Haciendo Justicia - Acceso al sistema

370 • MARIBEL NICA8Iü GONZÁLEZ
No hay día que no se abra la oficina en la presidencia municipal,
especialmente los domingos que es día de plaza y misa por lo que llega
mucha gente a la cabecera, a menos que el síndico salga a realizar
alguna diligencia local o fuera del municipio. Tampoco existen
trabas burocráticas para hablar con él y su disposición es permanente,
atendiendo de inmediato casos que se le plantean incluso por teléfono
o por carta.
La entrada de recursos económicos a la sindicatura en la forma de
multa o por el servicio prestado no es una práctica que esté instituida,
debido a la carencia de recursos de los comparecientes, aunque es una
prerrogativa oficial. En ocasiones, los usuarios pagan cuando se ha elaborado
un acta, pero no son entradas económicas regulares como ocurre
en otros municipios.
Existen dos tipos de atención que da el síndico: una en la forma de
consejo y la otra de carácter oficial. Los consejos carecen de toda legitimidad
oficial por darse en un espacio distinto al autorizado y por seguir
un procedimiento no reconocido. Son consultas que brinda en su casa a
quien lo solicite, hace comentarios sobre cuál es el procedimiento oficial
que se puede realizar en cada caso, sugiriendo que el asunto se presente
ante la sindicatura o cómo se puede solucionar el conflicto, sin que los
involucrados tengan que llegar ante las autoridades distritales. La otra
manera, es la atención y recepción de los asuntos presentados, dándoles
un trato oficial en la oficina del ayuntamiento, siguiendo las formalidades
consistentes en la presentación del caso, la canalización o la conciliación.
Las funciones que realiza el síndico procurador en algunos momentos
se ven limitadas por el desconocimiento de cómo realizar algunas
actividades de acuerdo a la ley escrita, pero en otros casos rebasan los
deberes instituidos por el Estado, al atender asuntos de los que deberían
hacerse cargo otras autoridades o instancias. Tal es por ejemplo la solicitud
de apoyo para algún asunto familiar que correspondería al DIF
municipal.
El síndico desconoce los estatutos y la jerga jurídica en su generalidad,
aunque maneja elementos básicos del discurso jurídico; toma en
cuenta'aspectos que se ve obligado a cumplir y otros que puede usar
para la solución de los litigios desde su marco sociolegal. El síndico no
traduce la normatividad del Estado a la normatividad naa savi, ya que
se trata de dos sistemas normativos que responden a lógicas jurídicas
diferentes, uno lo conoce y entiende pero del otro sólo tiene referencias