Haciendo Justicia - Acceso al sistema

DERECHO YDIFERENCIA ÉTNICA' 419
el Grupo Otomí Chapultepec 380 y la Agrupación de Artesanos Otomíes.
Juega un papel importante en estos conflictos la disputa por la
vivienda.
La organización otomí Grupo Otomí Guanajuato, A.c., merece una
mención especial ya que se ha convertido en una organización muy
combativa, que ha hecho grandes esfuerzos para cambiar la situación
de sus integrantes con propuestas innovadoras para los grupos otomíes
en general. La organización se ha hecho representar constantemente en
foros, congresos sobre temas indígenas y ha asistido a varias instituciones.
En el momento de la investigación, la organización estaba conformada
por 35 familias, unas 250 personas. Antes de tomar un
predio en la calle Guanajuato en la colonia Roma, muchos de ellos
andaban dispersos por las calles durmiendo en los camellones, para
después constituir su organización. Vinieron de sus pueblos buscando
mayores oportunidades en la ciudad, fugándose de las condiciones
precarias y del hambre que vivían en sus comunidades. A finales
de 1994, empiezan la instalación en el predio de la colonia Roma
y se encuentran con varios drogadictos que también ahí se habían
alojado. Se desarrolla entonces un conflicto entre los grupos y los
viciosos, que resultó en la salida de los drogadictos del terreno, pero
también en el contacto prematuro de los niños otomíes con las
drogas.
Los niños no son solamente víctimas de drogas sino también de
maltratos y abusos sexuales. La actividad de mendicidad de los niños
junto con sus madres ha provocado que estén expuestos a situaciones
en que se vuelven víctimas de toda especie de abusos, y que estén
alejados de la escuela. También entre los adultos y los jóvenes
hay problemas de alcoholismo y delincuencia. Estos problemas repercuten
de manera muy negativa al interior de la vecindad provocando
discusiones y confilctos entre los integrantes. Además, el grupo
vive problemas diarios con los demás residentes de la colonia, pues
constantemente son víctimas sobre todo de discriminación y de violencia.
Todos estos problemas, sumados también a la venta ambulante a
cual algunos se dedican, llevan a que se confronten duramente con los
aparatos de justicia del Estado. Este no es un caso aislado, pero común
a varias organizaciones otomíes. Según el Censo de los Reclusorios del
Distrito Federal del 30 octubre de 1998, los otomíes son el mayor gru-