2 - Gnostic Liberation Front
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Evans-Wentz, editor de "El Libro Tibetano de los Muertos", de "El Libro Tibetano de la Gran Liberación", de "Yogas<br />
Tibetanos y Doctrinas Secretas" y de "El Gran Yoga Tibetano, Milarepa", también ha escrito sobre la Montaña<br />
Sagrada Cuchama. Fue su último libro.<br />
Evans-Wentz era norteamericano y construyó en Almora una casa de piedra, con vista a los grandes gigantes del<br />
Himalaya. Ahí vivía mi amigo, el Lama Govinda. Le visitaba a menudo, yendo desde una casa que yo también<br />
ocupaba en esa alta aldea himaláyica, puerta de las peregrinaciones al Kailas. Me facilitaba su torre de la<br />
meditación. Teniendo frente a mí la vista indescriptible del Nanga Parvath, "entraba en combate", como diría mi<br />
Maestro, en las tardes que teñían de rosa las cumbres sagradas, también en algunos amaneceres de oro líquido,<br />
de oro alquímico.<br />
El Lama Govinda pintó el Kailas. Adquirí esta pintura y la tengo ahora frente a mí, junto con otra maravillosa de las<br />
cumbres himaláyicas del pintor ruso Nicolás Roerik. Las contemplo, escuchando "El Arte de la Fuga", de Bach,<br />
esa obra sublime, la última que compusiera, más arriba aun de las más empinadas cumbres de esta tierra, en el<br />
Monte Meru, el Invisible, en la más alta tonalidad de su alma inmortalizada por la Hiranyagarbha-Cabda, la<br />
Cabala Orfica.<br />
Dos mil años de dominio judeo-cristiano han transformado en peyorativo el término pagano. Un escritor tan<br />
anticristiano como Julius Evola, también cae en el mismo error de desprestigiar el vocablo por su incomprensión<br />
de Rosenberg y del nacionalsocialismo. Tengo conmigo su ensayo, "L'equivoco del Nuovo Paganesimo", y otro:<br />
"Paradosi dei tempi: Paga-nesimo razzista, eguale iluminismo Libérale".<br />
El culto y adoración de la Montaña, de la luz diurna, del Sol, de las fuerzas naturales, de los ríos y los árboles, ha<br />
sido profundamente espiritual y simbólico. No se adora el Sol como algo físico, sino lo que está detrás del Sol, su<br />
Nostalgia de otro Sol más allá de todos los soles: el Sol Negro, el Rayo Verde, algo inexistente, que se perdiera.<br />
Lo mismo con la Montaña, con el Árbol, con el Río. La alegría, la belleza, el amor y la fuerza que se desprenden y<br />
se logran en este culto, en esta religión tan antigua como el mundo, provienen de todo lo que está detrás del<br />
símbolo, que la Naturaleza sólo refleja y nuestra alma capta. Porque "las cosas vienen a nosotros deseosas de<br />
transformarse en símbolos", como decía Nietzsche. El cristiano, heredero directo del odio a la belleza del judío,<br />
nos ha emponzoñado la Naturaleza, primero espiritualmente, deformando el sentido pagano de la vida, y luego<br />
físicamente, contaminándola, envenenándola con sus productos de una tecnología y una ciencia judías, que<br />
terminarán por destruirla, como la más lógica expresión de su odio recóndito, impidiendo su transfiguración.<br />
La Nostalgia de la naturaleza, en la preantigüedad, se expresaba en el culto de la Luz del Año y del Sol, como el<br />
símbolo de esa Nostalgia de un Sol distinto, de un más allá del Sol, semilla espiritual y Luz de otra tierra. En la<br />
cepa nórdico-atlántida esta Nostalgia fue representada por medio de signos esquemáticos y mágicos, las Runas.<br />
El Sol Antiguo, el Sol Negro, más allá del Sol visible, por el que se siente la Nostalgia, es el Hombre que Vendrá,<br />
que retornará. Hacia él extiende sus brazos el vira todos los amaneceres, hacia ese Sol más allá de este sol. Es el<br />
hombre con los brazos extendidos hacia lo alto. El hiperbóreo que ha perdido ese Otro Sol es el hombre<br />
precipitándose al abismo de la noche de esta tierra, con los brazos abiertos y extendidos hacia abajo. Mis gigantes<br />
dentro de la Montaña. La Runa Man: T y la Runa Yr: i. Cuando la Luz del Sol Negro ha desaparecido, el vira se<br />
refugia en la Caverna Madre, a esperar el retorno, el renacimiento, la resurrección del Antiguo Sol. Federico<br />
Barbarroja va a la Caverna de Kyffháuserberg e Hitler a alguna caverna del Tibet, de un Monte de los Andes o de<br />
los hielos del Antartico. Entrarán en sueño, en ensueño, en hibernación, guardados por el Cuervo de Wotan, a la<br />
espera del retorno de la Luz del Sol Negro, de la apertura de la "Ventana" de la Caverna, que permitira pronunciar<br />
la Nueva Palabra mágica, la Nueva Runa, que romperá el Círculo de los círculos del Eterno Retorno, del Año<br />
Calendario de Brahma.<br />
Y la palabra será la Runa Hagal: %, formada por la conjunción de la Runa Man, de la Vida, y la<br />
Runa Yr, de la Muerte. El Hombre-Total, el Renacido, el Nacido Dos Veces, el Ario. Esta Runa tiene ya la forma de<br />
una Estrella de seis puntas (la que se robaron los judíos). En verdad es la Estrella de la Mañana, que también es<br />
el Lucero de la Tarde, Yepun y Oiyehue, la Estrella Doble de Lucifer, de Irmin, de Wotan, de Quetzalcdatl. La<br />
Estrella de la Iniciación de los Guerreros, de los Vigilantes de la Aurora, de los Caminantes del Alba, de los que<br />
van en dirección de Hiperbórea, hacia el retorno al Sol Negro, al reencuentro del continente sumergido en las<br />
aguas de la propia alma. Y cuando esto sucede, cuando el hombre renace, toma la Runa Hagal y la hace girar<br />
levógiramente, en dirección de Hiperbórea, del Polo Norte (que es el Polo Sur) y la transforma en la Swastika del<br />
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