Haciendo Justicia - Acceso al sistema

430 • REBECCA IGREJA LEMOS
porque ya anda poniendo los cuernos a tu marido, que porque lo
mejor quién sabe qué, o sea todo eso... Yo con mi marido sufrí
mucho, golpes diarios, moretones diarios, humillaciones diarias,
desobligaciones diarias, entonces, me dio por trabajar, me dio por
tener, porque yo sabía trabajar, desde niña he sabido trabajar... entonces
yo hablé con él y le dije: mira, si tu quieres destruirnos después
de quince años de casado, en un día nos vamos a destruir, pero
si quieres que nos vamos a tratar de vivir bien pues piénsalo, porque
yo ya me cansé... Por eso fue que dialogamos, platicamos y todo,
entonces cambió mucho. Después, a los dos años, mi esposo tuvo
una fractura en la columna, yo pensaba que iba quedar paralítico,
porque se arrastraba, entonces, no sé si vio el esfuerzo que yo hice
para que se repusiera o el apoyo que yo le brindé, porque para mí
era yo trabajaba y lo mantenía, y lo pude sacar adelante. Entonces,
yo creo que eso fue lo que ahora él me valoriza, claro tenemos problemas
como todos, pero él ahorita, pues este, me valoriza... Entonces,
yo siento que fue como una negociación, sabes qué, a mí
me gusta hacer esto si tú me apoyas pues sigo adelante, si no mejor
dejar aquí. Échale ganas, échale ganas y trabajamos...
Podría decirse que son los grupos mazahuas los que más cambios han
sufrido después que se organizaron de manera más consolidada. Los cambios
van desde la mejoría en sus condiciones de vida a través de los proyectos
vinculados a las instituciones, hasta los cambios que están ocurriendo
al interior de las familias y del grupo como un todo. En ese proceso, buscar
la solución de los conflictos entre ellos dentro de la organización ha
jugado un papel fundamental, pues los hace sentir más capaces y más
preparados para enfrentar las instituciones y la justicia del Estado. No
se puede decir que ya es una práctica consolidada las reuniones de
asamblea para la solución de conflictos. Los representantes mazahuas
aún no juegan un papel fundamental como mediadores de los conflictos,
sin embargo, sea por la necesidad impuesta por las instituciones,
sea por descrédito hacia las instancias del Estado, las organizaciones
maza~uas procuran cada vez más apoyarse en esas prácticas.
Organizaciones otomíes
Los grupos otomíes se diferencian mucho según las organizaciones. Hay
grupos que en sus discursos no plantean la recuperación y práctica de