Haciendo Justicia - Acceso al sistema

342 • ELISA CRUZ RUEDA
mujeres se vieron encarceladas, pues plantearon su desacuerdo con
la administración que el agente realizó de los recursos procedentes
del gobierno estatal. Recordaron lo que había sucedido con aquella
mujer líder acusada de ser zapatista y solicitaron que al igual que
con ella, no se cometiera una injusticia. Los hechos fueron los siguientes.
En una ocasión las mujeres (32 madres de familia) de Móctum (la
mayoría forma parte del grupo de Mujeres Olvidadas del Rincón Mixe)
esperaban recibir cada una de ellas una batería de cocina de seis piezas
por parte de la Clínica Regional de Villa Alta (IMSS). Para el traslado, dieron
una cooperación de 25 pesos. Se decía que la batería la recibirían
como un incentivo de la clínica.
Antes de que les entregaran las baterías de cocina, la autoridad (el
agente y su secretario) junto con la encargada o asistente de la casa de salud
en Móctum, llamaron a reunión a las mujeres, les dijeron que no
sabían quiénes recibirían batería y quiénes no. Después de mucho discutir
y de que el secretario les dijo que los programas del gobierno ayudan
pero también dividen, pues tal vez no llegaría el apoyo para todas (según
algunas mujeres él sabía a quiénes sí y a quiénes no), las mujeres acordaron
que si no alcanzaban para todas, las repartirían de tal manera que
las que no hubieran sido beneficiadas con las baterías también les tocaran.
El encargado de la clínica regional llevó, junto con el presidente municipal,
las baterías de cocina a Móctum, y las entregó a las mujeres que
estaban en una lista, pero resultó que sólo eran 27 por lo que cinco
quedaban fuera. Antes de hacer la entrega, el encargado de la clínica les
dijo que él no sabía por qué había sido así, "a veces es porque no obedecen
a las promotoras o no cumplen, pero no sé por qué cinco se quedaron
fuera". Pasaron algunos días después de esto, las mujeres fueron
convocadas por el agente y su secretario, para hacer efectivo el acuerdo
inicial entre ellas. Todas se reunieron pero muchas no quisieron entregar
una pieza de sus baterías de cocina, aunque la autoridad les recordó
el acuerdo, y que la mayoría lo había decidido así. La discusión
llegó al grado de que la autoridad les dijo que si no cumplían con lo
acordado las metería a la cárcel.
Al final la autoridad les fue pidiendo sus firmas y su traste, sin
embargo dos de ellas se opusieron -una a firmar y otra a dar su trascación
de poemas sobre las mujeres zapatistas, en esta publicación ella escribió un poema y, por esto,
también se le acusó de ser zapatista.