Haciendo Justicia - Acceso al sistema

INTRODUCCIÓN' 21
tación en el campo judicial oaxaqueño. A pesar de todo varios asuntos
llegan al Distrito Judicial mixe provenientes de diferentes municipios y
comunidades, lo que revela también una continua negociación de las
normas, pero también una renovación de las estructuras de poder
(Martínez, 2001).
Para los indígenas urbanos-migrantes en la ciudad de México no
existen espacios oficiales reconocidos fuera de la justicia estatal, a la
cual se ven sometidos al igual que cualquier otro ciudadano, sin contemplar
su condición étnica. Su condición social, como pobres y excluidos,
los expone continuamente a verse involucrados en delitos
(pleitos, drogas, robos), y a tener que confrontar la justicia y llegar
incluso a la cárcel. No obstante las organizaciones indígenas han
construido canales alternativos de resolución de disputas con el fin de
dirimirlas a nivel interno, evitando llegar a la justicia estatal. Se trata
efectivamente de instancias no oficiales, que funcionan según la
legitimidad de los representantes de las organizaciones y el reconocimiento
que tengan para convocar a las partes (Igreja, 2000). Procesos
similares han sido descritos en otros países, como es el caso de las
barriadas de Río de Janeiro, por Santos (1995), para mostrar cómo la
falta de acceso a la justicia estatal provoca que las organizaciones
construyan alternativas para controlar su conflictividad social ante la
desconfianza que hay hacia las autoridades oficiales. Si bien en el espacio
urbano de la ciudad de México las experiencias de justicia alternativa no
son tan elaboradas, pueden funcionar como referentes simbólicos para
construir una etnicidad urbana y fortalecer las dinámicas internas del
grupo.
En suma, el estudio de los niveles legales en los casos analizados revela
la importancia de las instancias municipales como ejes clave en las
dinámicas jurídicas indígenas. Incluso en aquellas regiones donde no
son las autoridades indígenas las que controlan las instancias municipales,
los agentes de mediación aun siendo mestizos se ven obligados a
considerar las normas indígenas y a negociar con base en ellas ante la
gran cantidad de asuntos que deben atender. El municipio se revela así
como un espacio clave de la justicia en regiones indígenas. Sin embargo,
en aquellos lugares donde las cabeceras se encuentran bajo el poder
mestizo, son las instancias inferiores, agencias de policía, juntas auxiliares,
juzgados de paz, etcétera, donde se observan prácticas de la justicia
indígena y una cierta autonomía en la gestión de los asuntos internos.
Se trata, sin embargo, de unajusticia con alcances mínimos. Los