Haciendo Justicia - Acceso al sistema

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blicas, pues en su mayor parte éstas sólo se hacen efectivas en las comunidades
a través del trabajo gratuito que realizan los hombres mayores
de 18 años. Como sostuvo el subagente: "La gente (en la comunidad)
dijo: «sí sabemos que la faena no es obligatoria, pero aquí
nuestra costumbre es hacer faenas para que el pueblo progrese. Si algún
licenciado no quiere que la gente haga faena, pues que mande dinero
para trabajadores y no hay problemas, nadie va a hacer faena, que
se pague» ."23
Desde el punto de vista legal en la solución de este conflicto prevaleció
el derecho por sobre la costumbre (aun cuando ésta tiene un reconocimiento
legal en la Constitución), ya que el subagente y los policías
fueron encarcelados. Pero en el nivel de la jurisdicción indígena parece
evidente que predominó la perspectiva de que la costumbre de la faena
es necesaria para la realización de las obras públicas en la comunidad.
Sin embargo, aquí existen varias personas renuentes a prestar faenas
por motivos políticos, económicos o religiosos, y en este caso invocan
al artículo 50. constitucional, para justificar el no cumplir con la misma
y no pagar por el día no trabajado. De esta manera, aparece que en
el interior de la comunidad también se utilizan referentes normativos
que remiten a la legalidad del Estado (no se puede obligar a nadie a efectuar
trabajo no remunerado), los cuales se enarbolan atendiendo a las
conveniencias personales. Como sostiene Santos (1987), en las situaciones
de interlegalidad los actores sociales cambian continuamente de un
sistema normativo a otro, tanto cuando toman decisiones con respecto
a sus propias prácticas, como cuando argumentan sobre ellas, como
puede ser en las declaraciones judiciales.
El conflicto normativo entre la ley nacional y las normas indígenas
remite además a las dinámicas domésticas en el interior de la familia indígena,
en relación con los roles de género y con las obligaciones que
conciernen a los miembros de la pareja, tanto como a los hijos. El modelo
tradicional de familia indígena se caracteriza por el patrón de residencia
posmarital patrivirilocal, donde destaca el poder y autoridad que
tienen los suegros sobre la joven pareja. Las mujeres son sometidas a
una estrecha vigilancia por parte de sus maridos y los padres de éste,
de modo que deben rendir cuentas acerca de su honor, sus actividades
y el cumplimiento de las obligaciones domésticas. Los distintos documentos
de archivo que consulté, y mi propia etnografía, indican que en
2.JEntrevistaa N.O., subagente municipal de Panorama. Coyutla, 29 de julio de 1996.