Haciendo Justicia - Acceso al sistema

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nicipal, donde se dirimen los juicios, la revisión de expedientes y actas,
el seguimiento de casos de disputa, así como el interés en reconstruir la
perspectiva zinacanteca de la justicia, todo esto relacionado con la experiencia
previa de investigación en la zona, le han permitido a la autora
reconstruir las lógicas de la justicia zinacanteca, sin por ello separarla
de la justicia estatal.
Los capítulos siguientes de María Teresa Sierra (capítulo 2), yel de
Ivette Vallejo (capítulo 3) se complementan para ofrecer una visión regional
de la justicia, la interlegalidad y el género en la región nahua de
Cuetzalan y Zacapoaxtla, Puebla.
María Teresa Sierra, en el capítulo 2, "Interlegalidad, justicia y derechos
en la Sierra Norte de Puebla", retoma una experiencia previa de investigación
en comunidades nahuas de Huauchinango, Puebla, en el
otro extremo de la bocasierra poblana, para profundizar en el estudio
de la interlegalidad, que se ha revelado como la clave para comprender
las dinámicas jurídicas en las regiones indígenas. Se argumenta que en
la zona de Cuetzalan y Zacapoaxtla la legalidad del estado ha penetrado
todos los ámbitos de la justicia regional, incluyendo las instancias
comunitarias, generando procesos diferentes de apropiación y resignificación
de los discursos legales, pero también de conflicto y desplazamiento
de normas tradicionales lo que tienden a debilitar la práctica de
una justicia indígena. Pero se observa también la manera en que hombres
y mujeres nahuas retraducen los significados legales desde sus propias
matrices culturales y se valen de ellos para confrontar situaciones
de violencia, para negociar roles de género, pero también para resistir
ante las exigencias mismas de la ley, lo que confirma que el derecho se
construye desde las prácticas concretas. Esto ha significado que en los
diferentes niveles legales especialmente en las instancias comunitarias y
las municipales, los litigantes y las autoridades ponen en juego discursos
provenientes de diferentes registros jurídicos que en ocasiones combinan
al dirimir las controversias. Leyes, derechos y costumbres son
efectivamente poderosos lenguajes para negociar posiciones ante la autoridad,
pero también para definir jerarquías, poderes y roles genéricos.
Se destaca también el papel central que han tenido las organizaciones
indígenas y mestizas de derechos humanos, mixtas o de mujeres, en la
introducción de nuevos discursos de derechos, generando alternativas
en la defensa jurídica de la población. De esta manera el discurso de los
derechos humanos, los derechos de las mujeres y los derechos indíge-
• nas han entrado a formar parte de los recursos jurídicos para disputar