br />

derecho estat<strong>al</strong> como una herramienta de opresión usada por los ladinos<br />

para abusar de los indios. Pero cuando los hombres prósperos y<br />

prominentes desdeñaron sus empeños por ayudar a parientes y vecinos<br />

y se esforzaron en enriquecerse, con frecuencia a costa de los demás, los<br />

zinacantecos tomaron prestado el concepto español de "costumbre" para<br />

expresar su nost<strong>al</strong>gia por lo que parecía perdido. Puesto que el cuerpo de<br />

"la ley" estaba formado por los códigos y los procedimientos form<strong>al</strong>es<br />

que los ricos, poderosos y letrados usaban para oprimir a los pobres,<br />

débiles e iletrados, su contrario, la kostumbre, fue asociado con<br />

las tradiciones y procedimientos or<strong>al</strong>es usados por los ancianos para<br />

ayudar a los demás a resolver sus desavenencias de t<strong>al</strong> manera que<br />

pudieran vivir en armonía.<br />

La disputa por las agencias continuó hasta la rebelión zapatista de<br />

1994~ cuando los zinacantecos, <strong>al</strong> igu<strong>al</strong> que otros ciudadanos de muchos<br />

municipios de Chiapas, expulsaron a los caciques priístas y formaron<br />

un consejo municip<strong>al</strong> pluripartidista para gobernar la comunidad.<br />

Pero en enero de 1996, después de las elecciones municip<strong>al</strong>es de<br />

1995, un autoproclamado "nuevo PRI" tomó posesión de las oficinas

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!