Haciendo Justicia - Acceso al sistema

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178 • MARÍA TERESA SIERRA EL DISCURSO DE LOS DERECHOS HUMANOS Y LOS NUEVOS AGENTES DE MEDIACIÓN: A MANERA DE CONCLUSIONES En los últimos tiempos han surgido y se han consolidado nuevos agentes de mediación en la Sierra Norte de Puebla que juegan un papel central en el campo de la justicia y la defensa legal. Se trata de organismos no gubernamentales que enarbolan el discurso de los derechos humanos y, recientemente, los derechos de las mujeres, como una manera de confrontar injusticias y poderes instituidos. La mayor parte de estas organizaciones surgieron con el fin de hacer frente a la impunidad y la violación de los derechos humanos vigentes en la Sierra, y para implementar programas de asesoría y defensoría jurídica. Así nace la Comisión Takachihualis en 1989, en San Miguel Tzinacapan, integrada en su mayoría por nahuas y algunos mestizos de la región y más adelante, en 1996, el Frente Regional de Abogados Democráticos (FRAD) con sede en Zacapoaxtla, promovido por abogados mestizos y gestores indígenas que se dedican principalmente a desarrollar una defensa legal gratuita. Surgen también organizaciones de mujeres como la Maseualsihuamej Mosenyolchicauanij (1992), integrada por mujeres nahuas de Cuetzalan, y el Centro de Asesoría entre Mujeres (Cadem);" formado por mujeres mestizas asesoras, como organizaciones independientes que enarbolan una perspectiva de equidad de género: buscan apoyar específicamente proyectos dirigidos a mujeres indígenas vinculados con áreas de salud reproductiva, proyectos productivos alternativos y sustentables, y la capacitación en derechos para las mujeres. Además de estas organizaciones proliferan otras ONG, abarcando campos similares, varias de ellas promovidas directamente por el INI Y los fondos regionales, y otras más constituidas como bufetes jurídicos vinculadas a algunas organizaciones regionales como es el caso de la Tozepan Titatanisque y Antorcha Campesina. Cada una de estas organizaciones tiene su propio perfil y son referentes centrales en el estudio del campo jurídico en la región de Cuetzalan y Zacapoaxtla, según hemos podido documentar (cfr. Morales, 2004). Varias de ellas, especialmente las independientes, han jugado un papel fundamental en la politización de las identidades étnicas y en la promoción de los derechos indígenas en la región y en el estado. La mayoría también se han "'Sobre el desarrollo de la Maseuasiuamej Monseyolchicauanij y el Cadem; véase Mejía (2000).

INTERLEGALIDAD. JUSTICIA YDERECHOS' 179 convertido en instancias de mediación alternas al Estado a las cuales suelen acudir hombres y mujeres nahuas para buscar salida a sus conflictos o un apoyo legal en los procesos judiciales. Este papel de mediadores que juegan las organizaciones abre nuevas opciones a los miembros de las comunidades para dirimir sus disputas, evitando que algunos casos pasen al Estado, al mismo tiempo que constituyen alternativas importantes para confrontar a las autoridades indigenas, tal como lo evidencia el caso de Takachihualis. Este proceso ha generado nuevas problemáticas y retos para las mismas organizaciones de defensa ante la necesidad de intervenir en las dinámicas de poder comunitario. Dado el impacto de estas organizaciones en la defensoría jurídica a nivel regional y local, ha sido importante documentar su incidencia en el campo de la justicia, la manera en que abordan y se confrontan con los funcionarios judiciales estatales, así como el contexto en que realizan sus actividades." No profundizo aquí en esta problemática, basta con resaltar el rol central de estas organizaciones en la práctica de la justicia y en la promoción de los derechos en la Sierra Norte de Puebla. Es de notar, por ejemplo, un interés creciente de parte de todas ellas de involucrarse en la defensa de los derechos indigenas, en revalorar elementos de las costumbres jurídicas, si bien de manera crítica, y en la necesidad de fortalecer las jurisdicciones locales y el papel de las autoridades tradicionales. Es importante destacar el interés creciente de algunas organizaciones principalmente de mujeres en defender una visión de equidad de género en la práctica de la defensa legal, tarea impulsada principalmente por las integrantes del Cadem y las Maseualsiuamej Mosenyolchicauanij (Mejía, 2000),52 lo que ha generado nuevas problemáticas y nuevos retos. De esta forma el lenguaje legal de los derechos ha arraigado en la región, por lo que no es extraño escuchar a mujeres de las comunidades que se acercan a buscar más información sobre temas que tocan su experiencia personal, que escuchan difundir a través de la radio indigenista. Pero sobre todo las organizaciones de derechos humanos en general han conseguido ser reconocidas por los vecinos de las comunidades y por las autoridades judiciales del Estado '1Heber Morales (2004) ha participado activamente en esta parte de la investigación, centrándose en el papel de la defensoría jurídica a partir del caso de los Takachihualis, el FRAD Y los gestores indígenas promovidos por el INI, trabajo que desarrolló en el marco del proyecto con el fin de obtener su tesis de licenciatura. 52Enesta dirección organizaciones como el Cadern y la Maseualsiuamej han promovido un proyecto de defensoras populares con el fin de dar asesoría legal a mujeres víctimas de delitos judiciales.

INTERLEGALIDAD. JUSTICIA YDERECHOS' 179<br />

convertido en instancias de mediación <strong>al</strong>ternas <strong>al</strong> Estado a las cu<strong>al</strong>es suelen<br />

acudir hombres y mujeres nahuas para buscar s<strong>al</strong>ida a sus conflictos o<br />

un apoyo leg<strong>al</strong> en los procesos judici<strong>al</strong>es. Este papel de mediadores que<br />

juegan las organizaciones abre nuevas opciones a los miembros de las comunidades<br />

para dirimir sus disputas, evitando que <strong>al</strong>gunos casos pasen<br />

<strong>al</strong> Estado, <strong>al</strong> mismo tiempo que constituyen <strong>al</strong>ternativas importantes<br />

para confrontar a las autoridades indigenas, t<strong>al</strong> como lo evidencia el caso<br />

de Takachihu<strong>al</strong>is. Este proceso ha generado nuevas problemáticas y retos<br />

para las mismas organizaciones de defensa ante la necesidad de intervenir<br />

en las dinámicas de poder comunitario.<br />

Dado el impacto de estas organizaciones en la defensoría jurídica a<br />

nivel region<strong>al</strong> y loc<strong>al</strong>, ha sido importante documentar su incidencia en<br />

el campo de la justicia, la manera en que abordan y se confrontan con<br />

los funcionarios judici<strong>al</strong>es estat<strong>al</strong>es, así como el contexto en que re<strong>al</strong>izan<br />

sus actividades." No profundizo aquí en esta problemática, basta<br />

con res<strong>al</strong>tar el rol centr<strong>al</strong> de estas organizaciones en la práctica de la<br />

justicia y en la promoción de los derechos en la Sierra Norte de Puebla.<br />

Es de notar, por ejemplo, un interés creciente de parte de todas ellas de<br />

involucrarse en la defensa de los derechos indigenas, en rev<strong>al</strong>orar elementos<br />

de las costumbres jurídicas, si bien de manera crítica, y en la<br />

necesidad de fort<strong>al</strong>ecer las jurisdicciones loc<strong>al</strong>es y el papel de las autoridades<br />

tradicion<strong>al</strong>es. Es importante destacar el interés creciente de <strong>al</strong>gunas<br />

organizaciones princip<strong>al</strong>mente de mujeres en defender una<br />

visión de equidad de género en la práctica de la defensa leg<strong>al</strong>, tarea impulsada<br />

princip<strong>al</strong>mente por las integrantes del Cadem y las Maseu<strong>al</strong>siuamej<br />

Mosenyolchicauanij (Mejía, 2000),52 lo que ha generado nuevas<br />

problemáticas y nuevos retos. De esta forma el lenguaje leg<strong>al</strong> de los<br />

derechos ha arraigado en la región, por lo que no es extraño escuchar<br />

a mujeres de las comunidades que se acercan a buscar más información<br />

sobre temas que tocan su experiencia person<strong>al</strong>, que escuchan difundir<br />

a través de la radio indigenista. Pero sobre todo las organizaciones de<br />

derechos humanos en gener<strong>al</strong> han conseguido ser reconocidas por los<br />

vecinos de las comunidades y por las autoridades judici<strong>al</strong>es del Estado<br />

'1Heber Mor<strong>al</strong>es (2004) ha participado activamente en esta parte de la investigación, centrándose<br />

en el papel de la defensoría jurídica a partir del caso de los Takachihu<strong>al</strong>is, el FRAD Y los gestores indígenas<br />

promovidos por el INI, trabajo que desarrolló en el marco del proyecto con el fin de obtener su tesis<br />

de licenciatura.<br />

52Enesta dirección organizaciones como el Cadern y la Maseu<strong>al</strong>siuamej han promovido un proyecto<br />

de defensoras populares con el fin de dar asesoría leg<strong>al</strong> a mujeres víctimas de delitos judici<strong>al</strong>es.

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