27.12.2014 Views

Haciendo Justicia - Acceso al sistema

Haciendo Justicia - Acceso al sistema

Haciendo Justicia - Acceso al sistema

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

172 • MARÍA TERESA SIERRA<br />

extraña entonces que el hombre acuse a la mujer por floja y desobligada,<br />

mientras <strong>al</strong> hombre se le suele acusar por m<strong>al</strong>trato, irresponsabilidad con<br />

su familia y abandono. Si bien ambos pueden ser también acusados por<br />

tener otra relación, en el caso de la mujer esto le puede significar perder<br />

la custodia de sus hijos, mientras <strong>al</strong> hombre se le conmina a reconsiderar<br />

su actuación y a cumplir con sus obligaciones hacia su familia, incluso<br />

si tiene otra mujer. En otros casos las mujeres buscan también terminar<br />

una relación demandando la separación, dejando constancia de ello, a pesar<br />

de que estos asuntos sean menos recurrentes. Se observa así que las<br />

mujeres no son sólo víctimas del m<strong>al</strong>trato sino que buscan confrontarlo<br />

y ponerle un límite, a pesar de los obstáculos que deben vencer. En otras<br />

ocasiones son también activas promotoras de controversias, sobre todo<br />

cuando el hombre tiene otra mujer o cuando se le acusa a ella de tener un<br />

hombre y se siente c<strong>al</strong>umniada. Esdecir, las mujeres nahuas ven a las autoridades<br />

indígenas como instancias legítimas para dirimir asuntos. El<br />

hombre por su parte acude en menor medida a acusar a su pareja, aunque<br />

también lo hace cuando tiene dudas de su fidelidad, o cuando desatiende<br />

el hogar.<br />

En Cuetz<strong>al</strong>an me ha llamado la atención el número importante de<br />

hombres y mujeres que cambiaron de pareja, y el número significativo<br />

de mujeres solas que prefirieron separarse, o bien no casarse. Esto contrasta<br />

con lo que observé en las comunidades nahuas de Huauchinango<br />

donde el control familiar de la mujer era mayor y la práctica de pedir<br />

a la muchacha con base en reg<strong>al</strong>os ("el tlap<strong>al</strong>ole") seguía vigente.<br />

Pero sobre todo es de notar que en la región de Huauchinango el nivel<br />

de violencia intrafamiliar no adquiría las dimensiones que observé en<br />

Cuetz<strong>al</strong>an y registré también menos casos de mujeres solas o con nuevas<br />

parejas."<br />

Algunas mujeres nahuas han decidido llevar sus asuntos fuera de la<br />

comunidad, lo que significa entrar a otros escenarios y confrontar<br />

otros códigos leg<strong>al</strong>es y cultur<strong>al</strong>es, sufriendo la violencia simbólica de<br />

tener que comunicarse en una lengua que no siempre dominan. Según<br />

hemos visto en Cuetz<strong>al</strong>an, las mujeres acuden a las instancias municip<strong>al</strong>es<br />

gener<strong>al</strong>mente como una segunda instancia de negociación, cuando<br />

en sus comunidades no encontraron s<strong>al</strong>ida a sus controversias o por<br />

considerar que las autoridades no les ofrecen neutr<strong>al</strong>idad, ya que son<br />

"No pude sin embargo regresar a Huauchinango a corroborar esta información; es posible que en<br />

los últimos nueve años la situación haya cambiado.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!