Haciendo Justicia - Acceso al sistema

PROCURACiÓN DE JUSTICIA EINTERLEGALIDAD • 371
generales, lo critica por las limitaciones y complicaciones en su uso y
eficacia. En todo caso, el síndico resignifica el orden legal del Estado a
las necesidades concretas de procuración de justicia en su espacio de
control jurídico, por ejemplo, cuando en el acta de acuerdo encuadra el
pago de la novia como una violación, para que en el supuesto de tener
que enviar el caso a Tlapa, las autoridades le den entrada porque se consigna
un delito que está tipificado en la ley escrita.
A diferencia de lo que se espera de una autoridadjudicial, cuando el
síndico atiende un caso no piensa inmediatamente en tipificar el hecho
como un delito. Si esto ocurre es después de conocerlo y saber las implicaciones
del asunto, sobre todo si se trata de cuestiones de índole penal,
como son los problemas que se persiguen de oficio, el robo y el homicidio,
u otros como el pago de la novia o acusaciones de brujería. En
estas situaciones el síndico tendrá cuidado del procedimiento a emplear,
pues si el delito implica una sanción penal, ésta deberá apegarse a tiempos
y procedimientos reglamentados con los que tendrá que cumplir
para evitarse problemas con las autoridades judiciales a las que se encuentra
subordinado, particularmente el ministerio público del fuero
común, así como con instancias defensoras de derechos humanos. De
otra manera, recurrirá a su propia experiencia y referentes normativos
para dar salida a esos asuntos.
La impartición de justicia que hace el síndico no es en lo absoluto
sencilla, como autoridad se convierte en un auténtico mediador en dos
sentidos: primero, tiene que fungir como conciliador y moderador entre
las partes en conflicto, buscando restablecer las relaciones tanto interpersonales
como comunitarias de las partes confrontadas. En segundo
término, es el puente entre el Estado y la comunidad, pues representa
oficialmente al primero y debería cumplir con las normas que establece,
imponiendo un orden jurídico hegemónico y homogenizador, tarea que
finalmente no cumple porque gran parte de sus actuaciones se basan en
una lógica jurídica diferente a la oficial, que responde a los tiempos y
creencias de los naa savi.
Lo que ocurre es que las normas estatales modelan y establecen límites
a las prácticas jurídicas locales, que no están separadas entre sí
sino én una interacción constante, constituyéndose mutuamente.
El síndico actúa haciendo uso de dos normatividades que pone en
juego según sea el asunto. Oscila entre las normas del Estado y las
prácticas naa savi, mismas que subordina o sobrepone en cada situación
particular; no procede siempre de la misma forma, porque su ac-