Haciendo Justicia - Acceso al sistema

466 ' REBECCA IGREJA LEMOS
material importante para la comprensión más general en el país de la
aplicación de justicia por los indígenas y de cómo se da la relación de
los pueblos indígenas con la justicia del Estado.
Es necesario apuntar nuevamente que los indígenas en la ciudad no
constituyen un grupo homogéneo, uniforme, sino grupos originarios
de varias etnias, portadores de diferentes referentes culturales e históricos,
que se han adaptado de formas diferentes a la ciudad. Por este motivo,
es fundamental aclarar que las conclusiones de esta investigación
se refieren a la problemática vivida por los grupos estudiados, que coinciden
de una cierta manera con los grupos más trabajados por las instituciones
mencionadas, y que son considerados por éstas como grupos
en extrema pobreza. Por supuesto, no abarcan a toda la población indígena
migrante de la ciudad de México.
Estas diferencias no invalidan las conclusiones, sino que imprimen
un carácter particular a la diversidad cultural sin impedir el dibujo de
líneas generales de su relación con el Estado, de la problemática y de las
repuestas que elaboran. Desconocer esta diversidad sería avalar la idea
de una "indianidad genérica" que si en algunos momentos parece útil
para la lucha indígena, en otros provoca la falta de respeto para las diferentes
formas de expresar la diferencia cultural.
Reconocer la heterogeneidad de los grupos no debe provocar un juicio
sobre la originalidad cultural de un grupo. Teóricos asimilacionistas,
que se fundamentaban en nociones duras y esencialistas de la cultura y
la identidad, anunciaron que los grupos indígenas que migrasen a los
contextos urbanos serían asimilados perdiendo su cultura e identidad étnica.
Esto no ha ocurrido, pero la forma como cada grupo reproduce su
cultura y su identidad es distinta, pues depende de cómo se entrecruzaron
la tradición y la modernidad, de la proximidad con la comunidad de
origen y de la identidad étnica asumida y sus vínculos con las demás
identidades sociales que asume cuando están en la ciudad, es decir, el ser
indio y ser urbano, ser comerciante ambulante, ser mendigo, etcétera.
Partiendo de estas ideas, es posible comprender que los indígenas
migrantes viven sus conflictos con la justicia desde dos posiciones: desde
su diferencia . cultural y su pertenencia a una clase social subalterna.
Así, se puede decir que se encuentran en desventaja porque sufren una
doble exclusión, o sea, son excluidos por la clase social en que están ubicados
y por su adscripción étnica y cultural. Pero no es posible hacer
separaciones tajantes sobre cuándo está en juego cada una de estas posiciones
pues están imbricadas una en la otra, y ambas deben ser veri-