2 - Gnostic Liberation Front

2 - Gnostic Liberation Front 2 - Gnostic Liberation Front

gnosticliberationfront.com
from gnosticliberationfront.com More from this publisher
05.11.2012 Views

por un Dios, por un espíritu, con los que los hombres se comunican por medio del ritual y del culto. Los selcnam de Tierra del Fuego estaban inmersos en una naturaleza viva, cálida, pese a sus_ ventisqueros y sus témpanos. El Jefe de los indios Pueblo, Ochia-Biano, Lago de Montaña, le confesaba al doctor Jung que "el sol ya no saldría más en las mañanas, porque los hombres blancos les impedían ayudarlo a levantarse", imponiéndoles el cristianismo, como una herida en sus almas. Recuerdo también a un "guaso" de la cordillera, que una vez me dijo:

"Señor, ¿qué va a pasar con la nieve? Creo que no retornará más, pues los "gringos" han venido a patearla (se refería a los esquiadores); la han ofendido gravemente". Otra gente antigua, que vive en las vecindades de la montaña "El Plomo", piensa lo mismo. Porque han retirado la momia de una niña indígena de su cima, que había sido dejada allí por los Inkas, en un sacrificio ritual a los Dioses de esas alturas, con algún fin bien preciso, los lugareños creen que ahora el clima va a cambiar y piden su restitución a la Montaña sagrada. Los niños de Alemania y de los países escandinavos, hasta la última guerra, seguían viendo a los duendes y a las hadas. Yo también conversaba con ellos en el jardín de mi niñez. Apenas sí lo recuerdo ya, porque perdí su visión, junto con ese jardín lejano. Hemos desacralizado el mundo, colaborando con el Demiurgo, con el Señor de las Tinieblas, transformándolo en una esfera muerta y pesada, un compuesto de átomos agregados, de roca, metales y limo, a lo más de petróleo, sin saber siquiera lo que esta substancia sea verdaderamente. Lo extraemos, lo explotamos; ensuciamos la tierra, lo destruimos todo, con un criterio materialista y judaico, sin entender ya que la tierra es un ser vivo, con cuerpo, alma y espíritu, como un vira, que también ansia la transfiguración. En Chile, desde la Conquista, el paisaje no nos pertenece. Le hemos impuesto un culto y un Dios extraño, con el resultado de que los habitantes actuales se encuentran en desequilibrio con el mundo que les rodea. Nada tienen que ver con las cumbres sublimes, con la belleza de su tierra, ni con su mar; se hallan en total desequilibrio con el paisaje. Se haría necesario extraer a la luz de un nuevo Sol a los Dioses, a los Gigantes antiguos que duermen dentro de la roca andina, reconocerlos, rendirles un culto, establecer un diálogo. Sólo así se lograría un equilibrio entre el hombre y el paisaje. Hoy el hombre se encuentra destruido, aniquilado, erosionado, como la tierra; es ajeno a la belleza del paisaje sublime. Únicamente extrayendo de la Montaña a los Gigantes se hará posible la transfiguración del paisaje de la patria mística. Se habrá desenvainado la Espada de Chile. Y entonces, de las profundas aguas del Pacífico, emergerá el antiguo Continente del Espíritu, allí sumergido. Emergerá, como de dentro del cerebro arcaico del Antropos, del Urmensch, más allá de su corteza cerebral, del sol actual. Y la tierra volverá a ser habitada per gigantes, por los Dioses Blancos. Desaparecerán los pueblos disminuidos, los esclavos de la Atlánti-da y esta franja precaria de la patria, resto sobreviviente de un Continente sumergido, se transfigurará y será redimida. Desde que fui muy joven, sentí que mi misión era ayudar a los Gigantes prisioneros de la Montaña, liberarlos, como a Lucifer encadenado en los hielos del Polo Norte, del Polo Sur, vindicarlos, libertar a Prometeo. Hoy también siento que debo ayudar al retorno del Führer, dentro del gran cuerpo de la Montana, contribuyendo al cumplimiento de su Mito de Resurrección. Por eso estoy aquí nuevamente, otra vez junto a los Andes mágicos de mi juventud y de mi iniciación. Los Montes de los Dioses Blancos. La Montaña Sagrada de los Himalaya es el Kailas. La de los Andes es el Melimoyu. LA WALKIRIA No ha sido tarea sencilla para mí tener que reconocer que no es fácil comprender mis libros. Estoy tan inmerso en los símbolos y en las leyendas que circulan por mi sangre. Por ello, se me ha hecho arduo llegar a entender que otros no los viven de este modo. Pero ya voy aprendiendo, con la consecuencia penosa de que debo aceptarme como un ser distinto, de otro mundo. A estas alturas, ya sólo busco a mis semejantes. Para ellos escribo. ¿Cómo pudiera explicar con palabras sencillas, transparentes, la forma en que el Arquetipo se "imprime" en este mundo, como en un "plasma cósmico", en una arcilla maleable? Hay un tiempo sagrado y un tiempo profano. El primero pertenece a las vidas arquetípicas, eternas, el segundo es para las biografías personales, para lo histórico. No sobrevive a la muerte nada de lo personal, únicamente lo arquetípico; pero sólo cuando el Arquetipo es un Arquetipo Hiperbóreo y el héroe que se lo incorpora ha sido capaz de realizar conscientemente su Sentido, superándolo. He aquí la diferencia. Además, existen los Arquetipos diabólicos del Demiurgo. Y e'stos son los más numerosos, siendo un Arquetipo demoníaco el mismo Demiurgo, o Señor de las Tinieblas. Contra éstos debe luchar el héroe, destruyéndolos. Ahora bien, la materialización del Arquetipo en este mundo de vibración más lenta, se efectúa como la impresión de un sello en el "plasma cósmico". Por ejemplo, en el caso del Urmensch, del Antropos, su "fisiología hiperbórea" se reproduce de la siguiente manera en el cuerpo del hombre terrestre: los animales emblemáticos de las constelaciones, que son los cha-kras del cuerpo del Hombre Cósmico, se repiten como plexos en el hombre. Y así con todo lo ya explicado anteriormente, con los nádis, Kundalini, etcétera. Swedenborg decía, por esto: "El cielo tiene la forma del cuerpo de un hombre". Lo que es arriba es abajo y viceversa. De aquí se deriva esa ley del sincronismo, tan importante para nuestra Orden Guerrera y para el Hitlerismo Esotérico; porque en nuestra iniciación no basta con la búsqueda en el mundo interior. Del mismo modo, la lucha 95

por un Dios, por un espíritu, con los que los hombres se comunican por medio del ritual y del culto. Los selcnam de<br />

Tierra del Fuego estaban inmersos en una naturaleza viva, cálida, pese a sus_ ventisqueros y sus témpanos.<br />

El Jefe de los indios Pueblo, Ochia-Biano, Lago de Montaña, le confesaba al doctor Jung que "el sol ya no saldría<br />

más en las mañanas, porque los hombres blancos les impedían ayudarlo a levantarse", imponiéndoles el<br />

cristianismo, como una herida en sus almas. Recuerdo también a un "guaso" de la cordillera, que una vez me dijo:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!