27.12.2014 Views

Las acciones afirmativas y otras propuestas - Plataforma Democrática

Las acciones afirmativas y otras propuestas - Plataforma Democrática

Las acciones afirmativas y otras propuestas - Plataforma Democrática

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Las</strong> <strong>acciones</strong> <strong>afirmativas</strong> y <strong>otras</strong><br />

<strong>propuestas</strong><br />

Hasta aquí hemos realizado un repaso de la presencia y participación<br />

de las mujeres en puestos políticos, su concepción de poder y<br />

política y sus experiencias personales, así como las de los hombres.<br />

Tenemos un amplio panorama sobre la reducida presencia de las<br />

primeras, los lugares secundarios que ocupan, la discriminación y<br />

problemática que pesa sobre ellas por el hecho de ser mujeres y<br />

dedicarse al espacio público, toda vez que queda clara la necesidad<br />

de un cambio. Vamos a reflexionar ahora alrededor de las llamadas<br />

<strong>acciones</strong> <strong>afirmativas</strong> y la opinión que los y las profesionales tienen<br />

con relación a las cuotas y a instituciones específicas para la mujer,<br />

además de las <strong>propuestas</strong> alternativas para la solución de esta<br />

problemática a través de sus propios testimonios.<br />

Oportunidades , espacios y posibilidades de cambio : estrategias<br />

<strong>afirmativas</strong><br />

Más allá de las conferencias internacionales, de las legislaciones<br />

nacionales y de las sensibilizaciones individuales, la solución<br />

de la discriminación que pesa sobre la mujer, su potenciación en la<br />

175


esfera política, el ejercicio del poder y el liderazgo, depende de<br />

<strong>acciones</strong> concretas aplicadas en la práctica, que vengan del Estado<br />

y de la sociedad civil.<br />

Como sabemos por todo lo expuesto a lo largo de estas páginas,<br />

]las mujeres no participan en plan de igualdad con los hombres en<br />

la esfera política, ámbito por excelencia todavía diseñado y dominado<br />

por los hombres, en México y también en el mundo entero<br />

-lo mismo sucede por otra parte en el ámbito del empleo, etc.. Si<br />

bien las mujeres alcanzaron su derecho a votar y ser votadas, esto<br />

último no se ha traducido en igualdad de representación política.<br />

Pero esta ausencia no sólo priva a la mujer del ejercicio de sus<br />

derechos ciudadanos, su participación cualitativa y presencia numérica<br />

en los órganos de poder, sino que excluye la consideración<br />

de sus intereses, necesidades y preocupaciones, y en general de su<br />

punto de vista o perspectiva en la adopción de decisiones tanto en<br />

la toma de medidas políticas como en la formulación, aplicación y<br />

evaluación de políticas públicas. La opinión de las mujeres no está<br />

del todo recogida en las agendas políticas generales de los países,<br />

ni siquiera para aquellas cuestiones que tienen que ver de forma<br />

específica o particular con sus vidas.<br />

Y así como se reconoce la necesidad de ser actoras políticas,<br />

sujetos o sujetas de política, y de contribuir aun cambio de la cultura<br />

política -desde el fondo a la forma-, así también hay que promover<br />

una nueva relación de las mujeres con la política y entre las<br />

mujeres que participan en la política. Lo mismo con relación a la<br />

política, su concepción, discurso y ejercicio referido a las mujeres,<br />

debe de transformarse también. La vida y experiencia de las mujeres<br />

ha de estar presente en las instituciones públicas, no sólo sus<br />

cuerpos femeninos, sino sus deseos, estilos, lenguaje, tiempos, sus<br />

temáticas y <strong>propuestas</strong> en definitiva, deben de ocupar su lugar.<br />

Sin embargo, a pesar de los problemas de un ingreso equitativo,<br />

pleno y satisfactorio de las mujeres a la política, han de visionarse<br />

los espacios y las oportunidades. Recapacitar, por ejemplo, que sólo<br />

en la medida en que se incorporen mujeres próximas al feminismo<br />

y solidarias con la defensa de los derechos de las mujeres, se van a<br />

abrir posibilidades de transformación en cuanto a la discriminación<br />

femenina. Varias son las estrategias de acción positiva, o los<br />

176


avances que desde una discriminación en positivo pueden llevarse<br />

a cabo en el sentido de dar más oportunidades de participación<br />

política a las mujeres. Ya que de la desigualdad no puede surgir la<br />

igualdad, se debe de dar ciertas ventajas a las que están en desventaja.<br />

Por otro lado, las transformaciones jurídicas, el cambio educativo<br />

y la sensibilización de los medios masivos de comunicación,<br />

influyen considerablemente en este sentido. Todo ello desde una<br />

prospectiva de cambio cultural de largo alcance.<br />

¿Qué son las <strong>acciones</strong> <strong>afirmativas</strong><br />

Para suprimir la discriminación entre hombres y mujeres en la<br />

política no es suficiente proclamar su derecho abstracto a la equidad,<br />

se hace necesario también, favorecer en la práctica la igualdad<br />

de oportunidades mediante la acción afirmativa, también denominada<br />

acción positiva -creaciones de derecho desigual para remover<br />

anacrónicas diferencias discriminatorias entre mujeres y<br />

hombres. Es una estrategia destinada a establecer, como decíamos,<br />

la igualdad de oportunidades a través de medidas que contrasten y<br />

corrijan las discriminaciones resultantes de prácticas o sistemas<br />

sociales. Van más allá de la aplicación legislativa, su finalidad es<br />

poner en marcha programas concretos que proporcionen ventajas a<br />

las mujeres (CDE 1990,1992).<br />

Se trata de maniobras encaminadas a romper el círculo excluyente<br />

del que hemos hablado anteriormente. Pero además, hay que<br />

cambiar la actividad política misma, y entre <strong>otras</strong> cosas, trasladar<br />

los centros de poder a los espacios locales donde las mujeres, y otros<br />

sectores excluidos, participan cotidianamente (Garretón 1990).<br />

<strong>Las</strong> <strong>acciones</strong> <strong>afirmativas</strong> pueden definirse como aquellas <strong>acciones</strong><br />

cuyo objetivo es borrar o hacer desaparecer la discriminación existente<br />

en la actualidad o en el momento de su aplicación, corregir la<br />

pasada y evitar la futura, además de crear oportunidades para los<br />

sectores subordinados. Son políticas concretas que sirven al objetivo<br />

más amplio de equidad de circunstancias y posicionamientos. Y son<br />

necesarias para vencer las resistencias al cambio, las dificultades,<br />

obstáculos y limitaciones que se levantan por doquier sembradas a<br />

177


diestra y siniestra en el largo y difícil camino hacia una igualdad de<br />

oportunidades real y verdadera.<br />

En el caso de las mujeres se trata de lograr la igualdad de<br />

derechos y oportunidades entre éstas y los hombres. Y aplicada a<br />

la política sería igualdad de oportunidades para competir por puestos<br />

políticos con acceso a la toma de decisiones, a espacios, relaciones<br />

y al ejercicio del poder. Puede definirse como una especie<br />

¿le sistema temporal de compensación o ventaja que venga a cubrir<br />

un déficit individual y colectivo sufrido por las mujeres en cualquier<br />

ámbito de la vida social, ya sea en la familia, el trabajo, la cultura<br />

(Alberdi 1996).<br />

Tres son las estrategias que se desarrollan hoy por hoy, desde la<br />

retórica -aceptación de las demandas de las mujeres en el discurso,<br />

y el reconocimiento público de la importancia de argumentar su<br />

presencia política-, pasando por la acción positiva -animar a las<br />

mujeres a participar más activamente en la política, impulsando su<br />

formación y organización dentro de una instancia política- y la<br />

discriminación positiva -asegurar la presencia mínima de mujeres<br />

con medidas como las cuotas. (Elizondo 1997b; Viladot 1999).<br />

Dentro de las diversas actividades y en cuanto al terreno<br />

político se refiere, las cuotas destacan como método para reservar<br />

un porcentaje obligatorio de puestos a las mujeres y así asegurar su<br />

presencia en un número y proporción mínima. Estas medidas se<br />

aplican tanto en los poderes del Estado, como en los partidos<br />

políticos. Se trata, por supuesto, no de una meta sino de un medio,<br />

un instrumento de carácter temporal y compensatorio, una estrategia<br />

de apoyo en la evolución o tránsito de la igualdad formal a la<br />

real. Y se hace necesario porque las resistencias al cambio son<br />

enormes, se precisa reeducar y eliminar resabios del pasado. Por<br />

supuesto, el debate y la polémica están servidos.<br />

La experiencia nos señala que dicha vía puede ser positiva para<br />

aumentar la representación de las mujeres en los espacios de poder<br />

político, para que su opinión no sólo sea oída sino que también<br />

cuente, y para que las políticas destinadas a éstas se revaloricen de<br />

manera considerable. Con la presencia femenina se supone que<br />

entran también nuevas actitudes hacia la política y compromisos<br />

sobre temas específicos de mujeres; se tratara de un cambio de<br />

1178


perspectiva material y real . Si bien las mujeres son diferentes y en<br />

este punto hay que señalar que no todas están atentas ni a las<br />

necesidades de las mujeres ni a los intereses de género , por lo que<br />

más mujeres en puestos importantes no siempre equivale a mayor<br />

sensibilidad sobre el tema, aunque ciertas posturas las mencionan<br />

como más sensibles al mismo. Lo que queda claro es el efecto<br />

simbólico que esto representa para las nuevas generaciones, rompiendo<br />

viejos esquemas de la división del trabajo por sexos, como<br />

nos decía Mara Robles en la entrevista al referirse a que muchos<br />

piensan en la posibilidad que su hijo sea presidente pero a nadie se<br />

le ocurre que su hija sea gobernadora .) Con esta presencia en<br />

puestos de poder e importancia , se crea o ejerce un efecto de<br />

representación simbólica, en éste y otros ámbitos, lo cual significa<br />

la legitimación y difusión del tema en cuestión. Una nueva imagen<br />

de la mujer será catapultada por los modernos medios de comunicación.<br />

Y así como los estereotipos sociales negativos acompañan<br />

a las mujeres políticas en su ejercicio profesional , este ejercicio<br />

puede llegar a afectar y modificar o cambiar a aquellos, en un<br />

ejercicio de relación bidireccional . Recordemos la anécdota del<br />

niño pakistaní que ante la presidenta Benazir Bhutto en el gobierno<br />

de su país, creía que ser presidente era trabajo de mujeres por lo<br />

que no aspiraba a ello (Fernandez Poncela 1995).<br />

La voz de la experiencia<br />

Varios países del mundo contemplan en su legislación electoral un<br />

porcentaje máximo para un sólo sexo en las candidaturas a puestos<br />

de elección popular y también a los cargos internos de las diversas<br />

formaciones políticas. Esto significa que no se puede exceder, por<br />

ejemplo del 70% de hombres o de mujeres en las listas electorales,<br />

por lo cual los hombres, no pueden tener más de dicho porcentaje<br />

y en consecuencia las mujeres deben tener como mínimo, en este<br />

caso una presencia del 30% del número global de dicha lista u<br />

órgano ejecutivo partidista en cuestión.<br />

1 Claro que Rosario Robles en "Mujeres y Poder" afirmó haber realizado un redactado<br />

escolar en el cual manifestaba su deseo de ser presidenta (Femandez Poncela 1999b).<br />

179


Suecia inauguró el sistema hace más de dos décadas en 1972, con<br />

posterioridad varios países europeos le han seguido los pasos en se<br />

mismo sentido. Sin embargo, y al parecer únicamente en la región<br />

escandinava las proporciones de hombres y mujeres en los niveles de<br />

toma de decisiones y políticas estatales son más o menos similares.<br />

Sólo Dinamarca,2 Finlandia,3 Noruega4 y Suecia,5 han traspasado el<br />

umbral del 30% de representación femenina parlamentaria, siendo<br />

como veamos 10% el promedio mundial. En cuanto presencia ministerial<br />

únicamente Finlandia, los Países Bajos, Noruega, Seylles y<br />

Suecia han superado este mínimo. Al parecer en donde hay más<br />

mujeres es en los puestos administrativos y ejecutivos, cuando se ha<br />

superado dicho porcentaje y también en los gobiernos municipales<br />

de algunos países (ONU 199 la; PNUD 1995).<br />

Poco a poco se ha ido extendiendo dicha práctica, llegando a<br />

orillas del océano Atlántico, y por ejemplo, no hace mucho se<br />

aprobó en Argentina la denominada Ley de Cupos, que garantiza<br />

la presencia de mujeres en un 30% como candidatos a puestos de<br />

elección popular en ubicaciones con posibilidad de salir electas. En<br />

otros países, como México, Uruguay, Chile, Brasil, Paraguay,<br />

Venezuela y Nicaragua, varios partidos tienen normas de este tipo,<br />

al margen de que se cumplan o lleven a la práctica realmente. En<br />

las Naciones Unidas se acordó también un 30% como un primer<br />

paso en su Consejo Económico y Social, y ya en fecha reciente se<br />

habló de la meta de colocar a mujeres en el 35% de la totalidad de<br />

sus puestos del cuadro orgánico y en el 25% de los cargos de alto<br />

nivel (ONU 1991 a,1994; PNUD 1995; Valdés y Gomáriz 1995).<br />

2 Al parecer en este país y debido al avance de las mujeres la ley de cuotas ha tenido<br />

que ser aplicada a la inversa, esto es, en función de garantizar que los hombres tengan un<br />

mínimo de representación también.<br />

3 Por ejemplo, como resultado de las elecciones de 1991, el Parlamento finlandés<br />

obtuvo 38,5% de representación femeninia, y 41,2% de presencia en ese gobierno, siete de<br />

los 17 ministros fueron mujeres (ONU 199la).<br />

4 Más del 34% de los representantes parlamentarios, 31% de los miembros de los<br />

consejos municipales, 40% de los miembros de consejos de condados y casi la mitad del<br />

gabinete del gobierno, eran mujeres en 1987 en ese país. De hecho, el gobierno de la primera<br />

ministra Broundtland fue denominado por los medios de comunicación como "un gobierno<br />

de mujeres" (ONU 199la).<br />

5 Entre <strong>otras</strong> cosas, por la participación de las mujeres en la vida política y pública en<br />

general , las guarderías infantiles o las licencias por paternidad son comunes en este país.<br />

180


Se ha comprobado que la presencia entre 15 y 30% de mujeres<br />

posee una masa crítica favorable y capaz de reivindicar y conseguir<br />

avances legislativos y prácticos (Thomas 1994). <strong>Las</strong> <strong>acciones</strong> <strong>afirmativas</strong><br />

promueven el acceso de la mujer a la política y las leyes<br />

electorales cambian las oportunidades políticas (Rule 1987).<br />

La realidad mexicana<br />

En México diversas campañas se han realizado en dicho sentido<br />

como "Ganando espacios" por <strong>acciones</strong> <strong>afirmativas</strong>, lanzada en<br />

1992 y que aglutinaba a mujeres de gran parte del arco político del<br />

país y cuya causa común era vencer la resistencia masculina a la<br />

participación de las mujeres en la política institucional y en especial<br />

en puestos de la misma.<br />

Poco antes había tenido lugar la campaña de la Convención<br />

Nacional de Mujeres por la Democracia que agrupaba a diversas<br />

organizaciones y tenía como objetivo el ofrecimiento de candidaturas<br />

de mujeres feministas a los partidos políticos que contendían en la<br />

convocatoria electoral de 1991. Pero a pesar de todos los esfuerzos<br />

de las mujeres en este sentido, no sólo no se consiguió que salieran<br />

las candidatas presentadas, sino que el número de mujeres en el<br />

Congreso de la Unión, disminuyó con respecto a las electas en la<br />

convocatoria anterior, como dijimos en su momento. Y sobre la<br />

campaña Ganando Espacios, sólo se recogió una recomendación de<br />

carácter general que quedó incluida en el COFIPE en 1993, en el<br />

sentido que los partidos políticos incluyeran mujeres en sus listas (IFE<br />

1994b). En 1996 y previo a las elecciones del año siguiente, también<br />

se propusieron iniciativas diversas que sólo sirvieron para la sugerencia<br />

establecida en el COFIPE. Ya mencionamos en otro apartado<br />

las cuotas aprobadas por el PRD (1991), el PRI (1996) y el PAN (1999)<br />

por lo que no nos vamos a repetir aquí. Como y también vamos a<br />

volver entorno a la convergencia legislativa en el ámbito práctico de<br />

mujeres de muy diversa procedencia ideológica y que ha aglutinado<br />

varios esfuerzos políticos en los últimos tiempos.<br />

Si consideramos justo la redistribución de la riqueza, y de<br />

programas focalizados en los más pobres por ejemplo, cómo no<br />

181


vamos a ver con buenos ojos las medidas provisionales que abran<br />

brecha y favorezcan la participación política de las mujeres, ofreciendo<br />

espacios a quiénes hasta hace poco carecan de ellos, confeccionando<br />

imágenes nuevas donde la mujer sea vista con total<br />

naturalidad dirigiendo una empresa o al frente de una Secretaría.<br />

Un segundo paso, no menos importante o quizás si cabe más,<br />

es que más allá de romper con viejos estereotipos al ver a las<br />

mujeres en cargos de decisión, hay que pensar qué se hace en el<br />

puesto conseguido. Esto es, llenarlo de contenido y que abarque<br />

entre otros temas sociales, los de género. Este es sin embargo, un<br />

paso más difícil, largo y trabajoso que el simple cambio legal o la<br />

presencia física.<br />

En la actualidad se cuenta con CONMUJER -Comisión Nacional<br />

de la Mujer- en el ámbito federal, antes PRONAM -Programa<br />

Nacional de la Mujer- creado en 1996, y se ha barajado en<br />

declaraciones públicas la posibilidad de crear el Instituto de la<br />

Mujer. En el DF ya hay un Instituto de la Mujer, antes PROMUJER<br />

--Programa para la Participación Equitativa de la Mujer en el DF-<br />

(1997). Y en muchos estados también se ha organizado o se<br />

encuentra en proceso el instituto de la mujer correspondiente.<br />

Con respecto al PRONAM "Un objetivo prioritario de la política<br />

social, tal y como lo señala el Plan Nacional de Desarrollo 1995-<br />

2000, es el de promover la participación plena y efectiva de la mujer<br />

en la vida económica, social, política y cultural del país, lo que debe<br />

contribuir a consolidar las condiciones para que tome parte en las<br />

decisiones, responsabilidades y beneficios del desarrollo, en igualdad<br />

de condiciones con el varn" (PRONAM 1996:6). Se claman<br />

estrategias no sólo para el cambio de índole material, sino y<br />

también, la transformación en actitudes, creencias, prácticas y<br />

conductas de hombres y mujeres, que posibiliten una cultura de la<br />

igualdad y unas relaciones sociales más equitativas. Entre las<br />

<strong>acciones</strong> destacan "alentar una amplia participación de la mujer en<br />

la formulación, puesta en marcha, seguimiento y evaluación de las<br />

políticas públicas, cuidando que los programas atiendan sus demandas<br />

y necesidades específicas; llevar a cabo <strong>acciones</strong> de educación<br />

y comunicación con el propósito de crear conciencia entre la<br />

población acerca de la condición de la mujer; impulsar esfuerzos<br />

182


de sensibilización dirigidos a legisladores y funcionarios encargados<br />

de elaborar y operar planes y programas públicos; actualizar y<br />

fortalecer los mecanismos jurídicos y administrativos para asegurar<br />

el ejercicio íntegro de sus derechos ciudadanos y la eliminación de<br />

la brecha entre la igualdad de derecho y las condiciones de hecho,<br />

incluidas las reformas necesarias para hacer efectivo el precepto<br />

igualitario del Artículo Cuarto Constitucional; e impulsar un sistema<br />

de información, documentación e investigación sobre la mujer<br />

que permita conocer cabalmente sus necesidades, demandas y,<br />

asimismo, haga visibles sus aportes a la sociedad" (PRONAM<br />

1996:6).<br />

Este organismo surge como resultado del proceso de diagnóstico<br />

de las mujeres mexicanas llevado a cabo para la Iv Conferencia<br />

Mundial de la Mujer de Beiging. Mientras que "La Comisión<br />

Nacional de la Mujer (CONMUJER), por su parte, fue creada en<br />

agosto de 1998 a iniciativa del Presidente Zedillo como un organismo<br />

desconcentrado de la Secretaría de Gobernación, encargado<br />

de promover la ejecución, evaluación y seguimiento del PRONAM,<br />

tanto en la Administración Pública Federal como en los programas<br />

estatales" (Díaz Castellanos 1999:9). Tiene nueve líneas prioritarias:<br />

educación, cuidado de la salud, atención de la pobreza, mujer<br />

trabajadora, fomento productivo, mujer y familia, derechos de la<br />

mujer y participación en la toma de decisiones, combate a la<br />

violencia, e imagen de la mujer (CONMUJER 1999).<br />

El Instituto de la Mujer del DF se creó en agosto de 1999, es<br />

un órgano deconcentrado de la Secretaría de Gobierno, cuyo origen<br />

es el PROMUJER. Su misión es "diseñar e instrumentar políticas<br />

públicas desde la perspectiva de equidad entre los géneros que<br />

garanticen el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres, a través<br />

de la coordinación de <strong>acciones</strong> gubernamentales y sociales" (IN-<br />

MUJER 1999). Sus ocho líneas estratégicas son: Incorporación de la<br />

perspectiva de equidad entre los géneros en los diferentes ámbitos<br />

de la administración pública; promoción de la participación ciudadana;<br />

concertación y coordinación de <strong>acciones</strong>; fortalecimiento de<br />

la descentralización de la administración; evaluación y seguimiento;<br />

impulso a la igualdad jurídica; consolidación del sistema de<br />

Centros Integrados de Apoyo a la Mujer (INMUJER 1999).<br />

183


<strong>Las</strong> opiniones de los y las políticas al respecto6<br />

El debate en torno a las cuotas sigue abierto . Pero lo que más o<br />

menos quedaría claro es que no basta con establecer la igualdad de<br />

trato cuando la igualdad de oportunidades no existe (García; Martínez<br />

y Fernández 1991).<br />

Cuotas<br />

La diversidad de concepciones y pensamientos brilla por su<br />

abundante presencia, pues muchas veces los y las integrantes de<br />

una misma formación política o no lo tienen muy claro o disienten<br />

unos de otros, y aunque se perciben grandes tendencias según<br />

cada partido, no por ello todo mundo está totalmente de acuerdo.<br />

Por ejemplo, el PRD parece favorable con comentarios, dudas,<br />

desconfianzas y susceptibilidades incluidas; mientras el PAN es<br />

desfavorable, pero no en su totalidad o con la rotundidad que<br />

cabría esperar, y hay quien disiente en lo personal; y el PRI por su<br />

parte, parece de acuerdo también apuntando ciertas reservas.<br />

Pasemos ahora a ver esta cuestión más allá de los estatutos y<br />

principios de cada partido -como vimos en un punto anteriora<br />

la luz de la humanidad y subjetividad que los testimonios<br />

directos que las y los políticos nos pueden proporcionar al respecto,<br />

alumbrando ideas, discusiones y finalmente <strong>propuestas</strong> concretas<br />

que tiene cada formación política. Como denominador<br />

común, las personas que están a favor coinciden en que lo ideal<br />

sería no tener que usarlas, y que se trata de un mecanismo<br />

6 Hay varias cosas o puntos que aclarar en este apartado, las entrevistas se realizaron<br />

en la primera mitad de 1996 como ya indicamos, algunas antes del anuncio oficial del<br />

Programa Nacional de la Mujer el 8 de marzo de ese mismo año y <strong>otras</strong> después, de ahí que<br />

algunas aborden el tema y opinen sobre el mismo y <strong>otras</strong> ni lo mencionen o sutilmente lo<br />

insinúen. También hay que decir que la aprobación de la cuota del 30% en el PRt fue posterior<br />

a las entrevistas aquí expuestas, de ahí que los comentarios acerca de la polémica estaban<br />

vigentes , como se señala , pero no había una resolución, por lo que esto no se comenta en<br />

ningún momento. El PAN no sería hasta 1999 cuando estableció también la cuota de 30%.<br />

1184


temporal únicamente.7 Mientras que las que se niegan a su aplicación<br />

tienen distintas explicaciones, en general bastante endebles<br />

o poco argumentadas.<br />

<strong>Las</strong> cuotas son, por así decirlo y según algunas políticas perredistas,<br />

como un mal necesario. Al respecto, Ifigenia Martínez<br />

indicó: "Espero que sean transitorias, pero creo que en esta etapa<br />

son necesarias, porque de otra manera se tiende a relegar a la mujer<br />

en muchos casos. Aquí sí que no es por aptitud sino por ineptitud,<br />

los hombres son tan ineptos como las mujeres". En el mismo sentido<br />

se posicionaba Amalia García: "Yo creo que lo deseable era que no<br />

hubiera la necesidad de obligar a que haya hombres y mujeres, ojalá<br />

que eso llegara a ser una realidad, pero no es así. ..existen prejuicios,<br />

tradiciones culturales que marginan a la mujer, sino ponemos una<br />

norma no se enfrentará esa discriminación. Yo lo comparo con lo<br />

que sucedió en Estados Unidos o en Sudáfrica, para garantizar que<br />

los espacios educativos, de trabajo, e incluso en los restaurantes y<br />

autobuses, pudieran ser abiertos a blancos y a negros, cómo se<br />

hizo, se hizo con las normas, no era solamente con llamados de<br />

buena voluntad. Yo creo que de igual manera como eso inició, con<br />

una ley que obligaba y después se ha convertido en un asunto<br />

cotidiano, natural; en el caso de los hombres y las mujeres necesitamos<br />

la cuota o la norma para que haya hombres y mujeres en los<br />

espacios de decisión, si no se aplica un candado que obligue a eso,<br />

entonces va a seguir la tradición de exclusiones". Desde el mismo<br />

enfoque de necesidad Isabel Molina dijo: "Opino que son necesarias.<br />

Me gustaría que no fueran necesarias. Ni modo, hay que forzar<br />

un poco las cosas y hemos visto los resultados en estos poquitos<br />

años. <strong>Las</strong> cuotas han permitido que se vayan formando cuadros de<br />

mujeres, regidoras, diputadas locales, somos la fracción que tiene<br />

ahorita más mujeres en la Cámara de Diputados y estoy conociendo<br />

a muchas mujeres jóvenes que están empezando a participar y a<br />

desenvolverse, creo que es gracias a eso. Yo noto que hay más<br />

participación de las mujeres y se nota con más naturalidad... En lo<br />

personal me incomoda de pronto porque el argumento tiene que ser<br />

la capacidad, lo que pasa es que en igualdad de condiciones, a las<br />

7 En este mismo sentido dan su opinión las mujeres entrevistadas por Canal 11, es algo<br />

así como, abrir un camino, adquirir experiencia (Fernández Poncela 1999b).<br />

185


mujeres las echan a un lado". Obligatorio, parcial y temporal son<br />

algunos aspectos destacados, como señaló Rosario Robles: "Yo<br />

creo que tienen que formar parte de la ley electoral; es decir, creo<br />

que para garantizar una mayor representación de mujeres en los<br />

espacios legislativos se requiere incorporar las cuotas como mecanismo<br />

obligatorio para los partidos políticos. Es una pelea que<br />

tenemos que seguir dando, yo estoy convencida de ese mecanismo<br />

como un mecanismo temporal, tendrá que desaparecer en la medida<br />

que logremos hacer una sociedad equitativa, pero no puede ser el<br />

único mecanismo; mientras no existan <strong>acciones</strong> en todos los ámbitos<br />

de la vida económica y social de nuestro país, este mecanismo<br />

podrá ser importante pero insuficiente para lograr que como género<br />

estemos presentes en las grandes decisiones del país. Desde la<br />

escuela, desde la televisión, desde la radio, desde muchos ámbitos<br />

se tienen que instrumentar estas políticas de acción afirmativa". Sin<br />

embargo "hay una diferencia de opinión", recordó Mara Robles con<br />

relación a su propio partido, como veremos cuanto recojamos los<br />

testimonios de los perredistas, eso y a pesar como señalábamos que<br />

cuenta oficialmente con este mecanismo.<br />

<strong>Las</strong> mujeres priístas, aunque en el momento de aplicarse la<br />

entrevista todavía no tenía cuotas, estaban conscientes de su importancia.<br />

Beatriz Paredes: "En mi partido hay una discusión respecto<br />

de ese tema, la posición del partido todavía no está definida, la<br />

vamos a definir en los próximos meses. Personalmente yo estoy a<br />

favor de las cuotas como una medida transitoria que sirva como<br />

punto de apoyo, como palanca y que después que cumpla ese<br />

cometido ya no sean necesarias". Y Ma Elena Chapa comentó con<br />

similar disposición: "Han funcionado en algunos países desarrollados.<br />

En mi partido es un tema que ha surgido en diversos escenarios,<br />

se habla de un 25, de un 30, de un x número de porcentaje. Y<br />

logramos que en el COFIPE se señalara la obligación que tienen las<br />

organizaciones políticas de incluir mujeres, pero ni aún el PRD que<br />

tiene 30% la cumplió.. .Es un debate inacabado en el PRI. Yo pienso<br />

en lo personal que obligará al partido a incluir mujeres, aunque<br />

algunos piensan que eso sería limitarlas, yo creo que no, creo que<br />

abrirá las puertas obligatoriamente aun mayor número de mujeres".<br />

Reconocen lo inconcluso del debate, sin embargo ambas parecen<br />

l86


de acuerdo con esta estrategia, también en el sentido transitorio o<br />

temporal que apuntaban las mujeres del partido del sol azteca.<br />

<strong>Las</strong> panistas presentan posturas bastante más distanciadas con<br />

dicha medida, dudosas a veces, en ocasiones casi favorables, cuando<br />

no claramente reacias o directamente contrarias a su implantación,<br />

<strong>otras</strong>. Ma Elena Alvarez: "Lo ideal sería que no lo necesitáramos,<br />

que la mujer fuera reconocida y que pudiera competir en<br />

igualdad de condiciones sin que tuviera que pasar pruebas más<br />

duras que los varones. Tal vez las haya que usar provisionalmente...a<br />

lo mejor no vamos a tener que llegar a ellas, pero el solo hecho<br />

de mencionarlas está causando reflexión en nuestros compañeros.<br />

Yo estoy proponiendo no que el PAN apruebe el sistema, sino<br />

apruebe su estudio; y se van a dar cuenta, porque hay buena<br />

voluntad. Creo que sí tenemos que insistir y que si no nos quedara<br />

otro recurso, deberíamos tratar de que se utilizara el sistema de<br />

cuotas provisionalmente, mientras la sociedad reacciona y va cambiando<br />

su condicionamiento cultural". Mientras la anterior entrevistada<br />

deja abierta la puerta a las cuotas y considera favorable su<br />

estudio y debate al interior del partido, al margen de su resultado;<br />

el siguiente testimonio, menciona el estudio que se está llevando a<br />

cabo pero con grandes reservas. Cecilia Romero opinó de la siguiente<br />

manera: "No tenemos una opinión formal u oficial del<br />

partido, tradicionalmente las mujeres del PAN hemos sido muy<br />

reacias a las cuotas, pero hemos llegado a la conclusión que es<br />

necesario que el partido estudie este asunto.. .Yo en lo personal creo<br />

que no. Queremos estar ahí porque somos mejores no porque somos<br />

mujeres. Sentimos que puede ser una discriminación inversa de la<br />

que estamos hablando, solamente porque eres mujer el 30% y<br />

entonces por qué no el 50%, por qué no el 52.5% que es el<br />

porcentaje. Entonces de ese primer paso de decir, no puede ser<br />

porque no tiene caso.. .hemos pasado a la posición de pedirle al<br />

partido que se realice un estudio para en su caso ponerlo a discusión".<br />

Los dos testimonios que siguen mantienen posiciones en<br />

contra de las cuotas. Nohelia Linares: "Eso no se debe de dar. Para<br />

tener un cargo público se necesita vocación, si la mujer descubre<br />

que por vocación no quiere acceder a un cargo no debe haber nada<br />

que la obligue. Yo conozco gentes que deberían estar aquí, pero<br />

187


ellas eligieron la familia, son libres. Entonces marcar y decir como<br />

en una ocasión creo que lo dijo el PRD 25% de mujeres, creo que<br />

no debemos llegar a ese extremo , son cargos de mucha responsabilidad.<br />

Es cuestión de educación y de cultura que se tiene que ir<br />

abriendo, que bendito Dios ya se está dando, esa apertura, ese<br />

reconocimiento, y que lleguemos las mujeres que tengamos que<br />

llegar, que tengamos vocación , que queramos hacer las cosas,<br />

porque donde tengamos mujeres por tener mujeres no vamos a<br />

ganar nada, como de nada nos ha servido tener hombres por tener<br />

hombres. Todo es cuestión de educación , que está el que quiera<br />

estar. Y llegará un momento que si estamos más mujeres es porque<br />

quieran estar más mujeres, y si están más hombres porque quieran<br />

estar más hombres y las mujeres decidieron otra cosa. No estoy de<br />

acuerdo con las cuotas ". Gloria León: "En el partido se ha discutido<br />

pero no se han aceptado las cuotas , porque se dijo que eran más<br />

discriminatorio las cuotas que las no-cuotas . Lo que yo creo en el<br />

ámbito personal es que hay dos vertientes , pueden ser muy útiles<br />

en un principio pero luego después nos pueden hasta coartar, si se<br />

nos pone 30 % y va a entrar 50% pues el 20 % que a lo mejor era el<br />

que valía la pena se puede quedar fuera. Y luego, cubrir cuotas por<br />

cubrir cuotas, pues muchas veces no van las indicadas, las idóneas,<br />

ese sistema tiene sus ventajas , sus bondades , pero también tiene<br />

algunas <strong>otras</strong> cosas que inclusive puede afectar negativamente a la<br />

mujer, esa es mi respuesta personal."<br />

Entre las organizaciones sociopolíticas consultadas , las opiniones<br />

parecen enfrentadas . Elena Tapia: "Estoy totalmente a favor.<br />

Creo que sería una medida muy pertinente". Patricia Bracho: "Es<br />

un mal necesario . Se ha de tomar porque sino no se va a lograr que<br />

se establezcan parámetros más equitativos , va a ser obligado que<br />

tengan que establecerse cuotas, que sea un mecanismo temporal".<br />

Sin embargo , Ma Teresita de Jesús Aguilar no parece estar de<br />

acuerdo : "Nosotros hemos discutido esto y ya hemos llegado a una<br />

conclusión, no estamos a favor de las cuotas porque creemos que<br />

deben gobernar los mejores y creemos que las mujeres tenemos<br />

todavía que escalar más y tenemos que hacer más para hacernos<br />

reconocer nos<strong>otras</strong> mismas por nos<strong>otras</strong> mismas. Los puestos directivos<br />

los deben de ocupar los que quieran y los que sean mejores<br />

188


en ese puesto.. .Estoy de acuerdo que hay lugares donde debería<br />

haber mujeres .. .pero yo creo que yo no tengo que decir que ahí sea<br />

una mujer forzosamente . Si ahí llega una mujer, ¡ que padre !, porque<br />

lo va a hacer muy bien , porque nos<strong>otras</strong> tenemos características de<br />

organización , de detalle, de supervisión , de administración que los<br />

varones no tienen ; hay lugares en donde debería haber una mujer,<br />

pero no las hay quizás porque no ha habido aspiración a ello."<br />

A los hombres también se les preguntó su opinión sobre el tema<br />

y aquí presentamos lo que respondieron , en general algo más<br />

contrariados con la idea, pero sin embargo, hubo opiniones para<br />

todos los gustos . En ocasiones hay creencias firmes a favor o en<br />

contra, y en <strong>otras</strong>, no se tiene muy clara la opción a tomar . En todo<br />

caso, la moderación y necesidad de estudio sobre un planteamiento<br />

que parece nuevo entre ellos sobresalió en varias respuestas , actitud<br />

positiva en el sentido de invitar a la reflexión y estar abiertos sino<br />

a una medida, sí a su discusión.<br />

Los perredistas se debaten todavía, entre sus creencias personales<br />

y la opinión ya reglamentada formalmente del partido . Ramón Sosamontes<br />

dijo: "Tiene sus pros y sus contras . Yo creo que es necesario<br />

porque te obliga a que las tomes en cuenta a fuerza .. .así obligamos a<br />

que entre la mujer sino las sacrificamos a ellas. Claro se crea un<br />

problema político, porque sacamos a x dirigente importante y representativo<br />

para entrar ella, y a veces tiene menos representación... son<br />

cosas que hay que ir resolviendo". Reconocen lo bueno y lo malo de<br />

esta medida que ya está aprobada en su organización política, lo cual<br />

no significa que en el ámbito particular estén convencidos de su<br />

conveniencia como se refleja en algunas palabras disidentes, las de<br />

Jesús Ortega: "Mi opinión es que no debería haber cuotas porque nos<br />

hemos encontrado en circunstancias especiales , de que el compañero<br />

es mucho más capaz que la compañera o al revés, porque hay comités<br />

del partido donde la mayoría son mujeres y hay que incluir al hombre.<br />

Nos hemos encontrado circunstancias donde esa compañera es más<br />

capaz pero tenemos que incluir a un compañero para cumplir la cuota<br />

del 30%...Yo diría que lo que debería prevalecer no fuera la razón de<br />

género sino la capacidad, disposición, ganas de enfrentar la tarea y<br />

una responsabilidad . Pero también entiendo a las compañeras que<br />

insisten en que pongamos la cuota, porque dicen que si no la ponemos<br />

189


no se lleva a la práctica, y siguen prevaleciendo las actitudes machistas<br />

y discriminatorias. No deberían existir las cuotas y habría que<br />

hacer un gran esfuerzo para evitar cualquier tipo de discriminación y<br />

machismo en el partido. Es un problema de conciencia, es un problema<br />

cultural, un problema educativo, ahí deberíamos de poner el<br />

énfasis". Otros parecen acoplar su pensamiento con los estatutos de<br />

su formación política, como Saúl Escobar: "Creo que es útil, es bueno.<br />

Obliga a la gente a incorporar a las mujeres y obliga también a los<br />

hombres a elegir necesariamente a una mujer, no como un objeto<br />

sexual o como un agente de segunda, sino como alguien que tiene<br />

que tomar decisiones fundamentales. Y obliga también a las mismas<br />

mujeres a pensarse a sí mismas de manera distinta. Pero por sí solo<br />

no va a resolver los problemas. Se han dado casos dentro del partido<br />

en que no hay a quien elegir y hasta de que las mimas mujeres a veces<br />

no se animan o no aceptan el cargo. A veces han tenido que dejar<br />

vacante. La norma no puede resolver un problema, pero por lo menos<br />

orienta y obliga a pensar los problemas. Se requiere mucho más que<br />

una norma, más conciencia, más reflexión, trabajo organizado para<br />

promover la participación de las mujeres". Igual que Guillermo del<br />

Río Ortegón: 'Primero cumplir la mínima y luego implantar la<br />

máxima, que la proporción de la mujer en la política y en las<br />

oportunidades sea en proporción de lo que estén dando".<br />

Los políticos priístas presentaron un discurso más acabado y<br />

casi sin contradicciones concluyeron que no debería de haber<br />

cuotas, recordemos nuevamente que cuando la entrevista tuvo<br />

lugar la cuota de su partido no había sido aprobada todavía. Por<br />

ejemplo, Enrique Padilla señaló: "Yo creo que no debe haber<br />

cuotas. Deben de verse las capacidades y los trabajos políticos.<br />

Quien quiera y tenga deseos de participar debe hacerlo sobre la<br />

base de su capacidad, a su responsabilidad, su sagacidad, sus<br />

ganas de trabajar, sus desvelos.. .no creo que se tenga derecho a<br />

puestos determinados, creo que deben ganarse". Mientras Ismael<br />

Orozco dijo subrayando su concepción de la meritocracia: "Yo<br />

como militante de mi partido no creo en las cuotas...yo creo que<br />

lo que deberíamos impulsar es la competencia, analizar verdaderamente<br />

el perfil y la calidad académica, la experiencia, la capacidad,<br />

la actitud de las mujeres y en función de eso deben de tener<br />

190


la participación". Por su parte, Rodolfo Becerril, opinó al respecto:<br />

"Yo creo que es un paso hacia la igualdad, en la medida en que<br />

los partidos no se obliguen respetar un mínimo.. .La mujer debe<br />

ganar un espacio por su capacidad no por el hecho de ser mujer,<br />

porque eso sera paternalista y no saldra ese espíritu discriminatorio,<br />

sera considerar esos sujetos como de segunda".<br />

Los panistas apuntaron la actualidad de la polémica y pese a<br />

una inicial predisposición en contra, varios de ellos parecen mantener<br />

ciertas dudas, incluso pudieran llegar a estar de acuerdo con<br />

su aplicación, como señaló Gustavo Vicencio: 'Precisamente está<br />

ahorita en debate.. .Yo todavía no tengo ninguna postura y el partido<br />

tampoco. Creo que sobre la base del estudio que se va a hacer de<br />

las mujeres se va a sacar una cuestión concreta. Posiblemente y a<br />

título personal en un momento dado se podría pensar en una cuota<br />

mínima, porque una cuota así nada más, sí sería discriminación,<br />

pero mínima a lo mejor sí se puede, eso nos daría pie a que la mujer<br />

se prepararía más y ver más la problemática de la mujer para que<br />

pueda participar en política...Hay que estudiarlo muy a fondo, yo<br />

sí estoy de acuerdo con una cuota mínima". Sin embargo, y como<br />

decíamos, la mayoría o no lo ve claro o está en contra. Según José<br />

Alberto Castañeda: "Yo creo que eso debe ponerse más en cuanto<br />

a capacidad de las personas más que si son hombres o son mujeres,<br />

poner una cuota pudiera ser incluso contraproducente, que se tenga<br />

que llenar con lo que sea. Desgraciadamente hay más cantidad de<br />

hombres ahorita participando y por eso yo creo que salen más<br />

candidaturas de hombres". Y según Cesar Nava: "El PAN nunca ha<br />

asumido una política de repartir cuotas, porque no ponemos el<br />

"excepto"...no tenemos como consecuencia un reparto de cuotas<br />

como una respuesta. En lo personal creo que lejos de propiciar el<br />

desarrollo del sector al cual se le quiere fortalecer, primero margina<br />

porque ubica porcentajes y segrega a las mujeres de la contienda<br />

general para ubicarse en una contienda específica por un puesto<br />

dentro de un porcentaje. Y por otra parte, ya en lo general creo que<br />

esta política lejos de tener como consecuencia que la mejor gente<br />

llegue a los puestos de elección popular, tendra que estar llegando<br />

la gente que clasificó por entrar dentro del porcentaje. Como está<br />

pasando en Estados Unidos en las universidades, en donde 5%<br />

191


tienen que ser latinos y a lo mejor uno es inteligente y tiene méritos<br />

suficientes para estar ahí, igual con los negros y los judíos. Realmente<br />

lejos de integrarlos se está discriminando más, y por otra<br />

parte, como consecuencia secundaria se está reduciendo la calidad<br />

de la gente que arriba a los puestos". En el mismo sentido se<br />

posicionó David Vargas: "El hecho de fijar cuotas se me hace un<br />

error, claro que la mujer debe participar en las proporciones que<br />

tiene, casi la mitad, pero mucho tiene que ver con el deseo de las<br />

mujeres de participar, en el PAN sí tienen la puerta abierta, si son<br />

más pueden lograr mejores espacios. ..es el deseo de participar no<br />

el que les darán mejores espacios o peores, yo no creo en las cuotas".<br />

Y también Alejandro Villalobos: "En mi partido no hay cuotas,<br />

podrían ser todos candidatos, podran ser todas las mujeres candidatos.<br />

El criterio es la gente más capaz para desarrollar programas<br />

y <strong>acciones</strong>...Pueden ser todas las mujeres o todos los hombres, no<br />

hay limitantes". Emilio Goicoechea aportó su punto de vista sobre<br />

el tema: "Yo creo que no hay cuotas en el PAN, lo que pasa es que<br />

una directiva sin mujeres se ve muy mal, entonces hay una preocupación<br />

que por lo menos algunas entren, yo creo que eso sí existe,<br />

pero no hay cuotas...Yo las vería muy mal...qué terrible que sea por<br />

cuotas y no sea que participe conforme a la capacidad... tenemos<br />

que luchar por ver a la gente como profesional y no como mujer",<br />

señaló este político también con base en el argumento de la mencionada<br />

meritocracia. Y Luis H. Alvarez estuvo también de acuerdo<br />

en el desacuerdo respecto de esa medida: "Yo no creo en el sistema<br />

de cuotas porque en cierta forma es reconocer una actitud que<br />

discrimina. Debería hacerse en términos de capacidad y de perfiles<br />

de cada uno de los candidatos".<br />

Instancia o instituto<br />

También se interrogó acerca de la posibilidad que hubiera una<br />

institución, a modo de Instituto de la Mujer o Conselho da Muller,<br />

que reglamentara, diera seguimiento y evaluación a los asuntos de<br />

la discriminación con relación a las labores del gobierno. En<br />

diversos momentos ha habido diferentes estancias especializadas<br />

192


directa o indirectamente sobre la mujer, en algunas dependencias<br />

de gobierno, por ejemplo, dentro de la Secretaría de Relaciones<br />

Exteriores o en el Consejo Nacional para la Población. El 8 de<br />

marzo de 1996 se presentó el Programa Nacional de la Mujer<br />

(PRONAM), cuyo documento diagnostica la situación de desventaja<br />

y discriminación que sufren las mujeres, toda vez que elabora<br />

<strong>propuestas</strong> -retos, objetivos, estrategias, líneas programáticaspara<br />

solucionar dicha problemática. Para ello se crearon unas<br />

instancias coordinadoras, de seguimiento y evaluación, que son el<br />

Consejo Consultivo y la Contralora Social (PRONAM 1996). Como<br />

ya señalamos en su momento, en 1998 surge la Comisión Nacional<br />

de la Mujer para dar seguimiento al Programa (Díaz castellanos<br />

1999). Recordar que algunas de estas entrevistas fueron anteriores<br />

al mismo PRONAM.<br />

Tras la diversidad de opiniones aquí recogidas, hay algo que<br />

coincide en la mayoría de las que se posicionan a favor, y es que<br />

más que una Secretaría, por denominarlo de algún modo, se prefiere<br />

un organismo interinstitucional que coordine y proponga y evalúe,<br />

más que ejecute, y departamentos en las organizaciones ya existentes<br />

junto a la visión de género difundida en todas ellas.<br />

<strong>Las</strong> mujeres del partido del sol azteca parecen favorables,8 pero<br />

bajo ciertos criterios, como su autonomía, relación con el movimiento,<br />

y estructura que influya sobre todos los niveles de gobierno. En<br />

opinión de Amalia García, respecto a la creación de dicha institución:<br />

"Va a servir si las mujeres hacemos algo, no por iniciativa del<br />

gobierno. Hace año y medio un grupo de mujeres, algunas del PRI,<br />

algunas del PRD, la mayoría académicas y mujeres del movimiento<br />

feminista, nos reunimos para proponer un mecanismo distinto al que<br />

hoy existe, elaboramos incluso un documento, se avanzó la propuesta,<br />

el gobierno la conoció. Sin embargo, no lo ha asumido... debería de<br />

haber una instancia de alto nivel que además tuviera capacidad de<br />

influir en todas las Secretarías de Estado y que tuviera una integración<br />

que garantizara cierta independencia ante el ejecutivo por la forma<br />

en que se nombrara a su dirección, es algo que sigue siendo un<br />

8 En su plataforma electoral de 1997 lo proponen oficialmente, como ya citamos en un<br />

apartado anterior.<br />

193


objetivo. Ahora el gobierno no está interesado . La instancia que se<br />

anunció el 8 de marzo sigue formando parte de la Secretaría de<br />

Gobernación por razones políticas, para tener los hilos de las <strong>propuestas</strong><br />

y políticas de las mujeres ". según Rosario Robles: "El PRD<br />

no lo ha discutido . Yo como mujer estoy de acuerdo, de la misma<br />

manera que existe en otros países. Ahora ¿cuál sera la característica<br />

de este organismo es lo que está en debate , y ojalá pueda construirse<br />

bajo la opinión de todo el movimiento de mujeres y que lo encabece<br />

alguien vinculado al movimiento y no al partido oficial porque es el<br />

mayoritario o a quien le dio la gana el presidente . Creo que tiene que<br />

ser un mecanismo horizontal que tenga que ver con todo el ejecutivo,<br />

con todas sus secretarías , que les haga recomendaciones , que tenga<br />

presupuesto .. Que no nos creen una instancia para que nos metamos<br />

las mujeres , sino que desde esa instancia crucemos hacia toda la<br />

sociedad". Y Mara Robles: "No se ha discutido formalmente, creo<br />

que va a haber diferencias , hay un sector que no está de acuerdo y<br />

otro que estamos de acuerdo . Me parece que es necesario obligar a<br />

que el gobierno tenga una instancia oficial desde donde se destinen<br />

recursos y se implementen políticas públicas en favor de las mujeres.<br />

Que sea un espacio democrático , que no se diseñe como tradicionalmente<br />

se hace desde el poder , sino un espacio horizontal , donde haya<br />

participación , reconocimiento del trabajo de las organizaciones no<br />

gubernamentales , de las académicas , de las que hacen política, de las<br />

amas de casa, de las que están en contra de las <strong>acciones</strong> <strong>afirmativas</strong>.<br />

Se debera construir básicamente por tres cosas , uno porque obligaría<br />

al gobierno a tomar una definición sobre el tema; en segundo lugar<br />

porque lo obligaría a diseñar; y tercero , a implementar políticas<br />

públicas concretas y a que se dieran recursos . ..Hay algunas gentes<br />

que sí tienen diferencias conceptuales en este asunto, pero también<br />

hay otro sector que está en contra porque se ve que está descontada<br />

de antemano de dirigirlo... Estoy hablando en general, alguna vez se<br />

llegó a comentar que Cecilia Soto podría dirigir esta instancia y el<br />

PRI se opuso . ¿Por qué se opuso, pues porque a lo mejor no lo dirigían<br />

ellos. El PAN se opone por razones mucho más graves y profundas.<br />

En el PRD hay diferentes opiniones.. .Yo creo que habría que ensayar,<br />

ya si nos equivocamos por hacer cosas a favor , ya veremos, pero<br />

ahorita estamos equivocándonos por no tener". En el mismo tono<br />

194


siguió Isabel Molina: "Hay diversas opiniones. ¿Cómo hacer para<br />

lograr integrar y empujar al mismo tiempo Por ejemplo, en el PRI<br />

había Secretaría de la Mujer, de Acción Femenina se llamaba, no<br />

tenía ningún poder real, ahí metían a cinco mujeres, las metían<br />

entretenidas pero poder no tenían. Para mí lo importante es que haya<br />

mujeres en cada una de las instancias y que participen plenamente.<br />

El riesgo de que abras una Secretaría es muy alto...como que sería<br />

una instancia que no me convence mucho".<br />

<strong>Las</strong> del tricolor concuerdan en la estrategia horizontal y con poder<br />

sobre las Secretarías como apuntaban las mujeres perredistas, pero<br />

parecen convencidas del adelanto que el Programa Nacional significa<br />

según ellas. Beatriz Paredes: "Yo he sostenido que la estrategia de un<br />

programa nacional de la mujer debe de ser una estrategia horizontal<br />

en donde participen todas las Secretarías de Estado. No lo veo como<br />

un tema confinado a un sólo organismo, sino lo veo más como una<br />

política global que tiene como responsable de su instrucción a todo<br />

el aparato gubernamental y que puede tener un eje de generación de<br />

políticas de evaluación, pero no una institución específicamente<br />

dedicada a ello porque me parece insuficiente. Creo que se tiene que<br />

lograr que sea una política de orden general, en donde todos los<br />

organismos de gobierno ejecuten <strong>acciones</strong> concretas con visión de<br />

género.. .El PRONAM me parece que es un gran avance, independientemente<br />

de lo que se logre en términos concretos, será responsabilidad<br />

de la sociedad civil, de las instituciones y de las mujeres<br />

que estemos involucradas. El hecho de que se haya formulado un<br />

programa integral es un gran avance, no lo minimizaría".<br />

En cuanto a las del blanquiazul, parecen también de acuerdo<br />

en la existencia de la instancia y sus características en términos<br />

generales, con las mujeres de <strong>otras</strong> formaciones, coincidiendo con<br />

las del PRD en su desagrado hacia el PRONAM. Ma Elena Alvarez<br />

indicó: "Nos opusimos a que se formara esa Secretaría o dependencia<br />

especial, porque nos siguen manteniendo en un nivel de<br />

especiales, de débiles, marginadas... El PRONAM ha empezado un<br />

poco mal porque lo elaboraron sin consultar... pero si se llevara<br />

adecuadamente sería más o menos la estrategia que estamos<br />

llevando en el partido, de que todas las Secretarías de Estado<br />

estuvieran permeadas desde el punto de vista de los dos sexos. Yo<br />

195


creo que sería más positivo eso que crear una dependencia propia<br />

que nos mantendría como segregadas". Cecilia Romero por su<br />

parte señaló: "A nosotros nos parece que debe haber una atención<br />

especial a la situación de la mujer porque hay una discriminaciión...no<br />

creemos en la necesidad de institucionalizar una dependencia<br />

exclusiva porque entonces se haría como siempre... mujeres<br />

en un ámbito aparte, aislado, podra incluso agravar el problema.<br />

Lo que sí creemos es que en todas las dependencias de gobierno,<br />

en todas las instancias de la sociedad, debe haber un departamento<br />

o una instancia donde se atienda la problemática de la mujer<br />

porque a lo mejor está embarazada y lo que menos le interesa es<br />

tener 45 días de incapacidad sino que alguien la apapache porque<br />

es madre soltera". Mientras <strong>otras</strong> no parecían estar de acuerdo,<br />

como Nohelia Linares: "De hecho quedó plasmado en las reformas<br />

de diciembre del 94 en que ya es una obligación de la<br />

Secretaría de Gobernación provocar el ascenso de las mujeres a<br />

diferentes cargos, pero para eso hay que prepararlas y obviamente<br />

se manejó la idea de una dependencia concreta de las mujeres, y<br />

a m me nació la pregunta, bueno por qué no de los niños, de los<br />

jóvenes, de los viejos, por qué no de los futbolistas...Bueno a lo<br />

mejor es bueno una institución que la empuje, el problema sería<br />

que cayera en el extremo porque como ya estamos aquí ahora<br />

vamos a exigir que seamos tantas, y para qué queremos tantas si<br />

no van a saber o no van a poder o no quieren estar, caeríamos en<br />

las cuotas de poder con las que yo no estoy de acuerdo. Sin<br />

embargo, sí debería existir alguien que promueva, que provoque,<br />

que rompa el esquema".<br />

<strong>Las</strong> pertenecientes a organizaciones de mujeres, como en el<br />

tema de las cuotas, parecen también divididas. Elena Tapia: "Creo<br />

que sí, nos<strong>otras</strong> hemos propuesto que la Secretaría del Trabajo<br />

tenga un departamento o una oficina específica de género, en<br />

donde se vigile o se implemente una política de empleo con una<br />

atención especial a las mujeres, también en donde se impulsen<br />

programas de capacitación para mujeres o con cuotas asignadas<br />

a mujeres, y en las instituciones de salud tendrá que haber una<br />

oficina de género. En educación ni se diga, el sistema de educación<br />

tendrá que tener una oficina específica que analizara los<br />

196


discursos, los contenidos de los textos porque finalmente es ahí<br />

donde se forma nuestra niñez". Patricia Bracho: "El PRONAM no<br />

plantea nada, es para guardar la imagen, es como hacerse que si<br />

están trabajando en los compromisos que adquirieron". Y Ma<br />

Teresita de Jesús Aguilar: "La mayoría pensamos que sería reconocernos<br />

como discriminadas y por lo tanto una atención especial,<br />

decidimos que no lo íbamos a demandar. Creemos que vamos a<br />

ir escalando y que los hombres que gobiernan tienen que reconocer<br />

que nos<strong>otras</strong> estamos madurando... Nuestra posición es que no<br />

es necesario, no necesitamos una instancia especial para la mujer<br />

si vamos metiéndonos en todos los ámbitos."<br />

Los hombres más parcos de palabras en este caso, por lo general<br />

no tenían opiniones claras, prudente y honestamente, decidieron<br />

que era un tema a estudiar, debatir y repensar. Pero hubo quien se<br />

posicionó en contra, argumentando, como alguna mujer también lo<br />

hizo, que entonces habría que crear una instancia para todo el<br />

mundo, llegando a la broma y al chiste, incluso.<br />

Ramón Sosamontes dijo: "Hay diferentes posiciones en el<br />

partido, la Secretaría o la oficina, según una causaría mayor discriminación,<br />

y otra que podría instituir eso". Jesús Ortega señaló: "Yo<br />

no crearía una Secretaría de la Mujer. El combate de la discriminación<br />

no debe particularizarse o no debe de concentrarse en una<br />

institución determinada. Debe ser política gubernamental y de<br />

todas las instituciones del país". Y Saúl Escobar apuntó: "Ahí<br />

tendríamos que imaginar algo poco controlado por la burocracia<br />

estatal, abierto a la participación de distintos grupos sociales, las<br />

ONGs...Un organismo que se preocupara por los problemas fundamentales<br />

de las mujeres que hoy todavía no se quieren ver, empezando<br />

por el problema del aborto, o de las madres solteras... luchar<br />

contra la discriminación en los diferentes niveles de la sociedad".<br />

Enrique Padilla: "Sobre eso debe haber un estudio muy minucioso".<br />

Ismael Orozco: "Es algo que todavía requiere un debate interno.<br />

En lo personal pienso que sí debe haber un espacio específico para la<br />

mujer, he visto expresiones como la creación de una Secretaría para<br />

la Mujer en algún estado. Pero no estoy completamente convencido<br />

de que sea bueno, al final de cuentas lo que traería como consecuencia<br />

es que encasillaramos a las mujeres en un área determinada desde un<br />

197


punto de vista administrativo y creo que debe de tener toda la libertad<br />

para estar en todos lados y participar en todas partes". Rodolfo<br />

Becerril: "Es una pregunta difícil, tendra que analizarse bien, para<br />

qué, por qué, no repetir esfuerzos.. .Lo primero que habría que hacer<br />

es un inventario, de los trabajos hacia la mujer de las muchas<br />

dependencias...En fin, todo depende de si hay o no recursos".<br />

Por su parte, José Alberto Castañeda piensa que "Esa división<br />

creo que no sería muy apropiada, porque si hay una división de la<br />

Mujer vamos a poner luego una división del hombre, y el homosexual<br />

te va a decir la división mía, el niño te va a decir la mía...creo<br />

que debe promoverse el derecho y la igualdad del ser humano".<br />

Gustavo Vicencio: "Habrá que ver el proyecto en sí, cuál sería la<br />

finalidad o qué problemas tendría que atacar". Cesar Nava externó<br />

que "Tendría que ser algo interdisciplinario, buscar que en cada una<br />

de las Secretarías hubiera programas de atención y desarrollo para<br />

mujeres y buscar vincularlos, por decir algo en salud o educación,<br />

cultura o turismo... De eso a crear una oficina especial yo creo que<br />

hay una diferencia muy grande, no estara de acuerdo". David<br />

Vargas dijo: "En mi partido no estoy muy seguro, yo opino otra vez<br />

que todos somos iguales, entonces no tenemos por qué crear instituciones<br />

o áreas que nos discriminen por sí solas.. .Mejor hay que<br />

procurar que las normas, las leyes se apliquen bien, y que sean<br />

aplicadas para todos en la misma condición". Y finalmente, Emilio<br />

Goicoechea se expresó de la siguiente manera: "Y una instancia<br />

también para los viejos, y otra para las embarazadas... yo creo que<br />

no, las reglas tienen que ser claras para todos, no se puede pensar<br />

en agarrar a los jóvenes y las mujeres corno incapacitados para<br />

poderles dar prerrogativas superiores al resto de la sociedad. Tenemos<br />

que luchar por esa igualdad de oportunidades y por un desarrollo<br />

pleno de todos...Yo no patrocinaría ni un Club de Tobi ni el<br />

de la pequeña Lulú."<br />

Tras definir las estrategias <strong>afirmativas</strong> con relación a las políticas<br />

de igualdad entre los sexos, se ha recogido el debate actual en la voz<br />

de los y las políticas. La riqueza consiste en la ilustración de la<br />

polémica más allá de frías reflexiones teóricas o ideológicas o las<br />

acaloradas <strong>propuestas</strong> políticas, sino a través de las percepciones y<br />

posicionamientos concretos con la calidez de hombres y mujeres de<br />

198


carne y hueso, pero que y a la vez, tienen poder de decisión o influyen<br />

sobre el tema, por su posición política. Un resumen de lo aquí<br />

expuesto, podría ser en primer lugar que no hay una respuesta política<br />

determinada, ni de una misma persona, ni como propuesta colectiva<br />

partidaria, o la excisión entre las primeras y las segundas en algunos<br />

casos, esto es, individualmente no se comulga con las decisiones<br />

aprobadas oficialmente con la organización de la cual se forma parte.<br />

Más sin embargo, la realidad formal y oficial ya ha superado el<br />

debate, pues los tres partidos consultados poseen cuotas, mientras la<br />

realidad práctica y real se encuentra en plena efervescencia todavía.<br />

Algo similar puede decirse entorno al último punto sobre la creación<br />

de un instrumento u organismo específico de y para las mujeres.<br />

Ideas, <strong>propuestas</strong> , políticas contra la discriminación<br />

Quien más quien menos tras concluir una investigación, si es que se<br />

puede decir o se tiene el valor de considerar que está definitivamente<br />

concluida en algún momento, siente una inquietud interna y una<br />

pregunta sacude todos los poros de la piel ¿y ahora qué. Tantos datos,<br />

informaciones, cifras, testimonios, análisis, interpretaciones, todo<br />

ello sazonado con marcos teóricos y reflexiones conceptuales, con<br />

metodologías y técnicas de investigación, fuentes de primera mano<br />

y de segunda, y acabada su presentación con una reflexión general a<br />

modo de anotaciones finales y cuando se es osada, conclusiones. Pero<br />

por qué, para qué, para quiénes, interrogantes que repiquetean en el<br />

cerebro una y otra vez. El deseo oculto o expreso siempre es buscar<br />

el proceso práctico y aplicar de alguna manera los conocimientos<br />

obtenidos, cual mano divina que pudiera cambiar o colaborar a<br />

transformar el mundo y el curso de la historia. <strong>Las</strong> ciencias sociales<br />

deben de responder problemas, ser útiles y estar comprometidas con<br />

la sociedad, además de la brillantez académica y del desarrollo<br />

intelectual que por supuesto han de poseer, se hace necesario ir más<br />

allá y encontrar su misma razón de ser.<br />

Por ello cuanto ya se dio por terminado el primer redactado de<br />

esta investigación, se procedió a dar respuesta a la desazón que nos<br />

inundaba y sumergía. Se realizaron algunas reflexiones en torno al<br />

199


núcleo duro del problema de la reducida y débil participación<br />

femenina en la política institucional, teníamos las explicaciones e<br />

incluso alguna que otra legitimación, nos faltaba eso sí, las <strong>propuestas</strong><br />

de solución. Era evidente que la respuesta en grande y completa<br />

estaba en la eliminación de la discriminación social que pesa<br />

todavía hoy sobre la población femenina en su conjunto, más allá<br />

de planes concretos de <strong>acciones</strong> <strong>afirmativas</strong> específicas en el ámbito<br />

político. Así se pensaron <strong>propuestas</strong> de solución generales, que<br />

se intentaron trenzar con algunos testimonios de políticos y políticas<br />

profesionales. Una de las preguntas de la entrevista en profundidad<br />

que se les aplicó tenía que ver directamente con dicha<br />

cuestión, esto es las <strong>propuestas</strong> de solución en contra de la discriminación<br />

de las mujeres, no sólo en el ámbito de la política formal<br />

que era el eje del estudio, sino en general; y con la clara conciencia<br />

del privilegio del espacio público por sus diversas repercusiones en<br />

cuanto a posibilidad teórica de aplicaciones prácticas de sus mismas<br />

<strong>propuestas</strong> de solución. Nos situamos nuevamente en la orientación<br />

evaluativa de juicios y opiniones, según la definición ya clásica de<br />

cultura política (Almond y Verba 1963).<br />

Entre <strong>otras</strong> cosas, cabe destacar ciertos planes y programas para<br />

fomentar y aumentar la igualdad de oportunidades de la mujer que<br />

varios países utilizan y las organizaciones internacionales difunden.<br />

Tres son según algunas recomendaciones los campos más<br />

propicios para ello, la educación, los derechos de salud genésica y<br />

el acceso al crédito, indica, por ejemplo, las Naciones Unidas (PNUD<br />

1995). En todo caso es indudable que para la participación equitativa<br />

entre hombres y mujeres en la esfera política tienen que darse<br />

cambios globales en la sociedad en general, pues la política es sólo<br />

uno de sus niveles y se adhiere a la mentalidad y al modelo cultural<br />

hegemónico de cada contexto en cuestión. Así las <strong>propuestas</strong> tienen<br />

que caminar sobre dos pies, las concretas en el ámbito político<br />

formal y las generales en la sociedad en su conjunto.<br />

Sobre las primeras, varias fueron las personas entrevistadas que<br />

relacionaron inicialmente la subordinación de las mujeres con problemáticas<br />

sociales de carácter más amplio y global como Ifigenia<br />

Martínez: "Insisto, el problema de la mujer está asociado con el<br />

problema de la sociedad en general. Claro que en el caso de la mujer<br />

200


hay problemas específicos". Queda clara la inmensidad del cambio<br />

y su dificultad, pero frente a eso se levanta la necesidad de la presencia<br />

de más mujeres en cargos políticos de decisión como una propuesta<br />

práctica, posible, factible y concreta, en más o menos un corto espacio<br />

de tiempo. "Son muchos los cambios que se tendrían que hacer, pero<br />

uno fundamental es que las mujeres estuvieran en términos de<br />

equidad en los espacios de decisión. Si nos<strong>otras</strong> estuviéramos ahí<br />

igual que los hombres, entonces la visión desde esos espacios de<br />

decisión, de las políticas públicas, de las leyes, sería diferente porque<br />

habría esta visión universal. Un cambio sustancial es esa presencia<br />

de hombres y mujeres en todos los espacios de decisión. A partir de<br />

eso podrían venir muchos cambios más, si las mujeres estuviéramos<br />

en donde se decide, entonces desde esos espacios se tendría la<br />

conciencia del peso que significa la múltiple jornada de trabajo, el<br />

peso que tienen los servicios, las estancias infantiles, etc. Habría en<br />

cascada una visión distinta de cómo deben funcionar la sociedad y la<br />

política", afirmó Amalia García.<br />

Se habló de la presencia cuantitativa, pero y también cualitativa<br />

como añadió esta misma entrevistada: 'Por supuesto, me parece<br />

fundamental privilegiar la calidad, es decir la conciencia, pero me<br />

parece que incluso en aquellas mujeres que no tengan esa conciencia<br />

cuando se ven enfrentadas a esa múltiple jornada de trabajo, a<br />

esas responsabilidades, aunque rechacen el punto de vista de la<br />

igualdad, serán más sensibles a asumirlo. Yo sí pongo el acento,<br />

por supuesto en la conciencia, en la calidad, pero me parece que el<br />

número ayudaría también...Si hubiera una presencia equitativa de<br />

las mujeres en los espacios de decisión yo creo que serían más<br />

receptivos a los planteamientos de género que se han venido haciendo<br />

por los movimientos feministas".<br />

Resumiendo, por un lado la implantación de mecanismos de<br />

acción afirmativa, de instituciones y funciones, planes, programas<br />

y <strong>acciones</strong> y su aplicación, más allá del discurso legal y el derecho,<br />

de las campañas informativas al respecto, la práctica en la realidad<br />

y con los hechos. Los planes de igualdad de oportunidades, los<br />

convenios internacionales, y los instrumentos jurídicos deben fundirse<br />

con las instancias oficiales, las ONGs y su trabajo cotidiano.<br />

La colaboración entre el Estado y la sociedad es fundamental.<br />

201


De otra parte, incrementar la participación económica, social,<br />

cultural y política de las mujeres. En especial propiciar su acceso<br />

a puestos de decisión por un lado, y de otro, integrar a los<br />

colectivos marginados. El reparto del poder y los cargos públicos<br />

allí donde se toman decisiones políticas, el acceso y participación<br />

en la definición de las estructuras sociales y económicas, así como<br />

la formulación, aplicación, seguimiento y evaluación de políticas<br />

públicas. Desde los parlamentos y gobiernos, las empresas y<br />

sindicatos, y la administración pública. Aquí entraría las <strong>acciones</strong><br />

<strong>afirmativas</strong> concretas en todos los espacios y en particular en el<br />

de la política. Por ejemplo, las candidaturas de mujeres, especialmente<br />

en el ámbito local han sido señaladas como un primer paso.<br />

La aprobación y aplicación de las cuotas, o la creación de instituciones<br />

especializadas. <strong>Las</strong> reformas legislativas en general, y<br />

específicamente las constitucionales, es otro aspecto apuntado<br />

para contribuir a un cambio. Hay también llamados a crear ámbitos<br />

de mujeres en los partidos que presionen a éstos, en los<br />

gobiernos con la misma función, así como y en paralelo fortalecer<br />

los grupos y organizaciones en la sociedad en general. Los encuentros,<br />

congresos e intercambios de carácter internacional sobre<br />

el tema son también de vital importancia. Ganar espacios en<br />

la prensa y medios de comunicación en general se considera<br />

decisivo. Y cómo no, más puestos de decisión a la vez que la<br />

aplicación de programas y planes concretos de trabajo. Y una<br />

cuestión todavía no suficiente explotada: utilizar aquellas características<br />

favorables y positivas que las mujeres poseen y así se<br />

consideran en el espacio de la política, tales como su capacidad<br />

de oratoria, su imagen incólume, en tiempos algo turbios como<br />

los actuales, etc. Aunque también es reproducir el estereotipo y<br />

esto es contraproducente, por lo que se trata de un arma de doble<br />

filo, que hay que meditar hasta dónde conviene o no utilizar.<br />

Como dijo Geraldine Ferraro, candidata a la vicepresidenta de los<br />

Estados Unidos en las elecciones de 1984, un 8 de marzo de 1991 en<br />

la sede de Naciones Unidas en Nueva York, en un discurso con<br />

motivo del Día Internacional de la Mujer: "lo que necesitamos no es<br />

sólo un puñado de mujeres que hagan historia, sino muchas mujeres<br />

que formulen políticas" (ONU 1991b:66). Y como afirmó Edith<br />

202


Cresson ex primera ministra francesa poco después en la Conferencia<br />

Europea de Atenas en 1992, sobre Mujer y Poder: la única manera<br />

de lograr "un aumento impresionante de la cantidad de mujeres en<br />

todos los sectores de la vida política" es mediante sistemas electorales<br />

que "permitan asignar a las mujeres un porcentaje considerable y<br />

obligatorio de los cargos políticos.. .A las mujeres no es el pueblo el<br />

que les niega los cargos de responsabilidad, sino los dirigentes de los<br />

partidos políticos y los comentaristas políticos, que son todos los<br />

hombres en el molde tradicional" (ONU 1994).9 Y eso, por supuesto,<br />

no se circunscribe a Francia, como se puede observar en estudios para<br />

otros países y para el nuestro (Fernandez Poncela 1997a).<br />

Pero pasemos ahora a las segundas, esto es las <strong>propuestas</strong><br />

generales con relación a la sociedad en su conjunto. Vamos a<br />

realizar aquí una breve enumeración sobre los diferentes puntos<br />

posibles de abordar a modo de repaso, y cuando ello sea posible<br />

seleccionando, ordenando, cruzando las apreciaciones de las y los<br />

políticos entrevistados con sus consideraciones abstractas y sus<br />

opiniones personales que ilustran, amplían y concretizan en ocasiones<br />

las <strong>propuestas</strong>.<br />

En primer lugar está la cuestión legal, esto es los instrumentos<br />

jurídicos que hay que extender, desarrollar, y por supuesto, aplicar y<br />

hacer valer el ejercicio del derecho -constitución, tratados internacionales,<br />

reformas legales-, en todos los ámbitos -familia, laboral,<br />

maternidad, trabajo doméstico y agresiones sexuales-. Es éste un<br />

aspecto formal pero imprescindible y necesario, a veces un primer<br />

paso pues es más fácil el cambio jurídico y sobre el papel que las<br />

prácticas cotidianas, pero por algo se ha de empezar. Como remarcó<br />

Ma Elena Chapa: 'Primero la revisión del marco legislativo en todos<br />

los órdenes. La discriminación de las mujeres discapacitadas, la<br />

9 En la Cumbre Europea de Mujeres celebrada en Roma en 1996, ministras y jefas de<br />

Estado europeas acordaron difundir y denunciar el déficit democrático de sus países, en<br />

relación a la subrepresentación de las mujeres políticas en sus órganos de gobierno y en la<br />

toma de decisiones . Remarcando , entre <strong>otras</strong> cosas , que la igualdad de derecho no equivale<br />

automáticamente a la de hecho y que había que hacer un esfuerzo común y de los gobiernos,<br />

así como diversos actores sociales entre ellos la prensa, para conseguir lo que denominaron<br />

paridad democrática.<br />

203


violencia doméstica, el acceso a créditos de todo tipo..., la revisión<br />

del derecho penal, del derecho civil, todos los derechos... luego pues<br />

el mayor esfuerzo por generar una nueva cultura política con respeto<br />

al género femenino".<br />

En segundo lugar, la educación y formación en general, desde<br />

la investigación sobre la problemática, hasta la coeducación escolar<br />

y no-sexista en las escuelas -reforzar la autonomía, el<br />

aprendizaje de las tareas domésticas compartidas, juego y juguetes<br />

mixtos-, pasando por la orientación profesional y la diversificación<br />

de opciones escolares y ocupacionales. Después de la<br />

familia, la escuela es el principal agente socializador, en sus<br />

manos está la responsabilidad no sólo del aprendizaje de conocimiento<br />

de las generaciones futuras, sino también la endoculturación<br />

en general y la introyección del modelo cultural de cada<br />

sociedad. La educación, cuestión que viene ya de la Ilustración,<br />

pero en la cual parece justo y necesario seguir insistiendo. "Es un<br />

problema de educación y no tanto de gobierno" dijo Nohelia<br />

Linares. Mientras otra diputada de esa misma formación política,<br />

Ma Elena Alvarez señaló: "Por muchísimos lados tendrá que<br />

venir el cambio. Nosotros hemos hecho una propuesta, que se<br />

vigilen mucho los libros de texto; los libros de texto de primaria<br />

quisieron dar un mensaje muy igualitario y sigue subliminalmente<br />

prevaleciendo la distribución por sexos. No sé si ha visto un libro<br />

de primaria donde dice: "Hombres y mujeres tienen los mismos<br />

derechos y pueden tener igualdad de oportunidades". Pero sale<br />

una niña moliendo en el metate y un niño viendo un microscopio.<br />

Entonces si el mensaje quería ser de igualdad, o los dos moliendo<br />

en el metate o los dos viendo en el microscopio. Si se quiere<br />

romper la tradición, que se reaccione a la inversa. ..Y también<br />

cuidando mucho los medios de comunicación: las telenovelas, los<br />

anuncios. Ahorita con unos compañeros estábamos planeando<br />

poner una protesta al anuncio de los directorios de la sección<br />

amarilla, ya que hace unos meses sacó uno golpeando a una mujer<br />

y ahora saca uno de ese bellísimo poema que habla y dice: lucho<br />

y me ocupo de mi país, y la mujer dice todo lo que va a hacer y<br />

el anuncio dice: silenciadores, página tal de la sección amarilla.<br />

Entonces es una ridiculización y eso no ayuda a que la mujer<br />

204


encuentre el lugar que en la sociedad debe tener . Todo ese tipo de<br />

cosas: en los medios la usan simplemente de atractivo para ventas<br />

o como símbolo sexual para promover".<br />

Un tercer aspecto a tener en cuenta, es el sanitario que conlleva<br />

la investigación en problemas concretos de la salud femenina, la<br />

salud laboral y los programas de atención sanitaria , mejorando los<br />

aspectos sociosanitarios . Incluyendo el ejercicio libre y responsable<br />

de la maternidad y la paternidad, y el derecho a la información y<br />

educación sexual . Sobre este punto en concreto no hubo pronunciamientos,<br />

pero se piensa que es también muy importante y vital para<br />

hombres y mujeres, y la sociedad en su conjunto. Como se observó<br />

en las plataformas electorales, hay enfrentamientos considerables<br />

entre las diferentes fuerzas políticas.10<br />

En cuarto lugar, el fomento de la igualdad en el empleo, la<br />

equiparación cualitativa y cuantitativa, ya que el ámbito ocupacional<br />

y profesional debe tener y cumplir una legislación no sexista , apoyar<br />

la formación y capacitación profesional, y fomentar el empleo. Para<br />

llegar a la independencia económica y la incorporación y equidad en<br />

el mundo laboral se precisan <strong>acciones</strong> positivas en el espacio productivo,<br />

priorizar la transición de la escuela a la vida activa, y el<br />

aprendizaje y puesta al día de nuevas tecnologías . Tampoco sobre<br />

esta cuestión las personas entrevistadas dieron su visión, pero tanto<br />

este aspecto como el anterior se consideran dignos de tenerse en<br />

cuenta y mencionarse en estas páginas . Aquí sí, y con los documentos<br />

partidistas en la mano, parece haber cierto consenso.<br />

La quinta cuestión son los servicios sociales y comunitarios<br />

-sobre vivienda , madres solteras , colectivos marginados , tercera<br />

edad , violencia , etc.-, favorecer la conciliación y el reparto de<br />

tareas domésticas y responsabilidades públicas entre hombres y<br />

mujeres de forma equitativa y responsable-el hogar y cuidado de<br />

los hijos-, así como la colaboración del Estado -guarderías<br />

infantiles, cuidado de ancianos y enfermos-. Con especial énfasis<br />

en la protección social de los grupos más pobres , las desempleadas,<br />

jefas de hogar y sectores excluidos en general . Tal vez suene a una<br />

to Mientras todo mundo está de acuerdo y en contra del tema de la violencia hacia la<br />

mujer , cuestión que aglutina esfuerzos por sobre ideologías y sexos, además de ser "lo<br />

políticamente correcto", el aborto es el punto de ruptura y desencuentro por antonomasia.<br />

205


letra de una vieja y repetida canción, pero no por ello deja de ser<br />

menos cierta la realidad que dibuja como la necesidad de paliativos<br />

políticos concretos.<br />

Un sexto punto es todo aquello que tiene que ver con el espacio<br />

sociocultural, la información, la formación y la cultura. Desde<br />

promover la participación equitativa en el proceso de elaboración<br />

y transformación de conocimiento, hasta la vigilancia de la educación,<br />

la publicidad y los medios de comunicación. El fomento<br />

de asociaciones y la participación, el deporte, etc. Y la información<br />

de la igualdad de oportunidades. En este apartado se incluye<br />

la difusión de una imagen de la mujer más acorde o ajustada a la<br />

realidad tanto en los modernos y masivos medios de comunicación<br />

social como en los instrumentos y recursos humanos de la<br />

instrucción formal -maestros y maestras, libros de texto y material<br />

escolar. Hay que tener presente como ya apuntaba la entrevista<br />

anterior, el trabajo en los medios de comunicación, al<br />

respecto señaló José Alberto Castañeda: "mira yo creo que esto<br />

es gran parte de formación y educación que muchas veces lo<br />

tenemos desde la casa y ahí sí hay un grave problema.. .la educación<br />

de donde la adquiere el pueblo mexicano pues ha sido en los<br />

medios de comunicación masivos, especialmente en televisión y<br />

en Televisa, y entonces ve qué tipo de cultura se está difundiendo<br />

allá, entonces ésa no creo que sea la cultura que va encaminada a<br />

buscar una ejemplar relación, al contrario, muchas veces se sigue<br />

promoviendo el uso de la mujer y lo ves en las novelas, en las<br />

películas, en las obras de teatro, la mujer como objeto de placer,<br />

un objeto de uso y no un semejante igual a mí con mi misma<br />

dignidad". Y es que el tratamiento de la información de los medios<br />

de comunicación es muy importante a la hora de configurar<br />

esquemas e imágenes mentales que influencian la participación y<br />

presencia de las mujeres en las élites políticas, o su influencia a<br />

la hora de subrayar el sexo del candidato, creando o reproduciendo<br />

roles y estereotipos de género, que activan de una determinada<br />

manera los esquemas cognitivos (Viladot 1999).<br />

En séptimo lugar, la sensibilización en torno a unas relaciones<br />

personales de respeto e igualdad entre el conjunto de la población:<br />

el derecho al propio cuerpo, la sexualidad libre y no<br />

206


posesiva, las relaciones desinstitucionalizadas, el compartir responsabilidades,<br />

la reconsideración de creencias, valores y costumbres.<br />

Esto es, conocer y difundir todos aquellos asuntos que<br />

tengan que ver con unas relaciones más fraternales, libres e<br />

iguales entre los sexos. Relacionado con la educación y la comunicación<br />

que hemos estado viendo, el proclamado y esperado<br />

gran cambio personal y social, la transformación cultural. En<br />

principio la colaboración en el cambio de la mentalidad de las<br />

mujeres, especialmente en su papel de educadoras y reproductoras<br />

culturales. De este tema habló Gloria León "lo que tenemos<br />

que hacer es cambiar la mentalidad de las mujeres, un proceso<br />

que será largo y arduo, porque hemos nacido dentro de una<br />

cultura especial, la cultura mexicana que es machista. Entonces<br />

yo creo que para cambiar la problemática de la mujer la que tiene<br />

que cambiar es la propia mujer, ayudada por el hombre. Muchas<br />

veces se ha dicho que la mujer es la que tiene que educar machos<br />

¿no, entonces, nuestra forma de educar... hacerlas conscientes<br />

de que tienen que cambiar para ayudar al cambio de la sociedad..<br />

.La concienciación basándose en pláticas, talleres, seminarios<br />

y foros". Por otra parte, según esta política, está la<br />

autovalorización y tomar la decisión de actuar: "En la vida<br />

personal, cambiar, cambiar nuestra manera de ser, de actuar, de<br />

pensar sobre todo, estar convencidas de nuestro papel dentro de<br />

la sociedad, estar convencidas de lo que debemos hacer".<br />

Llegados a este punto, que consideramos de vital importancia,<br />

hacemos un inciso para reflexionar sobre el tema. Los obstáculos<br />

para el cambio en el espacio político son obvios, se requiere no sólo<br />

la modificación cultural de elementos en un sistema social dado,<br />

sino el cambio del modelo en su conjunto (Moore 1989). Se tratara<br />

de la alteración apreciable de estructuras sociales -patrones o<br />

pautas de acción e interacción social- incluídas las consecuencias<br />

y manifestaciones de estas estructuras incorporadas a normas -reglas<br />

de comportamiento-, valores, productos y símbolos. Sin<br />

embargo, hay poderosas fuerzas contrarias, la resistencia al cambio<br />

va desde la aceptación irreflexiva de los valores de obediencia,<br />

imitación y gestión emocional (Malinowski 1976) hasta las actitudes<br />

de conformismo, resignación o la misma desconfianza de la<br />

207


población ante la señal de cambio (Godelier 1986). Pero además,<br />

toda producción colectiva una vez institucionalizada como condición<br />

de su continuidad en el tiempo, tiende a reproducirse tal y como<br />

es (Bourdieu y Passeron 1977). <strong>Las</strong> prácticas y los modelos se<br />

reiteran ligados a organizaciones y a lógicas institucionales de<br />

defensa frente al cambio y de conservación de los derechos adquiridos<br />

por los agentes implicados.<br />

Por otra parte, está la dificultad del cambio de las mujeres que<br />

también parece evidente. Tal vez valoran su oposición con tan escasas<br />

posibilidades de triunfo que prefieren la aceptación tácita. <strong>Las</strong> mujeres<br />

miden sus propias fuerzas en cada contexto -adverso o favorable-<br />

y actúan en consecuencia, intentando negociar su posición<br />

entre una amplia gama de actitudes que van de la sumisión total a la<br />

rebeldía abierta, según valoren que las circunstancias y las fuerzas<br />

que están en juego se lo permitan. El viaje de la dependencia a la<br />

libertad es un proceso complejo y doloroso (Vargas 1992). <strong>Las</strong><br />

mujeres arriesgan el perder la legitimidad social garantizada por los<br />

otros -roles de esposa y madre-, sus micropoderes (Foucault 1991)<br />

reales o imaginarios, a partir de los privilegios obtenidos por el<br />

cumplimiento satisfactorio de sus roles sociales, pero además corren<br />

el peligro de desdibujar con ello su propia identidad social. Tienen<br />

que aprender a enfrentar el miedo a la libertad y vencerlo (Fromm<br />

1979; Dowling 1982), aprender a encontrar la fuerza en su propia<br />

legitimidad, asumir nuevas responsabilidades y la consecuencia de<br />

sus actos, superando inseguridades, culpas, temores y rechazos. Es<br />

por ello que desarrollan su funcionalidad adaptativa al contexto en<br />

que se mueven, al máximo. Miden el costo social y psicológico que<br />

su actitud transgresora o subversiva pueda originar en su perjuicio,<br />

tanto en la pérdida de la legitimidad y el contexto social, como en el<br />

posible desarrollo de autodevaluaciones y autoinculpaciones.<br />

Diversos son los obstáculos y las dificultades de la participación<br />

política y social de las mujeres en particular y de la lucha<br />

contra la discriminación social en su conjunto, y algunos de éstos<br />

tienen que ver con la constitución de su aparato psíquico, el<br />

entorno sociocultural, y su cálculo valorativo del mantenimiento,<br />

o en su caso, el cambio. Recordemos el miedo a la libertad que<br />

mencionábamos o a perder sus supuestos poderes (Dowling 1982;<br />

208


Burin 1992). En este sentido también en las entrevistas surgió el<br />

tema de las mujeres que a su modo y hasta cierto punto se sienten<br />

cómodas en su situación dependiente. "Todo esto de la discriminación<br />

femenina, algunas veces y para ciertos núcleos de mujeres<br />

es muy cómodo. Para quienes las frases de a la mujer no le interesa<br />

la política es padrísimo. Finalmente es muy buena onda estar<br />

viendo la televisión y comiendo chocolates y que otros decidan<br />

por mí.. .otros piensan por ellas, otros les traen el gasto y otros les<br />

apagan la tele en la noche, y contra ese tipo de mujeres yo me<br />

revelo, me parece que habría que analizar también esta situación<br />

que se da en algunos sectores de la sociedad y que bien valdría la<br />

pena que cuando se analice el asunto de la mujer se vea no<br />

sólamente la mujer promovida, la mujer responsable, la mujer que<br />

está luchando en la política, o en las ciencias o en las artes, y la<br />

mujer discriminada que no se da cuenta a quiénes tenemos que<br />

promover, sino esa otra partecita...que nos hace mala propaganda.<br />

Y no es antifeminismo, es una actitud de rebeldía en contra de<br />

quienes siendo mujeres no tienen un espíritu de solidaridad con<br />

el resto de las mujeres y generalmente de la sociedad", señaló<br />

Cecilia Romero en una ocasión.<br />

Varios estudios muestran cómo las mujeres parecen menos<br />

ambiciosas y competitivas, a la vez que menos seguras de sí mismas<br />

-producto del proceso de socialización-; son barreras u obstáculos<br />

indirectos, que la sociedad impone a las mujeres y que éstas<br />

interiorizan, y es que llegar a la cumbre política está bien visto para<br />

los hombres, pero para muchas mujeres el éxito social todavía<br />

circula por otros derroteros o es un estigma (Viladot 1999).11<br />

11 Entorno al tema y según los testimonios del programa televisivo que comentamos<br />

aquí, sorprendió gratamente que si bien las mujeres confesaban sus miedos y temores ante<br />

la pregunta realizada al respecto, también subrayaban sus capacidades y seguridades, a pesar<br />

de no ser interrogadas sobre ellas. Así mismo, se señalaron obstáculos, pero y también se<br />

destacaron ánimos y solidaridades recibidas de todas las mujeres. Notable es cómo el balance<br />

de su consagración a la esfera política , es en todas ellas positivo, nadie en absoluto se<br />

arrepiente. En todo caso hay retazos de nostalgia, sensaciones de culpa por lo que no llegaron<br />

a hacer en una rigurosa autocrítica , pero desde la serenidad y seguridad ; nunca pesares por<br />

lo que dejaron de hacer en el ámbito personal. Siempre su quehacer político "ha valido la<br />

pena", según sus propias palabras (Femández Poncela 1999b).<br />

209


<strong>Las</strong> mujeres deben cambiar como decíamos, pero y también los<br />

hombres, según ellos mismos señalan y reconocen dando muestras<br />

de una extraordinaria sensibilidad en cuanto a los mensajes de su<br />

discurso. 'Primero viene la cuestión del cambio personal, de cambio<br />

de actitud, de mentalidad, de entender más a la mujer, de<br />

apoyarla, y luego por supuesto, desde un puesto de responsabilidad,<br />

promover dentro de nuestras organizaciones el respeto a la mujer y<br />

su promoción" dijo Cesar Nava. Por su parte, Ramón Sosamontes<br />

añadió: 'Pues aquí no hay más que el convencimiento desde niños,<br />

que es casi el cambio de la cultura pero que es muy difícil porque<br />

no es a partir de un acuerdo, de un decreto, es nuestra mezcla fuerte<br />

de España e indígenas, en ambos el autoritarismo del hombre ha<br />

sido muy fuerte, con todo y que ha habido reinas españolas y aquí<br />

tengamos diosas aztecas, la influencia del catolicismo es muy dura,<br />

tan dura, que la mujer tiene que obedecer al hombre sino, leíamos<br />

al Papa el día de ayer, en su discurso en Managua" (1996).<br />

Como vemos el quid de la cuestión está en el cambio, cambio<br />

legal, institucional, de las mentalidades populares y del modelo<br />

cultural hegemónico en nuestros días y nuestra sociedad.<br />

Cuando al finalizar la entrevista, se convidó a las personas a<br />

añadir algo más, hubo dos de ellas que señalaron las esperanzas y<br />

las necesidades, las dificultades y hasta los posibles retrocesos,<br />

desde el pesimismo y hacia el reto, todo ello precisamente con<br />

relación a la transformación mencionada anteriormente y a la<br />

democratización del país como veremos más adelante. Recogemos<br />

aquí y a modo de despedida las últimas palabras de su rico y<br />

esperemos que fructífero testimonio: "Nada más decir que yo creo<br />

que el problema de las mujeres es un problema de muchísimo<br />

tiempo, de miles de años. Creo que uno de los grandes cambios,<br />

sobre todo a finales del siglo, es esta nueva participación de las<br />

mujeres, pero que estamos todavía buscando hombres y mujeres<br />

una nueva visión del problema, y que no va a ser fácil porque hay<br />

cosas demasiado arraigadas en la cultura y en el pensamiento de la<br />

sociedad. Entonces por lo tanto no debemos pensar que algunos<br />

avances son irreversibles. Yo creo que el problema tiene tantos años<br />

de estar tan metido en el pensamiento y en la cultura de la gente,<br />

que a lo mejor estas cosas que hoy pensamos que son irreversibles<br />

210


se van perdiendo. Esto requiere no sólo nuevos esfuerzos y nuevas<br />

formas de imaginación y nuevas actitudes, sino requiere fundamentalmente<br />

de un cambio cultural que es lo más difícil. Y este cambio<br />

cultural tendrá que ir acompañado de una democratización de la<br />

sociedad" (Saúl Escobar). En este mismo sentido pero desde una<br />

visión menos pesimista, o en todo caso, con la esperanza puesta en<br />

el futuro y en un cambio más tangible, otra entrevistada expresó su<br />

visión finisecular al respecto, instando a proseguir en el camino<br />

democrático: "El tema de la igualdad de hombres y mujeres es un<br />

gran tema de fin de siglo. Que tiene que ser un asunto sobre el cual<br />

se deben pronunciar todos los que hacen política, y a partir de eso<br />

veremos cuál es su compromiso con una transformación real de<br />

México hacia la democracia" (Amalia García).12<br />

Sin las mujeres en la política ¿de qué democracia estamos hablando<br />

Para la incorporación plena a la ciudadanía más allá de instrumentos,<br />

mecanismos y caminos varios, es de vital importancia su<br />

participación en el diseño y toma de decisiones en el accionar político,<br />

lo que implica estrategias de acuerdo y negociación, incorporar<br />

nuevos conceptos y puntos de vista, nuevas maneras de actuar<br />

ausentes en la política. Despojamos del viejo discurso mujerista y<br />

victimista, del cual incluso ciertas feministas beben en nuestros días,<br />

y lo reiteran sin ver lo contraproducente que resulta, sin percatarse de<br />

que las cosas están cambiando, la realidad nueva supera, a veces, la<br />

vieja narrativa. Desbaratar los cuentos sobre la racionalidad de la<br />

meritocracia, sobre los problemas de la falta de experiencia, o alrededor<br />

de las prioridades en la pirámide de las necesidades. Acercarnos<br />

a proyectos influyentes, sin olvidar las diferencias, en el sentido<br />

de abarcar amplios sectores sociales, con la mira puesta en la política<br />

con mayúsculas. Pasar de la cultura del reclamo y la queja, o la<br />

abnegación y la renuncia, que no es lo mismo pero a veces opera de<br />

forma similar, a las estrategias y negociaciones de la acción en cuanto<br />

12 Añadir únicamente que las mujeres entrevistadas en numerosas ocasiones cuando<br />

nombraban a hombres y mujeres lo hacían como " hombres", o utilizando el género gramatical<br />

masculino . Pero aún más, al referirse a ellas mismas, también lo hacían en masculino. Entre<br />

las que reiteraron dicha utilización se encuentran mujeres de los tres partidos , diferentes<br />

edades, consideradas o no feministas , es decir, estas características no frenaron o pronunciaron<br />

dicha costumbre.<br />

211


a la obtención y consolidación de la participación política -numérica,<br />

con poder, en el discurso y en las prácticas.<br />

Pero esta participación forma parte de un cambio social y<br />

cultural general que equipare los derechos y oportunidades entre<br />

los sexos, dentro de sus diferencias, que borre la discriminación<br />

contra las mujeres de la faz de la tierra y más allá también, si acaso<br />

existiera la vida y la discriminación en las estrellas.<br />

2 12

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!