te de rutilo

44 • Testimonios
EVIDENCIAS TERAPÉUTICAS DEL “TE RUTILO”
“AGRADECIMIENTO PÚBLICO”
“ERA DIABÉTICO”
14 de Noviembre Día internacional de la diabetes
Mi nombre es ERASMO ANTONIO MORÓN, cédula de identidad Nº 719.640, vivo en la ciudad de
Mérida, calle 14, Nº 1-51, entre Av. 1 y 2, tengo setenta y cinco años (75), cuando tenia 42 años, trabajaba
en una empresa que se llamaba Creole, hoy Lagoven, un día, como a las 9 de la mañana hace (32) treinta
y dos me dio un mareo que me dejó sin sentido y cuando lo recupere, fui a la clínica de la Creole, me atendió
el Dr. Carlos Armas Camero, me dijo que tuviera mucho cuidado, por que me salve de casualidad, cuando
me hicieron los exámenes de sangre, la glicemia la tenia en 680, gracias a Dios no me dio un coma
diabético, con todo el tratamiento y la dieta que me mandaron, la glicemia no me bajaba de un promedio
de 300 a 350, durante (32) treinta y dos años, perdí mucho peso, estaba muy delgado, sentía malestares
como: dolores en los pies, las pantorrillas, los dedos, dolores en los hombros, cerebro y cabeza permanente,
que no se me quitaban, ardor en la vista, mal aliento. En junio de; año 2002, el DR. GIOVANNI RUTILO
asistió a la Facultad de Farmacia, Universidad de Los Andes, Mérida, al II Encuentro Nacional de
Química Medicinal del 26 al 28 de junio, aproveché para asistir a su consulta el día 27 de mismo mes,
comencé a tomar el "TE RUTILO" y a cumplir con el tratamiento que me recomendó, los síntomas
comenzaron a desaparecer a las semanas el 19-08-2002 la glicemia me había bajado a 140 y hoy que
estoy escribiendo esta carta, tengo mi glicemia en los valores normales, aumenté 5 kilos y estoy sin
síntomas, gloria Dios, lo que no pudo hacer ningún médico, ningún tratamiento, lo hizo en tan corto tiempo
4 meses, GIOVANNI RUTILO, es muy sabio, gloria al Señor, que Dios me le pague, no tengo con qué pagarle,
y sabe usted para su conocimiento, que hace muchos, muchos años, se lo digo de todo co razón, siempre
le pedí a Dios durante muchos años y no le voy a mentir porque estoy muy viejo para eso, le pedí a Dios
con toda la humildad que se puede de un ser cristiano, le pedía esto, que nos mandara a los diabéticos
a alguien, una persona que descubriera algo, alguna medicina para curar esta terrible enfermedad, que
Dios le pague doctor, con todas las cosas bellas del mundo y que de muchas, muchas luces para curar
y sanar a tantas personas que lo necesitamos.
Es autentico, Mérida, 7 de noviembre del 2002
Erasmo Antonio Morón
C.I. 719.640