2 - Gnostic Liberation Front
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¿qué os eso 0 En el prólogo a mi libro "Las Visitas de la Reina de Saba". Jung define el inconsciente como "la<br />
matriz de todos los fenómenos diferenciados, religión, música, arte, etcétera". Lo que tampoco nos dice nada. Lo<br />
hemos venido discutiendo desde el comienzo de esta obra y no vamos a insistir. Toda la terminología jugeana,<br />
prestada o derivada del psicoanálisis, deberá ser reemplazada por la legendaria y hermética, si es que queremos<br />
llegar a alguna parte. Lo hemos hecho así y creo que Jung mismo nos lo agradecerá. Decir que en Hitler "entra<br />
el Inconsciente de su pueblo", es dejar el asunto donde siempre ha estado. Y nos parece soberbia y orgullo,<br />
además de superficialidad, rebajar un tema tan espantable. Con humildad, se debería recurrir a la palabra<br />
Misterio; más aún, cuando se están estableciendo comparaciones con Mahoma, con los profetas y<br />
reconociéndole al fenómeno los ingredientes espirituales típicos de una religión, a pesar que para Jung la palabra<br />
espíritu pareciera también no haberse desprendido del organicismo psíquico, como lo asegurara Keyserling.<br />
Resumiendo. Alguien sale de Hitler. Este "alguien", que no es el cuerpo astral, sino su pequeño yo personal, tiene<br />
que salir envuelto en algo. Por lo tanto, sale con su cuerpo astral. Para lograr esto, Hitler habrá tenido que pasar<br />
alguna vez por el mismo proceso de desprendimiento por el que yo pasara, con mayor o menor dificultad; pero, sin<br />
lugar a dudas, valiéndose de una "técnica del desprendimiento", es decir, de una Iniciación. ¿Dónde logró Hitler<br />
esta iniciación? ¿En la Sociedad de Thule, de Munich, con Dietrich Eckart? No lo sabemos. Lo más posible es que<br />
Hitler viniera ya iniciado a este mundo, preparado para el Drama. Sin embargo, habrá empezado a preparar su<br />
cuerpo, sus vehículos, después de la Primera Guerra Mundial. Se hace vegetariano, vive en castidad, practica el<br />
retiro en los bosques y en la montaña. Sólo Rudolf Hess podrá conocer el secreto, porque él también es un<br />
iniciado, de la misma Orden tal vez (por eso aún le mantienen en prisión), pues usaban los mismos gestos<br />
mágicos (mudras) en el saludo (vara-mudra) y en sus discursos.<br />
Hitler prepara su vehículo físico para poder recibir a ese Ser que "entra" cuando él "sale". Que vive cuando él<br />
muere. Jung cree que él aún continúa ahí, como un "apéndice", ovillado en un rincón del cuerpo, de "esa<br />
armazón, o andamio, cubierto de ropas". Pero también dice que "ahí no hay nadie", fuera de su mentado<br />
inconsciente. Prefiero creer que poco antes de la "entrada", hubo una "salida", en un proceso voluntariamente<br />
preparado por el Iniciado Hitler. He aquí la diferencia con el médium, con los hermanos Schneider, por ejemplo,<br />
uno de los cuales yo conocí en Brau-nau am In, la ciudad natal de Hitler.<br />
Mi Maestro me había dicho que la dificultad que mi astral encontraba para volver al cuerpo podría también<br />
deberse a que "otro había entrado allí, ocupando su lugar, mientras el astral estuvo fuera". Desde aquí se puede<br />
comprender mejor el fenómeno. Voluntariamente, Hitler provocaba el acontecimiento. Se iba, se salía, para que<br />
un Otro pudiera entrar, usando su cuerpo físico. Necesariamente, esto sería temporal, porque la energía<br />
tremenda de un Ser de otro mundo puede hacer explotar el vehículo. Su energía, en todo caso, hizo explotar el<br />
mundo y lo está transmutando, en una acción irreversible, aunque difícil de aprehender. Y esto debería cumplirse<br />
así, tal como fue, en el vértice del Kali-Yuga, de la Época Más Oscura, para alcanzar una Nueva Edad.<br />
¡Bienaventurados los que le vieron y le reconocieron!<br />
En las "Memorias" del Príncipe Friedrich Christian zu Schaumburg Lippe, que fuera secretario de Goebbels, éste<br />
cuenta que Goebbels le confesó que a veces él creía que Hitler no era un ser humano.<br />
El fenómeno, el drama, corresponden en verdad a eso que los indo-arios llamaron el descenso y la encarnación<br />
en la tierra de un Avatar. Ya lo hemos tratado al referirnos al caso del Jefe del nazismo chileno. Ese Ser de más<br />
allá de los astros, que Jung llamaría Arquetipo (siempre de un modo organicista, aunque con la gran duda final de<br />
declararlo "psicoide"), en verdad es un Dios, que habla con mil bocas. Es NOS; no es "yo". Los anti--guos siempre<br />
lo supieron; porque entonces los Dioses estaban más próximos; los héroes les ofrecían sus cuerpos, sus<br />
vehículos, para que los visitaran. La tierra era mansión más propicia, la naturaleza soñaba en transformarse en<br />
símbolo. Con el judaismo y su "pecado", la tierra les es hostil, es un campo de horror. Cada vez hay menos sangre<br />
aria pura, de Eumólpida, de Brahmán, desde donde los Dioses hablen con los héroes y les divinicen. Hitler<br />
entregó su vida, su cuerpo, sus vehículos al Dios Wotan de sus antepasados para que El pudiera remontar su<br />
Crepúsculo. Así, Hitler fue el Führer. Fue el Arquetipo platónico de esta Idea Hiperbórea que circula en la sangre<br />
de los arios. Fue Wotan. Fue "el sostén de una Potencia".<br />
Que Hitler era un iniciado, o que vino iniciado ya, se comprueba porque, sin salirse de su cuerpo físico, podía ver<br />
a seres de otros mundos. Sólo necesitaba ponerse en un estado especial; retirarse en el bosque o en su montaña,<br />
para escuchar la Voz, como nos dice Jung. Entonces, su expresión era de ensueño, con los ojos perdidos en un<br />
más allá, como puede vérsele en algunas fotografías y como el mismo Jung le describe: "Un visionario, una suerte<br />
de Mahoma. Nunca el mundo ha visto algo así..."<br />
Los mitos y leyendas nos hablan de un tercer ojo, que poseían los gigantes. El ojo de Polifemo, de Buda. Con él se<br />
puede contemplar el otro mundo y sus seres "astrales", el aura de esos seres. Su contraparte en el cuerpo físico<br />
es la glándula pineal, calcificada astralmente por falta de uso y por el desarrollo exclusivo de la mente racional. La<br />
iniciación puede reabrir el tercer ojo, transformar al héroe en gigante, al vira en divya, para seguir usando los<br />
términos del esoterismo tan trico. En superhombre, en Sonnenmensch. Cortar la corriente lunar, para volver a<br />
ser solares. (Del Sol Negro.) Recuperar el Vril.<br />
Mi Maestro también escuchaba la Voz. El la llamó "La Voz del<br />
Señor".<br />
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