Haciendo Justicia - Acceso al sistema

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(42 por ciento), siguiendo en importancia las que tuvieron lugar entre
hombres (35 por ciento), luego las disputas entre mujeres (5 por ciento)
y por último las que involucran a hombres contra mujeres (1 por
ciento). Estos datos muestran que en Coyutla la "díada conflictiva" (en
términos de Nader, 1998: 233) más relevante es la derivada de la relación
hombre-mujer, en la cual ésta resulta agraviada en un porcentaje
más alto que el hombre. Sin embargo, su condición de agraviada no
conlleva la pasividad, ya que las mujeres realizaron un mayor número
de denuncias judiciales que los hombres. En correspondencia con esta
información, destacaré que los hombres fueron denunciados como
agresores en un porcentaje mucho mayor que las acusaciones contra
mujeres."
Además, hubo en la muestra varios casos en los que, ya sea en condición
de agraviados o acusados, se constata la participación de dos o
más actores, que pueden ser tanto hombres como mujeres. En un número
reducido de expedientes varias personas denunciaron a otras varias,
lo que indica que el conflicto asumió la forma del enfrentamiento
entre grupos, ya sea familiares o facciones políticas en una comunidad.
Por ejemplo, en un caso del cual presencié algunas declaraciones de los
acusados en el lP de Coyutla, los campesinos declarantes relataron que
15 hombres se encontraban fumigando en un predio de la comunidad
Colonia Guadalupe, cuando llegó un grupo de 20 campesinos que los
agredieron por disputas por la tierra, resultado de lo cual hubo varios
heridos. Otra historia de este tipo ocurrió en el ejido La Lima: cuatro
personas (entre ellas una mujer) de esta localidad denunciaron a nueve
hombres por haber ingresado con violencia a sus casas, para agredirlos
y golpearlos, debido a la existencia de facciones políticas en relación con
la elección del subagente municipal.32
Es necesario destacar el reducido número de denuncias y disputas
por conflictos ocurridos entre mujeres indígenas, que acudieron al derecho
estatal. A mi parecer ello se debe, no tanto a la inexistencia de los
mismos, sino al hecho de que por lo general las mujeres solucionan sus
diferencias a nivel doméstico, y sólo acuden a estas instancias en casos
de reiterada agresión, como la historia ya relatada de amenazas entre
muieresindígenas, en que la ley se convirtió en un símbolo de resistencia.
31 Cabe aclarar que estos porcentajes se refieren sólo a casos en que un hombre o una mujer fueron
agraviados o acusados. Debido a dificultades para realizar el cómputo, no se contabilizaron los casos en
que hubo hombres y mujeres actuando conjuntamente como agraviados o acusados.
32Jp de Coyutla, Causa penal No. 68/987, por el delito de lesiones. Iniciada e18 de marzo de 1987.