Haciendo Justicia - Acceso al sistema

RELACIONES DE GÉNERO, MUJERES NAHUAS y USOS DE LA LEGALIDAD' 211
En una buena parte de los litigios se observa que conflictos de orden genérico
que devienen de la estructura organizativa de los grupos domésticos,
llegan a instancias locales de impartición de justicia y de éstos a
las instancias de la legalidad del Estado.
Partiré de la conceptualización de los sistemas sexo-género como
"un conjunto de disposiciones por el cual la materia prima biológica
del sexo y la procreación humanas son conformadas por la intervención
humana y social y satisfechas en una forma convencional" (Rubin,1996:
46).
Sobre la base sexual se materializan significaciones en normas que
son portadas, defendidas y reproducidas por distintas instituciones primarias
como el parentesco y el matrimonio y por las propias formas
de organización de los grupos domésticos, la organización comunitaria
y la administración de justicia local.
Los sujetos sociales se constituyen asumiendo las posibilidades
combinatorias de modelos sexogenéricos o en referencia a "etnomodelos
de género" o modelos de género hegemónicos en su cultura que
funcionan como "tipo ideal" (Alberti, 1999). Digamos entonces que la
asignación de género se construye desde la etnia, en lo que compete a normas,
valores y patrones de comportamiento; y con base en ellas los
sujetos construyen su identidad.
Desde la organización genérica tanto hombres como mujeres establecen
relaciones, posiciones y espacios de competencia en la vida
cotidiana, en la que el desempeño de cada uno depende de la implementación
de modelos que hacen parte de sistemas normativos de orden
cultural. Las relaciones de género en el campo de la legalidad, intervienen
en el tipo de conflictos que se suscitan al interior de los grupos domésticos
y en la comunidad en general; asimismo, influyen en el
acceso a instancias de procuración dejusticia, en la presentación de las demandas,
en las argumentaciones vertidas en la instancia local por parte
de los litigantes y en la forma en que las autoridades locales dirimen los
conflictos.
Distinguiendo diferencias genéricas en el acceso a las instancias de
impartición de justicia, con base en el estudio realizado, se observa que
existe un mayor número de demandantes en la jurisdicción indígena.
Así, en Yohualichan en 1997, el 75.7 por ciento de un total de 53 demandas,
fueron hombres, mientras el 15.7 por ciento mujeres. En el
mismo año fue mayor el número de hombres demandados, 46, que
corresponde a un 65.7 por ciento, mientras 11 son mujeres, es decir,