2 - Gnostic Liberation Front
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Un día decidí retornar a los Andes de mi juventud, en busca ahora de la Ciudad de los Césares, de Paititi, de<br />
Elellin.<br />
Himalaya quiere decir Morada de las Nieves. Andes viene de Antu, sol y también de Anda, hombre. El Hombre<br />
Total. An-Tropos.<br />
Pensando en esto, creo poder interpretar mi visión de los gigantes dentro de la montaña que enmarca la ciudad de<br />
Santiago del Nuevo Extremo.<br />
¿Qué es la Montaña en un sentido hermético, esotérico? En verdad, simboliza al hombre, así como la caverna<br />
simboliza el Templo. Ya lo hemos dicho, los primeros templos fueron las cavernas de las montañas. Montaña y<br />
caverna, Lingam y Yoni, hombre y mujer, en un sentido cósmico; el Andrógino, el Hombre-Total. El Hombre y la<br />
Mujer Absolutos.<br />
Por esto mismo, el verdadero Templo es el Hombre, se encuentra dentro del hombre. Es ahí donde hay que ir a<br />
oficiar, a adorar, a encontrar el Monte y la Caverna, la Ciudad Encantada, el Oasis de los Hielos. Es ahí donde<br />
resucitará el Führer, el Hombre que Vendrá, el Hijo del Hombre. Ahí y afuera, en un combate sincronístico.<br />
Porque no encontrará el refugio afuera, la Caverna, la Ciudad, la entrada a la "Tierra Hueca", interior, el Templo de<br />
la Orden, quien no lo haya encontrado primero adentro de sí mismo.<br />
Este es el Hitlerismo Esotérico.<br />
La Montaña es el cuerpo del hombre; mas, del Hombre Astral, del Hombre Hiperbóreo, del Siddha, del Divya, del<br />
Urmensch. Es el Sahú egipcio, el "Cuerpo de Resurrección" de Osiris. Así, su fisiología es la hermética, la astral,<br />
la aria. Por ejemplo, mis gigantes serían los dos nádi, o nervios (astrales) de la fisiología tántrica. Ida, al lado<br />
izquierdo de Meru-danda, es decir de la Columna Vertebral etérica, y Píngala, al lado derecho. Su contrapartida<br />
en la fisiología física son los cordones de ganglios, a lo largo de la espina dorsal. Nacen en el Chakra Muládhára,<br />
o sea en el plexo pélvico y se cruzan, yendo el primero a terminar en la ventana derecha de la nariz y, el segundo,<br />
en la izquierda. Por el centro de Meru-danda asciende Sushumáná, hasta el cráneo, juntándose en el cerebro<br />
con el Chakra Sahasrará. Por aquí sube la Serpiente de Fuego, Kundalini. Ella es la Bella Durmiente del Monte<br />
Meru, en la Caverna de Kyffháuserberg, es la Amada Inmóvil, helada, hibernada, que hay que despertar en la<br />
base de la Montaña Mágica, en el Chakra Muladhara, precisamente. Mi gigante del lado Izquierdo, con los brazos<br />
levantados, la Runa Man, es Ida, el otro es Píngala, la Runa Yr.La Montaña es el Templo y es el Cuerpo del<br />
Hombre-Dios, de Wotan, del Urmensch. Sushumná, que nace en el sacrum, el tercer nádi, el del medio; es el<br />
más importante, el gigante aún invisible, el "devorador del tiempo" (Saturno), el que entrega la inmortalidad; es la<br />
Runa Hagal, que nos conecta con la cima del Monte Meru, donde se realiza la Boda Mágica de los otros dos, de<br />
Ida y Píngala (Shiva y Parvati).<br />
En fin, todo esto es altamente simbólico. En la vivencia de mi juventud se me presentó a los ojos (al tercer ojo, al<br />
Vril, en la "memoria de mi sangre") repentinamente abiertos, en un "amanecer de caminos sonoros que se<br />
cruzan", como la visión de un mándala o de un yantra. Toda una vida me lo he pasado tratando de interpretarlos,<br />
de comprenderlos. Prueba de ello son las explicaciones distintas que he dado a esa visión en varios de mis libros,<br />
en "La Serpiente del Paraíso", en "El Cordón Dorado", en "NOS. Libro de la Resurrección", y ahora.<br />
La dificultad que se nos presenta a quienes no somos modernos, sino antiguos, es la imposibilidad de<br />
comunicarnos con las mentes racionalistas de este tiempo del Kali-Yuga, que lo han desacralizado todo.<br />
Para los seres lejanos, su entorno estaba lleno de vida, pleno de divinidad. Platón y Aristóteles decían: Panta<br />
plere Theón. Todo está lleno de Dioses. Los araucanos, entre nosotros, adoraban el árbol, los montes, los ríos, el<br />
bosque, como los antiguos germanos, como los pieles rojas, como los hindúes. En India, cada río, cada accidente<br />
de la naturaleza es habitado<br />
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