Haciendo Justicia - Acceso al sistema

INTERLEGALIDAD, JUSTICIA YDERECHOS' 117
se encuentran muy acotadas, por lo que las autoridades locales tienen
un margen de acción muy pequeño para juzgar, provocando un uso
constante de las instancias judiciales y administrativas del Estado por
parte de vecinos de las comunidades." ¿Qué significado tiene esta situación
para la práctica de una justicia regional y local, zde qué manera
los vecinos de las comunidades consiguen moverse en los espacios de la
legalidad estatal y hacer valer sus puntos de vista, zen qué sentido el
discurso de los derechos es apropiado por los nahuas de las comunidades
y sus autoridades, y cómo incide en las prácticas de la justicia consideradas
tradicionales, zcómo se confrontan las visiones individuales
de los derechos con discursos comunitarios basados en deberes y
obligaciones Se generan así una serie de contradicciones relacionadas
con las tensiones que crean la visión liberal individualista de los derechos
y la realidad colectiva de las instituciones comunitarias, aspectos
que se encuentran detrás de una serie de conflictos y retos al que
se enfrentan autoridades indígenas y miembros de las comunidades.
Todos estos elementos dan cuenta de la interconección de legalidades
como el rasgo principal de la práctica de la justicia en regiones indígenas.
Esta perspectiva significa rebasar los planteamientos dualistas propios
de un pluralismo jurídico tradicional que tiende a estudiar los sistemas
jurídicos, el estatal y el indígena, como sistemas autocontenidos
y separados (cfr. Merry, 1988), para insistir en la importancia de comprender
la manera en que ambos derechos se encuentran imbricados y
moldeados por historias de dominación y colonización; lo cual no impide
reconocer las lógicas jurídicas y culturales que los estructuran (cfr.
Moore, 1986: Merry, 1991). Recuperamos en este sentido el concepto
'En una investigación anterior realizada en comunidades nahuas de Huauchinango (Sierra, 1995a
y1995b; Sierra, 1999), en el otro extremo de la boca sierra poblana, me propuse comprender cuál era
la especificidad de la justicia indígena en un contexto donde las comunidades se han encontrado históricamente
subordinadas administrativa y políticamente a una estructura jurídica centralista que pasa por
instancias de la cabecera municipal y del distrito judicial. El estudio me permitió mostrar que el derecho
del Estado habla penetrado el espacio y el ámbito del derecho indígena por lo que no era posible hablar
de un derecho indígena autónomo y separado del derecho estatal. Esta imbricación de derechos, sin embargo,
no significaba que lajusticia comunitaria fuera simplemente un apéndice de la justicia estatal, por
el contrario en nuestro estudio en comunidades nahuas de Huauchinango, encontramos una fuerte vitalidad
de formas locales de resolución de conflictos, de prácticas de justicia que revelaban las lógicas jurídícas
y culturales distintas a las prevalecientes en las instancias estatales. A diferencia de otras regiones,
no se trata aquí de jurisdicciones indígenas amplias como ha sido documentado para el caso de los
zinacantecos en Chiapas (Collier, 1995). ni tampoco de comunidades que conseguían mantener a raya al
estado reproduciendo su autonomía con base en un discurso de la armonía, según describió Nader para
comunidades oaxaqueñas (Nader, 1998).